Me llamó mucho la atención la dureza de estas palabras por provenir de una persona muy oficialista y cristinista.
Justamente en estas horas el Consejo Superior de la UBA se pronunció a favor del aborto legal, seguro y gratuito y uno de sus consejeros, Leandro Altman, argumentó que los abortos son la primera causa de mortalidad materna y estima que el derecho a establecer las condiciones de la maternidad implica “reconocer a las mujeres como sujetos sociales, como ciudadanas y agentes morales capaces de decidir si desean o no ser madres, el número de hijos/as que desean tener y el espacio temporal entre los nacimientos”.
Altman aportó también sus datos: “En el país se realizan 500 mil abortos al año y una mujer fallece cada dos días por esta causa.”
Cristina Fernández se pronunció en varias oportunidades contra el aborto, de la misma manera lo hizo el ministro de Salud, Juan Manzur, hombre de Tucumán.
¿Podrá la presidenta jugarse en esta batalla o primarán sus convicciones personales?
¿Se dará cuenta que las mujeres más pobres son las que quedan en el camino cuando se hacen abortos en lugares sucios, con curanderos y en las peores condiciones o primará el pragmatismo de no irritar a la Iglesia y a los legisladores que siguen a pie juntillas a dicha institución?
¿Podrá darse cuenta una parte importante de nuestra sociedad que ninguna mujer va contenta a hacerse un aborto y si se llegara a sancionar la ley ninguna mujer lo haría por deporte…? ¿Qué mujer está feliz de tener que hacer un aborto?
El paso dado por la Universidad de Buenos Aires es importante, ya hay varios proyectos en el Congreso y sería bueno que la presidenta intervenga en esta problemática social que afecta la vida y la salud principalmente de las mujeres más pobres e indigentes de la Argentina.
Cristina Fernández en este terreno tiene una llave importante para convencer a sus legisladores. Además tiene la polenta necesaria para avanzar en temas espinosos. Ya lo demostró con el matrimonio igualitario, la Asignación Universal y la Ley de Medios.
¿Se jugará en esta?
Pero sería darle algo al pueblo que ella no quiere para él... ¿Estará dispuesta a hacerlo?
ResponderEliminarNo sé, ya no me sorprendería nada.
Creo que hay que pensar que el aborto con o sin ley se practica, y las mujeres de menos recursos son las perjudicadas. Se debería dar libertad de conciencia y como no es obligatorio sino una decisión personal, no debería ser vetado. Me pasa lo mismo que a Eva. Lola.
ResponderEliminarSe puede impulsar una Ley tan espinoza como esta , despues de una dura batalla como el Matrimonio Igualitario?
ResponderEliminarSeamos sensatos , paso a paso...no precipitemos una justa lucha , seamos profundamente sabios para avanzar.
Aclará que la Universidad de Buenos Aires está regida por un montón de idiotas con los cuales la mayoría de la Universidad de Buenos Aires NO CONCUERDA. LA UBA no dijo nada, los tontos que dicen hablar en nombre de la UBA dijeron.
ResponderEliminarHay una forma MUY fácil de poner un límite: Se mide, de todos los embarazos no queridos, los que terminan en una persona de N años (digamos N = 21). De ahí se arma la estadística de cuánto porcentaje de ellos desearía no haber nacido. Después se toma en cuenta en cuántos de estos casos la madre murió por el parto. Entonces, pongamos el tiempo de gestación máximo para abortar cuando el porcentaje de gente que NO quisiera haber sido abortada sea menor de 50%, y la madre haya vivido.
Mientras se siga discutiendo con opiniones que no se pueden contrastar, es una discusión entre estúpidos.
Muy honrada Gerardo de que hayas tomado mi comentario para hacer un post. Realmente no me cierra lo de Cristina, ni lo puedo creer, ni lo quiero creer. Creo que es una estrategia, imagino que no quiere dar comida a los chanchos. Pero no me imagino a la Presidenta sin regocijarse junto a sus hermanas de género después de ser sancionada por el Congreso una Ley del Aborto libre y gratuito, como hizo con los homosexuales cuando se votó la ley.
ResponderEliminarSin embargo no hay que deseperar respecto a la ley, porque tiene que suceder como con el matrimonio gay, el proyecto no es del oficialismo y será votado también por la oposición.
Lo que no soportaría es que Cristina le pidiera al bloque oficialista que votara en contra. O que la vetara.