jueves, 19 de agosto de 2010

La barbarie opositora logró lo que Magnetto le pedía

Cómo la mafia mediática jugó con los jubilados

Por Pablo Caruso

Ya pasaron los patos haciendo lo suyo. Con el mandato de las corporaciones, y no sólo de las barras bravas mediáticas, la posibilidad de un aumento de sueldo para los viejos va camino a vía muerta. No hay discusión sobre el tema, o porque quede trunca en el senado, o porque va directo al veto, sin lugar a dudas. Y sin opción, aunque las hubo.

La gran mezquindad política, la vergüenza cultural de cierta parte gruesa de nuestra representación política, es que nadie ignora ese detalle.

En el debate de ayer, el que empezó el 18 y terminó el 19, todos sabían que lo que estaba en juego no era el 82%, sino la descapitalización / deslegitimación del gobierno. Limarle con diente grueso la trabajada recuperación política, económica y simbólica después de la derrota del 2009. Nunca, pero nunca, se discutió en serio por uno de los sectores más desprotegidos de nuestro tiempo, y es que el objetivo no era conseguir la ley -Dios nos libre y guarde- sino el juego de su bloqueo, al que se ve obligado por esencia el oficialismo. Y esto sin vergüenza de la mafia mediática, que durante todo el día anterior, y quién sabe cuántas veces de aquí hasta la sesión en el senado, le enrostró al necesitado la posibilidad en cifras concretas, con modernos recuadros e infografías. Es como si a un hambriento le mostraran en 3D un banquete que pronto se podría comer, a sabiendas de que nunca llegará. Hace rato que no veíamos una bajeza tan cobarde.

Hablando de banquetes, la barbarie opositora tuvo el triunfo parlamentario que Magnetto, en nombre de varios otros cocineros, les pidió en su propia mesa: 1 a 0. Y además, fuerzan al gobierno a votar en contra o vetar: 2 a 0, y no se comprende porqué no le ofrecen a Bilardo comandar el bloque. O al menos una comisión.

Para el gobierno, es preanuncio del desafío 2011. Si le siguen buscando el flanco izquierdo, que se prepare para romper los buenos modales frente a las corporaciones porque no le va a quedar otra que profundizar. Tal vez el análisis sea corto, y ese desafío llegue mucho antes. Es cierto, no seamos injustos: ninguno de los dos sectores mayoritarios estuvo dispuesto a sacar de los bolsillos de los más ricos para dar a los más pobres. Sectores minoritarios con cierta reserva de lucidez pusieron posibilidades sobre la mesa que nadie quiso utilizar: restitución de aportes patronales que Menem y Cavallo serrucharon en los 90; eliminación de exenciones impositivas a la compra venta de acciones; impuesto a las ganancias especulativas; impuestos a intereses de depósitos bancarios; impuestos a las ganancias y sueldos de jueces y funcionarios.

Para el gobierno es un frente político incómodo; para la oposición A es estricta incompatibilidad ideológica. Tanto como decir a cara rota que buscan devolver a los jubilados lo que ellos mismos les quisieron sacar no hace muchos años atrás, y que se resistieron a devolver mientras defendían a las AFJP.

Nadie se le anima a las corporaciones; el gobierno sólo las ha embestido cuando se sintió cercado, y este es quizá el desafío político más importante para los próximos años. Lo bueno es que mientras la estrategia opositora sea correr por izquierda, la riqueza de los debates puede elevarnos el piso de discusión. Lo malo, malísimo, es que hay una cultura política perversa, cínica, y para peor, mediocre. “Default ideológico” le llamó la presidenta. Una de las definiciones más brillantes que se han escuchado sobre nuestro tiempo político en boca de tamaña figura.

Ya pasaron los patos haciendo lo suyo. Y tienen cómplices de lo más variopinto.

2 comentarios:

  1. estos si que son buenos alumnos eh? pero faltan algunos mas, a mi me parece que la medalla de honor hoy es para pino solanas que logro desbancar a carrio del cetro de chapita.

    ResponderEliminar
  2. muy buena nota. Bien claro en lo que vivimos cotidianamente en las construciones de poder en este pais.

    Construccion que lamentablemente solo pasan por lo mediatico y no lo populr y nacional.

    ResponderEliminar