“IMBECILIDAD ESTRUCTURAL”, CLARÍN Y TIEMPO ARGENTINO
Opinión
Por Franco Spinetta
Está claro que los poderes que se enfrentan al kirchnerismo no iban a quedarse de brazos cruzados. Está claro que se esperaba un embate político-mediático fuerte, con protección a ultranza de figuras opositoras y el intento de destrucción del relato del Gobierno. Está claro, lo esperaba todo el mundillo. Ahora, lo que nadie se esperaba era que el kirchnerismo cometiera una grave serie de errores hacia adentro: el armado de las listas, la elección de candidatos, las pésimas campañas y sobre todo los problemas para comunicar.
El Gobierno ha logrado convencer a un núcleo importante de la sociedad. Para eso ha servido 678, los blogs, Víctor Hugo Morales, Página12 y el Grupo Veintitrés. Pero vuelve a fallar en la llegada a un sector intermedio, las clases medias-bajas que no consumen medios como los mencionados y que, en definitiva, son los menos beneficiados con el "modelo": cobran un sueldo respetable, pero que no les alcanza para acceder al confort y mucho menos a una vivienda (principal déficit). "Doña Rosa" existe y es muy permeable al humor social.
La batalla por el sentido común se da minuto a minuto con la derecha. Cuando parecía que el Gobierno había encontrado la forma de llegarle (la muerte de Néstor Kirchner tuvo mucho que ver) a esa clase, la cosa se empezó a complicar. Y ahora, ése mismo sector de la sociedad le cree a Mauricio Macri cuando va a lo de Susana a mostrarse con su mujer embarazada y pide no hablar de política porque está cansado de las confrontaciones.
Lo que Ricardo Forster llama violentamente como "imbecilidad estructural" es creer que con un producto como Tiempo Argentino se va a llegar a disputarle un lugar a Clarín porque sea parecida su diagramación.
No puedo estar más de acuerdo, creo que es la madre del borrego.
ResponderEliminarSaludos
Tal cual!
ResponderEliminarMe parece un error entrar en esta desesperación mediático-política por los resultados en Capital y Santa Fe, sin hacer otra lectura. El gobierno, que gestiona y comunica a mi modo de ver mejor que en el 2008-primer semestre 2009, acaba de subir 18 puntos en Capital y 13 puntos en Santa Fe (23 si se tiene en cuenta a ME Bielsa), en relación al 2009. Es decir, la disputa en el plano de la comunicación con la derecha no está mostrando un único resultado, que permita afirmar el gobierno "articula mal políticamente, comunica mal, las campañas son malísimas". Me parece que la pasión del momento es la Prudencia y el objetivo es hacer análisis más complejos de la disputa, no centrados en señuelos y trampas como "el alma de doña rosa". Nosotros no le tenemos que "hablar a doña rosa", tenemos que tener un discurso para que no exista esa figura pasiva y conservadora de "doña rosa", un discurso que combierta a la población en sujetos "de derechos y de protagonismo". Y eso se puede, y eso se ha venido haciendo con éxito, me parece. Un ejemplo muy bueno es la campaña comunicacional del ANSES.
ResponderEliminarAbrazo,
Esteban
La grave serie de errores (lo que algunos denominan "fuego amigo") que el autor de la nota le atribuye al kirchnerismo es discutible. Partamos de la base que de todas las elecciones que se realizaron hasta ahora, Capital y Santa Fe eran las más favorables para la oposición. En Capital se eligió al candidato que mejor medía. Y en Santa Fe Rossi ganó su postulación en buena ley, en internas irreprochables. El armado de las listas, surgido de roscas políticas o del dedazo de Cristina, no constituye novedad alguna ni difiere demasiado del resto de las fuerzas. ¿o acaso en el PRO no funcionó el dedazo de Macri? Eso es algo que a las "Doñas Rosas" les resbalan en el momento de decidir el voto. Las campañas fueron flojas, no hay dudas, pero una campaña más atractiva tampoco iba a cambiar mucho la situación ante un candidato que repartía globos y otro que contaba chistes y anécdotas. Fueron dos derrotas duras, y no hay que soslayarlas, pero tampoco hay que entrar en pánico. San Martín también tuvo su Cancha Rayada. El 23 de octubre es la fecha. Ese día se disputará la madre de todas las batallas. Y no se divisan Macris o Del Sels del otro lado que puedan provocar un terremoto político.
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