lunes, 23 de agosto de 2010

Milagro Sala: “No soy la perrita fiel de los Kirchner”

Es una hacedora y con ovarios, seguramente muy difícil de domesticar. No pasará desapercibida en los próximos años porque lo suyo es ayudar a cambiar la realidad de los que menos tienen. Los “negritos” y “cholitos” no podían entrar en las piletas de Jujuy porque los rechazaban por sus piojos. La Tupac construyó sus piletas, con agua caliente, para lo que los sectores dominantes denominaban la “lacra” de la sociedad. Otra vez una mujer a la que hay que prestarle atención a la que no le gusta que la comparen con la Madre de Teresa de Calcuta.

-¿Usted es un ángel o un demonio?

-Depende. Para la oposición, soy el demonio. Y si es para algún sector donde estoy todos los días, soy una buena persona. Muchos de los que dicen que soy el demonio es porque no tienen cómo justificar ante sus propias bases que nunca hicieron nada. Cuando comenzamos a trabajar, no queríamos centros vecinales ni partidos: trabajamos con lo peor de lo peor de Jujuy. Con aquel que se drogaba, con el que había dejado de estudiar, con aquel padre que no tenía trabajo y al que en la villa lo trataban de lacra. Comenzamos a trabajar con cuadros nuevos y con nuestro estilo. Cuando venían los punteros les decíamos que íbamos a trabajar con ellos siempre que dejaran la camiseta afuera de nuestra sede. Y no nos fue mal. Porque muchos que comenzaron a militar en la Tupac tuvieron que dejar lo malo afuera y entendieron que teníamos que trabajar juntos.

-Con respecto a su aspecto demonizado, ¿se hace cargo de su fama de violenta?

-Tenemos pruebas de que los que nos acusan de violentos son más violentos que nosotros. No les convienen las cosas que estamos haciendo. En esta Argentina muchos están acostumbrados, tanto de la oposición como del oficialismo, a que la plata recibida desaparezca en el camino. Hay funcionarios que dicen: "Tenemos que ir a Jujuy para ver cómo trabaja esta mujer, por qué la gente está construyendo casas". Es simple: para muchos compañeros era el sueño de su vida tener una vivienda propia. Ahí es donde vemos que éste es el camino... No digo que soy el ángel de la guarda ni la Madre Teresa de Calcuta...

-¿Por qué la campaña en su contra? ¿A quién molesta su agrupación?

-Hay muchos a los que les molesta que en algún momento hayamos dicho que algunas cosas de los Kirchner nos gustan y otras no nos gustan. No tenemos por qué estar escondiendo nada. Somos agradecidos cuando nos dan algo, pero cuando tenemos que cuestionar, cuestionamos. Nadie nos puede decir que nos "comemos" la plata. La AGN [Auditoría General de la Nación] fue dos veces a Jujuy a verificar nuestras obras. Se dio cuenta de que no sólo hicimos viviendas sino mucho más: 18 polideportivos con piletas de natación, cancha de básquet, de fútbol, un centro de salud para chicos discapacitados. Tenemos un tomógrafo, un colegio secundario, una escuela primaria, ahora estamos con el terciario.

-Usted dijo que no era el "perro fiel" de los Kirchner, pero depende de sus fondos, ¿no?

-No en todo. Dependemos de la Nación para la construcción de viviendas. Las cinco fábricas que tenemos nos dan fondos. Tenemos que salir al mercado comercial para poder tener ganancia. ¿Sabés por qué tenemos las fábricas? Somos conscientes de que no nos vamos a pasar toda la vida construyendo viviendas. Y de que no toda la vida van a estar los Kirchner y de que para nosotros la autonomía es lo más importante.

-Aunque usted haya pedido públicamente diez años más de kirchnerismo... Por lo visto, lo va a votar en 2011.

-Sí, porque la oposición critica, critica y critica sin dar una alternativa. ¿Cómo se les puede creer a algunos partidos si hace unos años le han descontado a los jubilados el 13% y ahora dicen que quieren el 82% móvil? En Jujuy, la semana pasada salimos a pelear para que no aumentara el agua, y lo logramos. Ahí demuestro que no soy la perrita fiel. Con el gas, lo mismo: hicimos una marcha grandísima, nos sentamos a hablar con los funcionarios y les dijimos: "¿Ustedes quieren aumentar? Salgan a buscar subsidios, no vengan a meter la mano en el bolsillo de los que menos tienen". Cuando hay que aplaudir aplaudimos y cuando hay que discutir, discutimos.

- ¿Le molesta que le digan piquetera?

-Los respeto, pero no somos piqueteros. Nunca hemos cortado rutas. Porque el taxista, el camionero, el colectivero, el que necesita ir a trabajar no tiene por qué pagar los platos rotos de las necesidades de la gente. Estamos acostumbrados a que cuando hay un conflicto en la Legislatura, nos vamos ahí a protestar. Voy a decir algo más: yo quiero hacer la revolución, pero no con armas ni con violencia, quiero la revolución en las cabezas para que el compañero que vive en la villa cambie de mate (se toca la sien derecha), que entienda que puede salir de la villa si se prepara, si estudia, y que puede tener la misma camioneta que aquella persona que trabaja las 24 horas.

(Nota completa en http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1296827)

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