POLITICAMENTE NO EXISTIÓ EN LA CAPITAL / MACRI NO ES MUY DIFERENTE DE SCIOLI O GIOJA / SINDICALISTAS DOCENTES QUE SE LLENAN LA BOCA CON LA EDUCACIÓN PÚBLICA, MANDAN A SUS HIJOS A ESCUELAS PRIVADAS
Puedecolaborar publica fragmentos de una nota que nos envió el escritor y periodista Teodoro Boot
Por Teodoro Boot
La campaña tuvo sus problemas y Filmus, sus características personales, que no lo hacen muy carismático que digamos, pero nadie que esté cuerdo puede pretender que en una campaña electoral se llene el vacío de por lo menos cuatro años de ausencia de política kirchnerista en la capital. El kirchnerismo no existió y mucho menos en el poder legislativo, un lugar importante de disputa, debate y orientación de su abundante y desorientado activismo.
El cuadro “ideológico” o cultural del votante medio de Buenos Aires es común al de todo el país, o al menos a la cada vez más extensa zona “pampeana”, digamos mejor, cerealera. Y la mayor parte de los gobernadores no se diferencian esencialmente de Macri, sino sólo cosméticamente: Macri es apenas más brutal. Y se opone directamente a la casi totalidad de las políticas nacionales, a diferencia de Binner o Schiaretti, que se oponen apenas a las más importantes.
Desde un punto de vista ideológico, no hay mayores diferencias entre Macri y Scioli, Binner, De la Sota, Juez, Capitanich, Urtubey, Das Neves, Verna, Marín o Gioja. Lo que hay es una mayor o menor dependencia del Estado nacional y una construcción política más o menos acabada, que en todos los casos se basa en tres pilares: los sectores muy marginados, la clase media baja y la clase dirigente. Según las provincias, con parte de los sectores marginales y de los sectores medios, más la clase trabajadora, y porciones de la clase dirigente alcanza para que un conservadurismo popular venza a una derecha desembozada. En Buenos Aires no, porque la “base popular” de la ciudad es la clase media baja, profundamente reaccionaria, cipaya y xenófoba y la influencia de la clase trabajadora organizada es ínfima.
Observo lo que está haciendo Nilda Garré y es de lo que estoy hablando: en los hechos la concepción del kirchnerismo respecto a la seguridad, en todos sus aspectos, debe ser superior y más efectiva que la de la derecha. Si no, puro jarabe de pico “progresista”, fenómeno para tranquilizar las conciencias pero cuya inoperancia y duplicidad moral se da en que quienes hablan de la seguridad organizada según la vigencia de los derechos humanos viven en el mejor de los casos en barrios de clase media de Capital, en edificios con seguridad privada, y no en Lugano o Soldati; se atienden en prepagas y no en el hospital público; y en muchas ocasiones se dan casos, vergonzosos casos, en que los hijos de funcionarios, dirigentes ¡y hasta sindicalistas docentes! que se llenan la boca con la educación pública, mandan a sus hijos a escuelas privadas.
Parcialmente de acuerdo con Boot, supongo que por peronismo intrínseco, pero si sirve como colaboración, les envío otro enfoque: http://adandeucea.blogspot.com/2011/07/k-tarsis-posterior.html
ResponderEliminarSaludos.
no comparto eso de que todos los gobernadores son iguales, me parece una vision hiper reduccionista y falaz, recomiendo a Teodoro Boot que pise el interior cada tanto antes de hablar, que me venga a decir que Saiz es lo mismo que Scioli me parece ridiculo, las escuelas (entre algunas otras cosas) Scioli las hizo mal que le pese, en Rio Negro venimos soportando esta lacra radical hace 28 años y no hacen un carajo.
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