martes, 31 de agosto de 2010

El día que Mercedes Benz entregó a sus obreros

La responsabilidad de José Rodríguez y Ruckauf


Hace ocho años entrevisté a Gaby Weber, periodista, nacida en Alemania y que acababa de estrenar su documental titulado "Milagros no hay. Los desaparecidos de Mercedes Benz". Quería compartir con los lectores de Puedecolaborar este texto a propósito de todo el debate que se está dando por Papel Prensa y las empresas que durante la dictadura quedaron manchadas de sangre.

Por Gerardo Yomal

(tiempo del lectura 3´)

-En su investigación periodística se denuncia a la empresa Mercedes Benz por su responsabilidad en la desaparición de obreros de su planta durante la dictadura militar. ¿Cómo es esa responsabilidad?

-Hay una responsabilidad política. Ellos colaboraron con el régimen; el mayor cliente era el Ejército argentino. También, según los testimonios de los directores, se sabe que ellos durante los almuerzos charlaban abiertamente sobre cómo funcionaban "los grupos de tareas". Y había mucho contacto social y económico, y vendieron muchas armas al Ejército; esa es la responsabilidad política. Pero aparte de eso también hay causas penales que están abiertas. Tenemos testimonios que inculpan directamente a los gerentes de la fábrica de haber entregado las direcciones de los obreros a la represión. Una cosa es la responsabilidad política, que eso ya ni se discute; la otra es llevarlos a la Justicia penal para juzgarlos como parte de la represión, como parte de lo que pasó.

-Entonces hay una responsabilidad directa, al haber entregado los nombres de los trabajadores que ellos consideraban "revoltosos" al Ejército, que posteriormente los secuestró y los hizo desaparecer...

-Sí, un director de la empresa, que fue llamado a la Corte, también lo reconoció; él entregó los nombres con sus direcciones privadas a la represión. Por supuesto que en esa lista no dice "hay que matar y torturar", simplemente los vinculan con la "subversión". Lo otro que está ya en la justicia son los testimonios de los obreros que fueron secuestrados bajo la supervisión de todos los gerentes en la fábrica misma y llevados a los campos de concentración. Y en ese momento, el gerente de producción entregó nombre y dirección de un compañero de trabajo, de un obrero, a los policías que estaban ahí, y esa misma noche ese obrero fue secuestrado y hasta hoy en día no se sabe nada de él.

-Donde también hubo una gran complicidad (que aparece en su investigación) es en el sindicato de mecánicos que maneja José Rodríguez. Aparece en su película diciendo que él no recordaba muchas de las cosas que pasaron en aquella historia...

-El mismo José Rodríguez y los otros sindicalistas hacen lo mismo que los represores y los gerentes. Se refugian en su memoria, dicen que ha pasado mucho tiempo... pero los documentos están. Y uno de los documentos, por ejemplo, es el convenio que firma Smata en el Ministerio de Trabajo antes del golpe, cuando Ruckauf era ministro de Trabajo; y lo firma con la patronal, y la patronal se compromete a pagar el 1% de la venta de sus coches para "la erradicación de los factores negativos en la fábrica". Firmaron eso y pagaron...

-Había un triángulo político de complicidad entre la empresa, el gobierno y el sindicato...

-Sí, y después del golpe militar, con los militares. En la Justicia hay una denuncia penal por asociación ilícita que lleva el doctor Monner Sans por los familiares de los desaparecidos. Y ahí él inculpa a la empresa, a Smata, a los militares y de alguna manera también a Ruckauf de haber formado una asociación ilícita que tenía el propósito de hacer desaparecer a los obreros.

-Incluso en la propia Alemania hay mucha presión sobre los grandes medios para que esta historia no salga a la luz pública.

-Están silenciando mi película. En todos los canales privados es imposible porque ellos no se van a meter con un cliente para no perder los avisos, ahí no hay libertad de prensa. Hay muchos canales públicos, pero el peso del gobierno todavía es muy fuerte. Y ahí estoy... espero que haya un poco de autoestima en el periodismo. Pero es muy difícil porque Mercedes Benz hoy es de Daimler Chrisler, que maneja el mayor complejo militar. Y va a utilizar (y ya lo probó durante los cuatro años que llevo la investigación) todo su poder para hacer callar las cosas.

-Otra de las paradojas de su investigación es que Mercedes Benz donó instrumental para Neonatología de un hospital militar en Campo de Mayo.

-Sí, eso dice el mismo director de Asuntos Jurídicos en el juicio.

-Paradójicamente, con ese instrumental se hacía tener familia a mujeres que estaban secuestradas en Campo de Mayo...

-Y que después obviamente fueron torturadas y asesinadas y siguen desaparecidas hasta hoy en día. Después, ya en democracia, se encontró a los médicos que estaban en servicio en campo de Mayo en el Hospital Militar y ellos se quejaron mucho de que al inicio, cuando trajeron las presas que estaban embarazadas, tenían muy pocos recursos técnicos. Porque claro, en un cuartel no hay ese tipo de medicinas ni de instrumentos. Entonces se quejaron y ahora sabemos que las donaciones de Mercedes Benz ayudaron mucho a la infraestructura técnica de ese campo de tortura.

3 comentarios:

  1. Realmente lo que no publican los medios sale en los blogs que permiten filtrar estas noticias. Quiero destacar que es porque ahora los militares responsables del genocidio están siendo juzgados que se puede publicar sin temor. Con esos delincuentes sueltos era muy difícil hablar. Recordemos a Julio López. Felicitaciones Gerardo.

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  2. Básicamente coincido con Pablo A.
    Es horrorizante la cantidad de gente que colaboró con la dictadura sin estar obligados...
    Saludos

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  3. Convengamos que una parte importante de la sociedad dio cierto aval al golpe lo que no significa automaticamente que se reivindicara los campos de concentración y los desaparecidos. Sí se generó un consenso hacia los militares y en muchos casos se hizo silencio o se miró para otro lado. Lo de Papel Prensa sirve entre otras cuestiones para mirarnos en nuestra historia y ver de qué la jugó cada sector.

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