jueves, 23 de septiembre de 2010

Sólo dos periodistas de treinta leyeron lo de Carrasco

ASESINO POTENCIAL/BLOGUERO KIRCHNERISTA/SU CUENTO “UN ASCO”/EL FIN DEL PERIODISMO


Por Rubén Levenberg

Ayer jueves pedí que me borraran de una lista de intercambio de periodistas. El motivo: Descubrí, a raíz del “caso de Lucas Carrasco” que sólo dos de los 30 o 40 que escribieron sobre el tema habían leído el cuento que provocó las iras de Alfredo Leuco. Grandes, pequeños y medianos periodistas profesionales esgrimían su dedito cibernético para pedir sanciones, castigos, investigaciones, declaraciones y penas varias para el bloggero Carrasco, pero nadie, salvo yo, sabía realmente de qué se trataba, porque había leído el cuentito. A riesgo de que pidieran castigo para mí por defender a un bloggero kirchnerista y asesino potencial, traté de explicarles que era una pavada y que había problemas realmente importantes en la profesión como para ocuparse de un cuento escrito por un tipo en un blog.
Nada. No comment. Siguieron los pedidos de juicio y castigo a Carrasco. Hasta que uno de los colegas, tal vez el más serio de todos, entró al sitio y dijo, palabras más, palabras menos, que el cuento era un asco pero que no era una amenaza ni por casualidad.
Inmediatamente, los abanderados de la Santa Inquisición comenzaron a esgrimir nuevamente su dedito para sancionar, castigar y proponer declaraciones contra el bloggero, porque no había tenido el cuidado debido para escribir, porque era mal cuentista, porque no era periodista. Faltaba que alguien dijera “por algo será”.
Mi temor: ¿Será que cada vez se leen menos libros, cada vez se lee menos y los periodistas se han acostumbrado a informarse por Google Noticias, por un copete de algún diario o por la columna –o parte de ella- de algún periodista u opinólogo de moda? Parecería que se sacan conclusiones, se escriben notas y se “informa” en los medios a partir del sentido común y del “se dice”. Afortunadamente no son todos, pero en cualquier momento algún profesional hace una investigación sobre el tema y nos termina de amargar a todos. Como decía Tato, “Good Show y vermouth con papas fritas para todos”.

7 comentarios:

  1. El grado de estupidez colectiva que está denotando este tema es impresionante.
    Un Abrazo

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  2. En un principio creì que todo el asunto terminaría minando la blogòsfera pero creo que con el correr de las horas està dejando en evidencia cada vez màs a los periodistas.

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  3. Y Lanata???? Leyo o no leyo???
    Nacho

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  4. "traté de explicarles que era una pavada y que había problemas realmente importantes en la profesión como para ocuparse de un cuento escrito por un tipo en un blog."

    Si, como no saber leer, o directamente opinar y construir opinión sin tener idea de lo que se está hablando. Estos son los mismos periodistas que se escandalizan cuando los jóvenes responden cualquier barbaridad, ante la pregunta más tontona, o realizan informes en los que se preguntan ¿dónde va la juventud? como poseedores de un saber que el resto de los mortales desconocemos.
    Tienen que reconocerlo, no particularmente, sino en general: Los periodistas NO leen y opinan sin saber del tema.

    saludos

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  5. Así es, Gonzalo. No todos son -o somos- iguales, hay comportamientos diferentes, pero a medida que el periodismo se fue convirtiendo en un espectáculo más que en una función social, que la noticia pasó a ser una mercancía y casi diría un "commodity", muchos entendieron que leer ya no tenía sentido. Para mi es un signo de un gran desprecio por el público.

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