Puedecolaborar se acerca con estas líneas a un nuevo libro que acaba de aparecer: Firmenich, la historia jamás contada del jefe montonero.
ESE ABUELO LLAMADO PEPE
Por Alberto Ferrari
Ya es abuelo porque su hijo Mario Javier le dio un nieto en 2005 en Córdoba. Todavía da clases en la Universidad Rovira i Virgili de Barcelona, pero le redujeron la carga horaria después de los 60 años. Y ya tiene 62, aunque su cabellera todavía se mantiene espesa. Vive en la localidad catalana de Vilanova i La Geltru, de 60 mil habitantes y que le demanda varias horas de viaje hasta los claustros universitarios.
Cualquiera diría que es un profesor universitario más, a punto de jubilarse. Que extraña a su nieto y su patria de origen, Argentina. Pero no es uno más. Es Mario Eduardo Firmenich, convertido en el icono de la “violencia irracional” y contracara del dictador Videla en la teoría de “Los Dos Demonios” que inauguró el gobierno de Raúl Alfonsín.
Firmenich tiene desde ahora su biografía no autorizada, escrita por los periodistas Felipe Celesia y Pablo Waisberg, quienes entrevistaron a más de cien personas que conocieron o compartieron militancia con el ex jefe montonero.
"Algunos argumentaron que no valía la pena hablar de Firmenich, otros apelan aún a la verticalidad y a los códigos de la organización. Muchos suponen que traicionó a la causa y fue desleal con sus compañeros. Pero también están aquellos que reivindican a Montoneros como una gesta heroica. Por ejemplo, el ex canciller Rafael Bielsa afirma que Montoneros fue lo mejor que le pudo pasar en la vida", explicaron los autores.
Firmenich, por supuesto, no aceptó entrevistas para el ensayo y prefiere el silencio, porque "tiene una visión conspirativa y supone que detrás de cualquier libro sobre su vida se esconde la intención de perjudicarlo", explicaron los autores.
El muro del silencio se extiende a sus familiares y alguna vez afirmó que escribir sobre él o sobre Montoneros es una tarea reservada para alguien que hubiese militado en la organización. En alguna ocasión mencionó a Rodolfo Walsh, asesinado por la dictadura en 1977. Se supone que la cita fue una figura alegórica, pues ya estaba desaparecido.
Celesia y Waisberg nacieron entre 1973 y 1974, cuando recién se destapaba la violencia política entre “las formaciones especiales” y la derecha peronista y la Triple A. Por eso su visión de los acontecimientos es más desapasionada y tampoco está contaminada.
"Buscamos despegarnos de la imagen del sangriento comandante revolucionario repulsivo para el promedio de los argentinos", explicaron Celesia y Waisberg, para quienes a Firmenich todavía "se lo juzga moralmente, pero no políticamente y sobre preconceptos que no están confirmados" como su supuesta condición de doble agente o las presuntas negociaciones secretas con la dictadura para salvar a su mujer, encarcelada en Buenos Aires desde 1976 a 1982.
Precisamente, el libro aborda un aspecto desconocido de “La Negrita”, la mujer de Firmenich, acusada de colaborar con sus carceleros por otras presas montoneras, mientras estuvo detenida en Devoto. También suena extraño y tampoco hay respuesta para los autores, que la dictadura la hubiese “blanqueado” después de dos meses de desaparecida.
La investigación también desmitifica una de las leyendas tejida sobre la fortuna acumulada por los jefes Montoneros con el dinero de los secuestros de la década del 70, pues la austeridad acompaña a Firmenich, Roberto Perdía y Fernando Vaca Narvaja, los tres dirigentes históricos.
"Revisamos el patrimonio de Firmenich y no hay nada sospechoso. Su casa la compró con una hipoteca de 147 mil euros a treinta años y se radicó lejos de Barcelona porque es más barato el costo de vida. Incluso detectamos que tuvo problemas económicos", afirmaron los autores.
El ensayo explica que 14 millones de dólares de los secuestros millonarios fueron entregados al banquero David Graiver, quien murió en un accidente de aviación en México en agosto de 1976, aunque algunas hipótesis recientes aseguran que su avión privado fue saboteado con un explosivo a bordo.
Otros 15 millones de dólares fueron depositados en el Banco Nacional de Cuba, de donde nunca pudieron recuperarlos aunque el gobierno de Fidel Castro a cambio les dio apoyo político y asilo.
Justamente en Cuba, funcionó la “guardería” de Montoneros, para los hijos de los militantes que volvieron al país durante la contraofensiva. Y fue un tema “sensible” recuerdan los autores, porque algunos de los dirigentes no querían que esos niños fueran entregados a familiares de las víctimas que odiaban y denostaban a la organización. Firmenich fue quien impuso que “nosotros no podemos hacer lo mismo que los militares con los hijos de nuestras compañeras”, explican en el libro.
Así como Firmenich es sinónimo de "terrorista" para la derecha argentina, durante el exilio gozó del apoyo del actual presidente brasileño Ignacio Lula Da Silva, del varias veces candidato presidencial de ese país, el socialdemócrata Leonel Brizola, del Partido Socialista francés encabezado por Francois Mitterrand, del cantante catalán Joan Manuel Serrat y de los escritores Julio Cortázar y Juan Gelman, entre otras personalidades, sin contar el previsible acompañamiento “revolucionario” del Frente Sandinista nicaragüense y la OLP palestina.
Lula Da Silva, por entonces dirigente sindical y emergente líder del PT, encabezó en Brasil las marchas contra su deportación a la Argentina en 1984 y el Consejo Deliberante de Río de Janeiro el 3 de noviembre de ese año lo declaró "ciudadano honorario", distinción que recibieron sus padres, pues ya estaba detenido en una cárcel de Argentina, donde permaneció hasta el indulto del ex presidente Carlos Menem en diciembre de 1990.
Joan Manuel Serrat le dedicó una canción a Montoneros y participó de sus festivales solidarios en el exilio español y el ex presidente Mitterrand y el partido socialista francés acompañaron sus campañas contra la dictadura.
Pero, fue México la "segunda casa" de la conducción de Montoneros, por la cantidad de argentinos exiliados y la tolerancia del gobierno de ese país a sus actividades.
Ese abuelo argentino que camina por el paseo Roges y entre las palmeras de Vilanoba I la Geltru sabe que nunca le será fácil volver a su tierra. En marzo de 2010 volvió “La Negrita” para saludar a familiares, amigos y compañeros de otros tiempos. Firmenich se animó solo hasta Montevideo, a la espera que evolucionara la salud de sus ancianos padres y dispuesto, en caso de fallecimiento, a ingresar al país. Pero no hizo falta.
La reapertura del expediente de la muerte de Rucci por el juez Ariel Lijo a causa del libro de Ceferino Reato le impone movimientos acotados.
Por eso ha evitado invitaciones del exterior, incluso de universidades chinas, donde pudo exponer aquella tesis doctoral en la que tuvo de Tutor al Premio Nóbel de Economía, Joseph Stiglitz.
Montoneros seguirá siendo un descalificativo político vociferado por la derecha y que Diego Capusotto ha ridiculizado en sus videos. Sin embargo, como recuerda el ensayo, también Hebe de Bonafini, titular de Madres de Plaza de Mayo, alguna vez calificó de "traidor" al ex jefe montonero.
La verdad que el libro promete. El personaje estaba esperando un autor a su medida y Waisberg y Celesia demostraron con "La ley y las armas" que están muy por encima de la mayoría de autores de libros de investigación de los últimos 20 años.
ResponderEliminar...tengo el libro, lo estoy leyendo, leí el que los mismos autores dedicaron a Ortega Peña; no iría tán lejos como gato pero tampoco va tan mal...lo que sí no comparto en absoluto -con el autor de la nota- es que Capusotto 'ridiculice' a Montoneros (supongo que el autor se refiere al personaje 'Bombita Rodriguez')...
ResponderEliminarno me refiero a "renuncie duhalde montoneros"
ResponderEliminarme encante el bombita rodriguez.
af
ACLARO COMENTARIO ANTERIOR PUES ES CONFUSO
ResponderEliminarNO, me me refiero a bombita. sino al personaje de capusotto cuando grita "bilardo montonero, renuncie" o "duhalde montonero...".
fueron los propios autores durante el reportaje
quienes indicaron, divertidos, como el insulto de la derecha se vuelve ridiculo....
ACLARO COMENTARIO ANTERIOR PUES ES CONFUSO
ResponderEliminarNO, no me refiero a bombita. sino al personaje de capusotto cuando grita "bilardo montonero, renuncie" o "duhalde montonero...".
fueron los propios autores durante el reportaje
quienes indicaron, divertidos, como el insulto de la derecha se vuelve ridiculo....
Firmenich es la expresion de un momento argentino.
ResponderEliminarLa conduccion de su movimiento estuvo signada por el vanguardismo militarista y una lectura de la realidad completamente distanciada de lo que se vivia en el pais.
Esa lectura le costo la vida a miles de militantes y simpatizantes del movimiento que el encabezaba junto con Perdia y Vaca Narvaja
Entiendo que si su hubiera planificado una retirada del pais de manera ordenada la cosa hubiera sido muy distinta
Igual critica le cabe a Roby Santucho y la conduccion del ERP
La unica diferencia es que de esa conduccion no sobrevivio casi nadie.
Pero en historia no se puede decir
¿que hubiera pasado si?
No se, nunca fue santo de mi devocion
demasiado "milico" y sectario para mi gusto
Hago más las palabras de Nando Bonatto.
ResponderEliminarSaludos
¿Por qué Firmenich está parado delante de la bandera de Guatemala?
ResponderEliminarEl compañero Mario Eduardo Firmenich, es un patriota, revolucionario y peronista, que siempre se jugó por el pueblo. Mas allá de lo que digan muchos intelectualoides y ex militantes quebrados, el "Pepe" siempre tuvo (y tiene) una conducta intachable.
ResponderEliminarEugenio Luis Germino.
Peronismo Revolucionario.
Firmenich es un cobarde y un traidor a la causa y a sus compañeros. Mandò impunemente al muere a decenas de jòvenes a cambio de lo insòlito: blanquear a su mujer presa. ¿Socialista??? Este cipayo -que pasò verguenza en Nicaragua- financiò y apoyò la candidatura de Menem a cambio del indulto. Me darìa repulsiòn tener a semejante inmoral como profesor.
ResponderEliminarEste vergonzante sujeto llamado Firmenich es un digno hijo de ese milico llamado Juan Peròn. Sòlo sumò desgracias a este paìs.
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