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sábado, 17 de marzo de 2012

¿Por qué Moyano y el “Momo” lo atacan a Tosco?

La coherencia de Venegas y un tiro por la culata para el “Hugo negro”
Por Rubén Levenberg
El afiche apareció fijado en las paredes de la ciudad de Buenos Aires y recuerda el natalicio de José Ignacio Rucci, tal como ya se indicó aquí mismo en Puede Colaborar. Lleva la firma de Hugo Moyano, secretario General de la CGT y de Gerónimo Venegas (el Momo) por las 62 Organizaciones. Hasta aquí, llama la atención que se junten el combativo camionero ahora devenido en cuasi opositor y el representante gremial de los peones de campo, hombre cuyo mérito es defender a los empresarios de campo en contra de los peones que lo sostienen. Pero lo peor es la falta de inteligencia –por ser generosos- de los firmantes, quienes para rescatar la figura de Rucci atacan nada menos que a Agustín Tosco, una de las figuras más lúcidas y coherentes de la historia del sindicalismo argentino. Tal vez no sea una incoherencia en Benegas, acostumbrado a marchar por las rutas de la mano de la Sociedad Rural Argentina, pero es al menos un tiro por la culata para Moyano, quien pretende venderse a la sociedad como un gremialista abierto a todos los sectores.  Ay muchachos, si Perón los viera…

lunes, 24 de octubre de 2011

TRIUNFO ELECTORAL: APROVECHAR LA OPORTUNIDAD ANTES DE QUE SE DILUYA


Por Rúben Levenberg
Noticias de ayer

Nadie ignoraba que la presidenta Cristina Fernández iba a ganar las elecciones en la primera vuelta y tampoco que la distancia con el segundo iba a ser enorme. Las dos primeras conclusiones que surgen y que sí son novedosas es que la presidenta va a poder gobernar con el Congreso a favor, a pesar de que hasta ahora demostró que puede gobernar con el Congreso en contra o, lo que es peor, totalmente paralizado por las contradicciones internas de la oposición. 
Quedó demostrado también que tal oposición es tan diversa que no existe en los hechos. Lo que hubo fue un reacomodamiento en los votos: Binner viene a ocupar circunstancialmente y sólo por hacer buena letra el lugar que históricamente ocupa el radicalismo, en imagen pública y casi también en porcentaje de votos. El radicalismo junto a Rodríguez Saá y Duhalde suman el porcentaje que tradicionalmente ha tenido la derecha –o centro derecha- en la Argentina, que suele sumar tanto los votos convencidos del neoliberalismo como los del populismo oportunista.
De aquí en más quedan tres desafíos formidables:
1.- Que el Gobierno aproveche la fuerza que surge de los votos antes de que tal respaldo se diluya. Si pudo gobernar en minoría, debe saber avanzar en medidas audaces como la relativa a extranjerización de tierras y la ley de entidades financieras ahora que tiene mayoría y quórum propio.
2.- Que la oposición se constituya realmente, para lo cual deberá definirse entre la socialdemocracia -que representarán el socialismo de Binner o el radicalismo- y la derecha de Mauricio Macri.  
3.- Que el kirchnerismo defina, aunque tome tiempo, una sucesión para la figura de la Presidenta, que, lejos de lo que piensa una mayoría de “analistas” de los medios masivos de comunicación, deberá ser aún más audaz que la actual gobernante, quien, a su vez, tendrá que mediar entre los diferentes actores políticos y gremiales de su movimiento.

miércoles, 27 de julio de 2011

Julio Nudler: ¡Salud Maestro!


REFERENTE DE PERIODISTAS
Por Rubén Levenberg

En la redacción de Página 12 había un especialista en escribir necrológicas, Salvador Benesdra, quien elaboró su propio epitafio en un libro de 600 páginas, reconocido y admirado sólo después de su muerte. En la misma redacción otro periodista ejemplar, Julio Nudler, también describió su propia muerte, pero no en un libro ni en una necrológica sino en sus quejas habituales sobre los fumadores activos que obligaban a los otros a fumar pasivamente.
Julio Nudler terminó de fallecer un 27 de julio hace seis años, pero había comenzado a morir cuando los humos de sus colegas ayudaron a desatar el cáncer que se lo llevó. Para la prensa canalla sólo vale la pena evocar su figura por aquel casi póstumo debate que provocó su columna crítica contra el entonces funcionario Alberto Fernández. Fue censurado por la dirección del diario en el cual trabajaba, Página 12, y se desató un escándalo justificado por tal injusticia.
Pero aquel acto final de su vida no fue lo único que hizo sino apenas la culminación de una trayectoria. Era un tipo que no adscribía a la frase célebre de Groucho Marx, “Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros”. Economista recibido en la UBA, pasó por redacciones que hicieron historia en el periodismo argentino, como las de La Razón, La Opinión, Clarín y la ya mencionada Página 12.
Nudler fue un periodista destacado, malhumorado, inteligente, riguroso…y a esta altura ya estaría quejándose por el uso excesivo de adjetivos. Escribía como pocos y sus análisis sobre la economía argentina eran como las páginas de la Biblia, aunque no hacían falta demasiadas interpretaciones, porque era muy claro para expresar sus ideas.
Era y es un maestro del periodismo y también un defensor a ultranza de sus pasiones. De ellas, una que creció con el desarrollo de su vida y que fue mucho más que una descarga a tierra: El tango. Escribió, publicó, difundió, discutió sobre tango, tanto como sobre economía y política internacional.
¡Salud maestro!

lunes, 25 de julio de 2011

EL “MILAGRO” DEL SEL


En cuatro meses de Midachi a gobernador…

 

Opinión

Nunca subestimes a un payaso


Por Rubén Levenberg
Corrían tiempos de otro retorno, esta vez ya sin Juan Domingo Perón. Era 1988 y las dos alas de lo que había sido la renovación peronista se enfrentaron en una elección interna para definir quién sería el candidato presidencial del Partido Justicialista.

Antonio Cafiero era para la opinión pública el gran ganador, un hombre histórico del justicialismo que había surgido como lider de la renovación rodeado de un grupo de jefes zonales y regionales al que se denominaba "la Cafieradora". Del otro lado había un oscuro gobernador de La Rioja, exótico, con largas patillas y dificultades muy serias para expresarse, que contaba con un gran carisma y simpatía, por lo cual se había ganado el apodo de "payaso" en la interna peronista.

Hete aquí que en cierta oportunidad, don Antonio Cafiero fue visitado por un menos simpático jefe comunal de Lomas de Zamora quien le dijo sin demasiadas vueltas que quería ser su precandidato a vicepresidente y que lo haría ganar. Cafiero rió y rechazó de plano la propuesta, a lo que el visitante, Eduardo Duhalde, respondió que entonces se iría con el otro precandidato. "Que se vaya con el payaso", dijo Cafiero a sus colaboradores.

Duhalde se fue con el "payaso", Cafiero eligió como compañero de fórmula al cordobés José de la Sota, por entonces uno de los líderes prometedores de la "cafieradora" y llegadas las internas, el PJ tuvo a su candidato. Cafiero terminó como secretario de la bancada justicialista de senadores y luego embajador en Chile, mientras que de la Sota pegó una voltereta política, como para agraciarse con el "payaso" y entró por la variante. El "payaso" gobernó diez años, destruyó o vendió a precio vil los recursos del país y armó una estructura que permitió la más grande concentración de medios de comunicación masiva de la historia y tal vez del mundo si se la toma proporcionalmente.

El "payaso" gobernó o desgobernó la Argentina y sus dislates fueron tomados por la prensa como parte de un gran acto circense, que hizo decir una vez en la redacción de Página 12 al entonces sub director Ernesto Tiffenberg, frente a uno de los tantos escándalos, que "nosotros publicamos las barbaridades que hace y él con cada página, se mata de risa y gana 150.000 votos más". No hay que subestimar a los payasos cuando están en el circo. Cuando están afuera de su ámbito natural de trabajo, menos aún.

martes, 12 de julio de 2011

SOLO CON CRISTINA, LA CAMPORA Y LOS BLOGUEROS NO SE GANA


Por Rubén Levenberg
EL KIRCHNERISMO NO JUGÓ / CABANDIÉ ES FLOJITO / NO SE MILITÓ CASA POR CASA
A veces, cuando se intenta analizar cuestiones complejas, nada mejor que recurrir al pensamiento de otros. Uno de ellos es el politólogo Luis Tonelli, quien primero en el programa el Tren de Radio Cooperativa y luego en su columna matutina en Radio del Plata arriesgó que el domingo pasado se votó la segunda vuelta en la Capital Federal, pero que no todos lo entendieron así. Que Macri haya arañado el 50 % y Filmus el 30 % no debería sorprender.

Agregaremos un granito de arena: Cuando se polariza la elección, los que podrían votar a alguna alternativa se inclinan por uno de los candidatos que marchan a la cabeza de las encuestas. Casi una verdad de Perogrullo, pero los guarismos pobres de los frentes trotskistas que se comían el mundo y salieron debajo del ex árbitro Castrilli y hasta del Frente del Sur, que llegó a imaginarse en el podio del ballotage sirven de testimonio.       
Ahora hagamos un poco de historia: La ciudad de Buenos Aires es un distrito de clase media predominante numéricamente pero no hegemónica. Es heterogénea por definición. Se vuelve mayoritaria cuando entra en alianza con otro sector, pero no impone su discurso, adopta el de la minoría que circunstancialmente es hegemónica. Puede llevar al triunfo al FREPASO en las constituyentes y luego a Fernando de la Rúa.

Pero no hay que caer en la “gran Solanas”. Muchos se enojaron y con razón cuando el cineasta fue despectivo con los votantes catamarqueños porque habían votado al oficialismo. No se puede decir ahora que los porteños son –o somos- fascistas, derechistas, oportunistas o que votamos con la TV en la cabeza.  

Ahora agreguemos a otros pensadores, pero futboleros. Russo, Gareca y el ahora recuperado Tocalli suelen recordar que “el otro equipo también juega”. Los sectores de la alta burguesía porteña, que tienen un 30 % del electorado, conocen la realidad política de la ciudad y operaron con inteligencia. No necesitaban discutir, porque cualquier discusión podía interpelar su discurso vacío y provocar dudas entre las clases medias. Buenos Aires capital es un distrito de predominio radical. La pérdida de protagonismo de la UCR y los coqueteos de Ricardo Alfonsín con Mauricio Macri fueron también un mensaje para el electorado. Algo así como una liberación de conciencias.

Los que conocen poco al hijo de don Raúl o los que hablan por terceras versiones no saben que el ahora candidato presidencial del radicalismo dio un giro de 180 grados respecto del pensamiento que expresaba hasta hace un año. Algo cambió en él, ya no es el jefe político que salió a defender al Gobierno nacional contra un enviado estadounidense, mientras los que ahora son sus aliados, Macri, Carrió, De Narváez, Morales Solá, pedían una cruz de madera para colgar a Cristina. Saltó de Hipólito Irigoyen a Marcelo T. de Alvear sin escalas. Nadie sabe cómo.

Pero si el adversario también juega, hay que pensar por qué el equipo propio perdió. Tal vez porque no jugó. Con el diario del lunes, o del martes, digamos que hubo una no campaña. Los sectores que desplazaron a los candidatos que proponían Filmus y Tomada sacaron una cantidad mínima de votos. ¿Qué hubiera pasado si en lugar de Cabandié, el encargado de plantear los problemas de la ciudad hubiera sido cualquiera de los buenos candidatos que les borraron a Filmus y Tomada o un líder barrial? ¿Cuántos votos se hubieran recuperado si en lugar de fiestas de 50 personas hubiese habido un movimiento militante casa por casa, como el que hizo –con o sin renta- el macrismo tan temido?
De un lado, hubo un oficialismo porteño con la mirada clara de que había que dividir aguas entre la ciudad y la Nación –como si los dineros que fluyen por las calles de Buenos Aires no fueran efecto de la política del Gobierno Nacional- y que había que estimular al máximo el sentido común y su extraña combinación con antiperonismo de las clases medias porteñas para completar el casi 50 por ciento que le hacía falta para ganar esta primera-segunda vuelta. Del otro, hubo una oposición que confió en la figura de Cristina y en la fiesta 2.0 de los chicos Twitter. Parafraseando al General, las redes sociales son buenas, pero si se las vigila de cerca, son mejores”. Habrá que aprender para otra vuelta.

miércoles, 1 de junio de 2011

PERIODISTAS VIOLADOS: TRABAJO SEMI-ESCLAVO Y RECORD DE DESOCUPACIÓN


¿Quién viola la libertad de expresión?
Por Rubén Levenberg
Seamos claros: Desde que los medios de comunicación se concentraron en todo el mundo y se convirtieron en unidades de negocios de grandes grupos financieros, las violaciones a la libertad de expresión provienen de las empresas periodísticas. Desde que las empresas concentradas precarizaron a la profesión periodística y la convirtieron en un trabajo semi-esclavo con el mayor nivel de desocupación de la historia, la libertad de conciencia es violada todos los días por las empresas periodísticas, que obligan a los periodistas a convertirse en militantes de sus intereses o en colaboradores multitrabajo para no tener que depender de un solo patrón. Lo demás es hipocresía

viernes, 27 de mayo de 2011

Carta abierta del periodista Levenberg a Mazzitelli del PSA, en Proyecto Sur


LÁSTIMA QUE OPTÓ POR EL MODELO PINO

Por Rubén Levenberg
Una nota publicada horas atrás por Mario Mazitelli en Puede Colaborar (http://puedecolaborar.blogspot.com/2011/05/la-estrategia-de-proyecto-sur-para.html) me llamó la atención, no sólo por el contenido sino por los involucrados. Conozco a Mario Mazitelli desde que era un adolescente, cuando compartimos la escuela, el barrio y la militancia. A Filmus lo conozco menos, desde los años 80, cuando en mi rol de periodista y de estudiante universitario pude conocer mucho del trabajo valioso que hacía en los sindicatos.  
Los dos me parecen gente con las mejores intenciones, los dos tomaron decisiones políticas de las que pueden enorgullecerse y otras de las que seguramente hoy se arrepentirían y mucho. Los dos tienen un temperamento duro y es bueno que así sea, por lo cual si tienen algo de lo que arrepentirse no lo van a decir abiertamente. Los dos son inteligentes y valiosos.
Lástima que Mario haya optado por el camino de Pino Solanas y no es sólo una cuestión de la coyuntura electoral actual, porque lo he observado ya un par de veces en los últimos tiempos. El modelo Pino, que consiste en ganar espacio en los medios a toda costa, no me gusta. Ni siquiera me animo a decir, como me vi tentado, que algún asesor u operador le explicó algo mal a Mario, porque no es un tipo influenciable. Si lo firma, es porque lo piensa y está convencido. Pero no me gusta.
Por ahí sería bueno que siguiera el ejemplo de Jorge Selser, un político cuyo mejor argumento es el laburo y el conocimiento de la ciudad. No le hace falta defender a la Sociedad Rural o decir lo que sea con tal de aparecer en TN. Las ideas y las propuestas se defienden para bien o para mal con argumentos e identificando cuál es la contradicción principal y cuáles las secundarias. ¿El enemigo es Mauricio Macri o Daniel Filmus?
Lo digo aunque voy a votar con todas las ganas a Filmus y Tomada. Y si pudiera votarlos tres, cuatro, cinco veces, lo disfrutaría porque estoy muy convencido, pero me alerta y me desagrada cuando encuentro que la impronta de algunos periodistas como Jorge Lanata aparece en el discurso político. Si vamos a abrir archivos personales cada vez que no hay argumentos políticos, no se salva nadie. Eso es la anti-política, una actitud reaccionaria y gorila que tiene poco que ver con la historia de Mazitelli, aunque muchos peronistas no lo crean. Doy fe, como diría algún escribano.
Claro, me identifico con el kirchnerismo y con tal ubicación política tal vez me acusen de ser un agente de los servicios de Aníbal Fernández y el “polémico” Guillermo Moreno. Pero no es el caso, mejor volvamos a la sensatez, hay enemigos, adversarios y competidores, no todos son lo mismo, salvo que uno se ubique en el lugar de los grupos neo trotskistas que tienen la solución a todos los problemas, salvo los del pueblo cuyas demandas dicen representar.

viernes, 13 de mayo de 2011

¿QUÉ ES LO IMPORTANTE? ¿SI LA RAZÓN DE MI VIDA ERA OBLIGATORIA O LAS TRANSFORMACIONES SOCIALES DEL GOBIERNO DE PERÓN?


La política de Cristina Fernández se verá en el largo plazo / El cortoplacismo es la tierra del sentido común / Esta Argentina no será la de las utopías pero a mediano plazo será mejor
Por Rubén Levenberg
En su editorial de El Tren del día de ayer miércoles, Gerardo Yomal introdujo un concepto que, aunque no mencionó directamente, estuvo implícito en toda su exposición: Las políticas de corto, mediano y largo plazo.
El corto plazo es la tierra del sentido común, allí se expresan los instintos más bajos y es la región de las ideas que mejor han explotado los grupos dominantes a lo largo de la historia. El sentido común no establece relaciones complejas, fija vínculos causa-efecto y saca conclusiones sin analizar el marco histórico. Así, una medida que tiene el propósito de reformular la seguridad en el país o en un distrito puede ser considerada un fracaso rotundo, si es que los afectados por la nueva forma de pensar la seguridad logran ejecutar un par de operaciones con cierto grado de eficiencia. Es una historia de la cual el ex ministro León Arslanián, una de las víctimas de tales operaciones, puede dar fe. 

Hoy la ministra Nilda Garré también es maltratada por la prensa, que además de sus intereses económicos y políticos, necesita un blanco para sus críticas y un poco de inseguridad que garantice la venta de un diario o un minuto de radio o TV. Siempre el corto plazo.
Las medidas que apuntan a un mediano y largo plazo no son las del sentido común, sino las que recomienda una visión política inteligente de la realidad. Que cientos de miles de niños sean recuperados por la escuela pública no los saca a ellos ni a sus familias de la pobreza y hasta de la indigencia. Eso es corto plazo. Pero esos niños saldrán de la escuela con otras condiciones y tendrán alguna pequeña herramienta mejor para, dentro de seis años, aspirar a continuar sus estudios. Eso es mediano plazo.
Durante los dos primeros gobiernos de Perón hubo mucho para criticar, pero se tomaron medidas para el mediano y largo plazo que disfrutó el país muchos años después, aunque pocos quisieron reconocer el origen de tales beneficios. La incorporación masiva de los hijos de los trabajadores y de sectores medios bajos a la educación primaria, secundaria y universitaria fue la base del florecimiento intelectual de los años 60. Los cortoplacistas recordarán hasta el hartazgo si La Razón de mi Vida era obligatoria en los colegios. Los que piensan en el mediano y largo plazo recordarán cómo esas generaciones fueron las que enriquecieron la vida política y cultural de las décadas que vinieron después. La profundidad de los debates, la lucha política y la creatividad no hubieran sido posibles de no haber una población que había pasado por un sistema educativo como el de los años de postguerra.   
Hoy hay mucho para criticar al Gobierno de Cristina Fernández, pero hay medidas sustanciales cuyos efectos seguramente disfrutaremos en cinco, diez, quince años. La asignación universal no es universal ni suficiente, pero en el futuro veremos cuáles fueron los beneficios de la escolarización de cientos de miles de niños y tal vez entenderemos cómo se piensan las políticas de Estado.
La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual –tal vez la más consensuada por la población y por los distintos sectores políticos, salvo los medios y algunos jueces- también en el corto plazo puede tener efectos poco visibles. No se trata de que en un par de semanas se democratice la comunicación y de que en unos meses habrá múltiples voces que expresarán a todos los sectores de la comunidad en condiciones de igualdad. Pero cuando en unos años se haya construido un sistema de medios auténticamente independientes y no haya que pedir permiso a tal o cual multinacional para que las ideas y los reclamos salgan  por los medios, sabremos que hubo una ley que habilitó los surcos para las primeras semillas. Nuevamente, el mediano y largo plazo.
La política de derechos humanos también es criticada y de hecho hay organismos que cuestionan muchas de las posiciones del Gobierno en la materia. El cortoplacismo dirá que todo fue un maquillaje, que, como diría Serrat, “un día un amigo me dijo que un amigo de un amigo de un pariente de…” alguien dijo que la vieron a Cristina Fernández aprobando tal o cual ley en Santa Cruz. Pero en estos ocho años nos acostumbramos a que todas las semanas sean juzgados los criminales que hasta hace poco caminaban tranquilamente por las calles. ¿Cómo llegamos a esto? Nuevamente, las medidas para el mediano plazo no son perfectas, pero sus efectos se sienten y beneficiosamente. O que les pregunten a los que por primera vez pueden sentarse en un juzgado y ver cómo condenan a sus torturadores.
Podríamos seguir con la política económica; con la nueva inserción de la Argentina en el mundo, con la política de alianzas hacia el MERCOSUR y América latina; con la inversión en educación; con la apertura de paritarias y otras orientaciones que en el mediano y largo plazo harán una Argentina mejor. No será la Argentina de las utopías que todos queremos, pero será mejor. Y tanto mejor si criticamos, si exigimos, si proponemos. Cuanto más dura sea la crítica, mejor será el gobierno que logremos. Pero con la mira puesta en la política y no en el sentido común, en el cortísimo plazo.

jueves, 3 de marzo de 2011

“Por un cargo son capaces de matar a la madre”

Por Rubén Levenberg

PERIODISTAS MÁS PAPISTAS QUE EL PAPA

"El G.H". Gráfica de Matías De Brasi (http://debrasi.blogspot.com)


 
Desde que comenzó el enfrentamiento entre el kirchnerismo y buena parte de las empresas multimediáticas, una de las preguntas que se formulan quienes observan algunas conductas personales es cómo se llega a cambiar 180 grados de opinión sobre casi todos los temas de actualidad. Periodistas que tenían determinadas ideas y que eran conocidos en el mundo profesional por defenderlas con convicción, repentinamente giran y se convierten en defensores de cualquier cosa. El único objetivo parece ser disparar palabras y adjetivos contra un Gobierno.

Quienes tienen la oportunidad de vivir el clima desde adentro de los medios han comenzado a filtrar algunas observaciones que, naturalmente, no pueden tener nombre y apellido. Algunos se quejan de que tienen compañeros más papistas que el Papa, que se desesperan por firmar cualquier cosa y por mostrarse como alfiles de algún empresario que, dicho sea de paso, ni los conoce ni tiene interés en sus opiniones. “Acá hay tipos que por un cargo son capaces de matar a la madre. Nadie les pide que digan lo que dicen, nadie tiene interés en ellos, pero se desesperan por poner el rostro”, dice un colega mientras mira a un lado y a otro para que nadie lo escuche.

La encuesta que Ibarómetro realizó días atrás con 2000 periodistas de diferentes medios y tendencias parece coincidir con la visión de los que tienen que navegar todos los días en el ambiente estresante y agotador de los medios. El 73 por ciento se manifestó a favor de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisuales y el 80 por ciento consideró que en la Argentina se respeta la libertad de expresión.

Si el 73 por ciento de los periodistas escribieran en coherencia con sus ideas acerca de la norma que reemplazó al decreto ley de radiodifusión de la última dictadura militar, seguramente la imagen sobre lo que se piensa no sería lo que parece. Si el 80 por ciento dijera lo que piensa sobre la libertad que tienen para expresarse, seguramente no escribirían lo que escriben. Por algo, la misma encuesta refleja que la mayoría de los colegas considera que el periodismo argentino es “mediocre e ideologizado”.

La pereza mental que impide pensar e investigar, la necesidad de adular al jefe para ganar algún puesto o algún aumento de sueldo –muchas veces sin que el Papa se los pida o se entere siquiera que existen- conviven con el estrés de muchos que tienen que callar para que no los señalen, para que no los denuncien, para que no los marginen. ¿Quiénes? Los mismos que caminan por los pasillos del periodismo con la mira puesta en el dinero y en el poder y no precisamente en el poder de informar.

miércoles, 2 de marzo de 2011

¿Cuándo van a hacer periodismo?

LOS MEDIOS COPIAN LOS CABLES COMO SI FUERAN LAS TABLAS DE LA LEY

¿Contra quién se rebelan los rebeldes?

Por Rubén Levenberg

Egipto, Túnez, Libia, su ruta. Las opiniones de los gobiernos y de las agencias noticiosas internacionales sobre los líderes de Oriente Medio varían con el tiempo, según las necesidades de la economía y de la política. No sólo por aquellos lares, también en América latina, donde algún “general majestuoso” pasó a ser un dictador (sin comillas, claro), o donde un amigo de la democracia y líder panameño pasó a ser un narcotraficante que sería condenado por la “justicia” luego de una invasión extranjera.
Salvo en el caso de Khadafi, contra quien pesan acusaciones por atentados y siempre fue públicamente considerado enemigo de “Occidente”, esa ficción inventada para beneficio de la pereza mental de la prensa, en Oriente Medio un aliado de “Occidente” como Saddam Husein pasó a ser un dictador y criminal, condenado y sentenciado a muerte luego de haber invadido a su país. La lista de amigos que pasan a ser enemigos es larga y como siempre, cuando hay rebelión hay rebeldes y son vistos con simpatía sin procesamiento alguno. Se oponen al “dictador” y por lo tanto son buenos, puros y generosos.
Las agencias noticiosas internacionales repiten consignas salidas de empresas interesadas y de gobiernos aliados. Pocos o casi ninguno investiga quién es quién y cómo llegó a ser quien es. Pocos o casi nadie investiga quiénes se levantan, más allá de las anécdotas simpáticas sobre el uso de Twitter u otros recursos tecnológicos. Pero lo peor es que los medios repiten acríticamente los cables y las consignas de las agencias como si fueran las tablas de la ley. ¿Alguien se preocupó en los medios argentinos por averiguar qué puede ocurrir el día después de las rebeliones y los triunfos rebeldes? ¿Nacerán de tales rebeliones gobiernos populares y democráticos? ¿Nacerán otras dictaduras que serán demonizadas más adelante?
Las preguntas que debería hacerse el periodismo serio son muchas más, pero por lo que uno lee y escucha, parece que es más sencillo repetir los textos que bajan desde cuatro o cinco empresas multinacionales -las agencias noticiosas y las grandes cadenas de TV- que hacer periodismo, recurrir a las rutinas profesionales y trabajar para informar.  

domingo, 19 de diciembre de 2010

¿Morales Solá, militante del periodismo?

Por Rubén Levenberg

MARTÍN GARCÍA DE TELAM METIÓ EL DEDO EN LA LLAGA / ¿EXISTE UN PERIODISMO NO MILITANTE?

 ¿Desde el llano o desde el stablishment?
Un excelente debate sobre el periodismo y la militancia que se desarrolló este último jueves en el programa El Tren casi coincidió con un intercambio entre una alumna y su mesa examinadora ocurrida el mismo día y apenas unas horas antes. Lo relatamos ahora, para apuntalar una idea que, con sus errores, intentó desplegar Martín García, de Télam, quien abrió un debate negado por los periodistas pretendidamente neutrales. ¿Hay un periodismo no militante? Arriesgamos una respuesta: lo único que se puede identificar es una forma diferente de militancia, pero hablar de neutralidad u objetividad es un acto de soberbia o de hipocresía. Tal vez la diferencia sea que el periodista militante tiene asumida su no-neutralidad.

La alumna –muy buena estudiante- se sentó frente a la mesa examinadora. Hablaba de la verdad periodística, de las rutinas, de las fuentes, cuando mostró un artículo publicado hace poco en un gran diario en el que se titulaba en contra del presidente venezolano Hugo Chávez, a quien se acusaba de “perseguir a la prensa”. En el artículo se mencionaba, entre otras cosas, una serie de “ejemplos” de “víctimas” del presidente Chávez. Uno de ellos, con asilo en los Estados Unidos. “¿Dice por qué se fue de Venezuela?”, preguntó uno de los docentes. La alumna revisó varias veces y, no, no decía nada. Tampoco había fuentes, ni off the record ni on the record. Nadie.

Para ejemplificar cómo se puede hablar de algo sobre la base de una agenda establecida por terceros y cómo se construye la noticia, el docente le recordó un intercambio público durante una conferencia de prensa de un gerente venezolano que trabaja en una empresa de los Estados Unidos. Como el ejecutivo hablaba de la represión del gobierno de Venezuela contra la prensa, un periodista preguntó: “¿En los Estados Unidos es posible que un periodista aparezca frente a las cámaras de televisión y que diga ‘el presidente es un hijo de puta y las fuerzas armadas tienen que echarlo’? ¿Es cierto que en Venezuela se hace y no se lo sanciona?”. El ejecutivo, a pesar de su fanatismo, tuvo que admitir que era cierto.

Son apenas un par de ejemplos de cómo se puede demonizar a un gobierno simplemente desinformando o informando parcialmente. Y específicamente en el primer caso es un ejemplo de… ¿qué clase de periodismo? Precisamente en el examen, la alumna tenía que exponer sobre la diferencia entre la auto percepción de la prensa y su auténtica función. Como saben los alumnos, hay diversas concepciones de la verdad y en periodismo sólo se puede concebir una verdad construida a partir de la aplicación de ciertas rutinas. Nadie garantiza que sea la verdad, pero sí que está construida según las reglas de la profesión.

El problema es que las empresas periodísticas no entienden lo mismo y suponen que lo que publican es la verdad, porque, según la concepción burguesa de la prensa, aseguran aplicar un método científico que los lleva a la verdad. Saben que eso es falso, pero es lo que dicen, porque por algo son empresarios. Lo lamentable es que muchos periodistas también asumen la posición de defensores de la verdad y de la objetividad que encuentran esa verdad gracias a su neutralidad y trabajo científico.

De allí que cuando el titular de la agencia Télam, Martín García apareció con un mensaje en el que hablaba de sus preferencias por el periodismo militante, aunque desgraciado en cuanto a la caracterización de quienes no hacen periodismo militante, metió el dedo en donde tenía que meterlo. La falsedad que hace enojar a cuanto periodista pretendidamente objetivo y no militante cuando escucha dudas sobre su autodefinición es lo que muchos autores han calificado como “concepción burguesa” de los dueños de los medios. Parecería una identificación más cercana al síndrome de Estocolmo que a la prostitución que disparó el jefe de Télam.

martes, 16 de noviembre de 2010

No todos los políticos son una mierda; ¿lo podes entender?

Por Rubén Levenberg

CARRIÓ TRAICIONÓ A ALFREDO BRAVO/LISANDRO DE LA TORRE CONTRA LA CORRUPCIÓN/VENDEN GERENTES COMO GENTE “EFICIENTE”/¿QUÉ SE VAYAN TODOS?

La escena no es nueva: todo periodista que se precie sabe que en el Congreso, en todos los congresos hay actos non sanctos que van desde las transgresiones dudosas hasta la mega-corrupción y que cualquiera que tire con perdigones, si no le pega a alguno, al menos asusta a varios. El Congreso de la Nación ha sido testigo de miserias como las del diputrucho, que sirvió para votar una privatización en tiempos de Carlos el Riojano; del escándalo conocido como "de la Banelco" que facilitó la flexibilización laboral durante el gobierno de Fernando de la Rúa; de la actitud genuflexa de los legisladores cuando dejaron solo al senador Ricardo Lafferriere con su proyecto de Ley de Derecho a Réplica durante el gobierno de Raúl Alfonsín. También la actitud de los senadores peronistas que bloquearon la semi-privatización de Aerolíneas Argentinas en una asociación con SAS que propuso Ricardo Terragno -también en tiempos de Alfonsín- pero después levantaron la mano para que Iberia pudiera "comprarla" con la venta de los aviones de la empresa y con la liquidación de simuladores de vuelo y otras propiedades durante el gobierno de Carlos el Riojano. Algunos deslices fueron más sutiles, como el de la diputada Elisa Carrió, quien apoyada sobre el prestigio y el trabajo de Alfredo Bravo para investigar hechos de corrupción, después, muerto el diputado socialista, se ocupó de desmentir o minimizar. La lista es larga, muy larga.

Pero también es larga la lista de muestras de trabajo honesto y de luchas genuinas. Bastaría con recordar cómo murió Enzo Bordabehere y que la bala apuntó a Lisandro de la Torre porque luchaba contra la corrupción de las grandes corporaciones y lo hacía con honestidad impecable; de allí en más, se pueden contar por cientos los diputados y senadores que reciben e investigan denuncias, que se acercan a las empresas en conflicto para poner su chapa de legislador como escudo contra las represalias, de los que lucharon por los derechos humanos, de los que han propuesto y defendido históricamente las leyes sociales que hoy son consideradas derechos incuestionables.

Con el inocultable objetivo de vender gerentes y ejecutivos como "gente sana y eficiente" para gobernar, los medios de comunicación han trabajado sobre nuestras mentes durante décadas para que los políticos y la política fueran identificados con algunas de sus miserias y por ocultar o minimizar sus valores y sus actos heroicos. Han trabajado sobre la idea de que las discusiones son crispaciones, de que las negociaciones tienen que ser necesariamente deshonestas, de que en los ámbitos creados específicamente para la polémica democrática no se debe discutir.

Sin embargo, sólo algún memorioso -que no es nuestro caso- podrá recordar otra situación como la que se presentó la semana pasada con la frustrada votación de la Ley de Presupuesto. Una diputada dice que "recibió un llamado", un secretario parlamentario asegura que lo llamaron para "hacerle una oferta", finalmente, Elisa Carrió, la misma diputada que traicionó la memoria de Alfredo Bravo y que ha declarado sin ambages que defiende los intereses de algunas corporaciones, simplemente insinuó que un ministro estaba corrompiendo a los legisladores para que se espantaran y dieran por terminada la sesión. Entre ellos, el más enfático fue Claudio Lozano, justamente compañero del secretario parlamentario que dice haber recibido un llamado de una persona que le anunció que otra persona lo iba a llamar en nombre de un ministro para hacerle una oferta.

¿De qué se asustaron? ¿Son todos corruptos? Aunque la experiencia nos ha enseñado a no poner las manos en el fuego por nadie, uno puede asegurar que no. Es más legítimo suponer que se asustaron del poder de Carrió. No de su poder para pronosticar el apocalipsis una vez por mes, que no pase nada y sin embargo volver a hablar y pronosticar impunemente cual gurú de la City, sino de su representatividad real, la de las corporaciones mediáticas. A muchos legisladores les produce pánico que durante unas semanas les dediquen un par de tapas con alguna acusación. A otros les produce cierta tentación la posibilidad de aprovechar la publicidad que supone abonar cualquier acusación que profiera la legisladora. Nadie quiere ser otro Ricardo Lafferriere y muchos no quieren perder la oportunidad de mamar de las mieles del poder que se canaliza a través de Carrió, que no es el poder de Dios sino de empresarios de carne y hueso.

jueves, 28 de octubre de 2010

Negros de mierda

Por Rubén Levenberg

NESTOR CON UN DISCURSO QUE NO ES VERSO / PERONISTAS QUE SE VUELVEN LOCOS SI NO GOBIERNAN / NEGROS Y JUDIOS DE MIERDA BAJO LA PICANA / AVANTI MOROCHA

Años 60, Haedo Sur al lado de Villa Luzuriaga, frontera entre Morón y la Matanza, con sus casitas bajas y humildes  construidas gracias a algún crédito de los 50, probablemente un plan Evita, con núcleos fortineros que me untaron con el azul y blanco para toda la vida. La familia, de clase media bastante baja, radical, progre, agnóstica, judía y gorila. En la escuela primaria uno se acostumbró a escuchar por igual los apelativos de rigor: “negro de mierda”, “cabecita”, “judío de mierda”. Por esas leyes de la vida que uno conoce antes de estudiarlo en matemáticas o en lógica, si somos “de mierda”, algo de parecido debemos tener.

Tus padres te enseñan a pensar en la justicia social y después te ven peronista y se preguntan “¿qué habré hecho mal?” Uno va con los “de mierda” y se siente uno más, hasta que la degradación del movimiento se hace carne hacia abajo, estalla en pedazos y los que quedamos colgados de la brocha nos acercamos con quienes compartíamos ideales. Al fin y al cabo, éramos todos socialistas y pensábamos en una sociedad más justa, en la que nadie fuera “de mierda”.

Con el tiempo y las dictaduras, uno fue aprendiendo que para algunos, todos somos de mierda. Pero también pudo revalorizar lo que aprendió en la casa, a recordar con cariño y admiración a un Arturo Illia, a entender que son más las cosas que nos unen que las que nos separan. La historia continuó desplegándose implacablemente. La última dictadura nos demostró que lo aprendido allá en el Oeste del gran Buenos Aires no era un capricho ni un mito: Los criminales se ensañaban con los gremialistas y con los que portaban apellidos de origen europeo no anglosajón. Otra vez juntos, esta vez “los negros de mierda” y los “judíos de mierda” compartieron cárceles y picanas.

Y llegó la guerra de las Malvinas, donde los “negros de mierda” fueron llevados como carne de cañón. Vinieron las elecciones y Raúl Alfonsín, los juicios a las Juntas, los levantamientos militares sofocados, los golpes de mercado, el punto final y la obediencia debida. Un día, un amigo querido, don Alfredo Bravo, nos dice “hasta aquí llegué, esto es otra cosa”.

Uno aprendió con los años que hay peronistas que, parafraseando a Papo, se vuelven locos si no gobiernan. Y que del otro lado, se vuelven locos si el que gobierna es el peronismo, como si fuera pecado que la mayoría del pueblo se exprese por el voto universal, secreto y obligatorio y gane las elecciones. Con el tiempo entiende que de uno y otro lado hay gente que comparte cosas. Hay negros de mierda, doctorcitos de mierda, judíos de mierda, ideas de mierda.

Pero un día, cuando menos se lo imagina, tal vez porque aquel chico del Oeste había perdido las esperanzas, algunos de los que fueron amigos, compañeros o simplemente conocidos de otros tiempos comienzan a organizarse en defensa de los “de mierda”. Un tipo ignoto, un tal Néstor –nombre muy común entre los que hoy peinan entre cincuenta y sesenta años- aparece con un discurso esperanzador que no suena a verso. Gobierna, hace lo que uno haría y también lo que uno no haría. Y uno se siente orgulloso de haberlo votado.

Después vendrá su mujer, una mina llamada Cristina, que no es Evita ni Isabel, que es una de las tantas compañeras que uno conoció en otros años, de esas cuya inteligencia y capacidad de trabajo reducían su belleza a un adorno sin importancia. Mientras Néstor jugaba su mejor juego, el de tejer en la interna y el de poner a la Argentina en el contexto de América latina como un país en serio y no como un títere de cuatro o cinco economistas de la Citi, Cristina gobernó y gobierna bailando con la más fea, vaya paradoja. Y lo hace muy bien.  Uno que siempre se negó a llamarla “de Kirchner”, porque las mujeres son, no son “de”, hoy empieza a pensar que su imagen es indisoluble de la de quien fuera su compañero y aprende algo nuevo.

Apenas unos días después de la muerte de un tal Mariano Ferreyra, con quien tenía muchas más diferencias que acuerdos pero al que mataron por ser un “trosko de mierda”, Néstor se nos quedó. Ayer, mientras iba a la Plaza a homenajear al hombre que de tanto luchar se nos había ido para siempre uno pensaba en aquel Oeste del Gran Buenos Aires, escuchaba el “Avanti Morocha” de Los Caballeros de la Quema, pensaba en 50 años de historia.

Y uno caminó por la plaza, se cruzó con las Madres, con las Abuelas, con los Hijos, con los negros de mierda, con los judíos de mierda. Leyó los mensajes que le habían dejado al gran tejedor Néstor, percibió el cariño, el respeto y la confianza por Cristina, vio el llanto y la risa, escuchó las puteadas y los aplausos, la enorme preocupación por el futuro y la gran confianza en la Presidenta y hasta se cruzó con una agrupación que se llama “Negros de Mierda”. Tuvo que explicarle a su hija qué significaba “vigilia” y casi se pone a llorar cuando se dio cuenta de que no hay resurrección. Pregunta y se pregunta. Confía y desconfía. Al fin y al cabo, somos todos unos negros de mierda, unos judíos de mierda, unos indios de mierda, unos zurdos de mierda, unos marginales de mierda, unos pobres de mierda, unos progresistas de mierda. Eso ya es un principio.

lunes, 18 de octubre de 2010

Censo: ¿se olvidaron del trabajo en negro?

BOICOTEAR EL CENSO ES UN DESPROPÓSITO

Por Rubén Levenberg

Estuve buscando en las planillas oficiales y en ningún lugar aparece contemplada la categoría de trabajo en negro. En rigor, las preguntas se orientan a categorías tradicionales de empleo precario, como el trabajo por cuenta propia y el trabajo familiar, pero si el censado es un periodista que trabaja como colaborador no permanente, o si es un empleado de una fábrica en la que factura todos los meses pero donde cumple horario, no tiene forma de responder. Es la número 31, en la que las respuestas posibles son: Obrero o empleado, por cuenta propia, familiar o patrón. Se supone que debería dejar los lugares en blanco, porque las opciones ofrecidas no corresponden a su forma de “contratación”, sin embargo, para poder hacerlo, previamente debería dejar en blanco la número 25, en la que le consultan si trabajó en la semana anterior. ¿Trabajó? Vaya uno a saber cómo se consideran las diferentes formas de trabajo en negro. De esta manera, se pierde una gran oportunidad para registrar en el total de la población cuánto trabajo precario hay. Luego pueden hacerse muestreos, pero no es lo mismo que incluir la categoría de trabajo precario en el censo. Un tema para pensar, más allá de las disputas absurdas sobre la naturaleza misma del censo. Absurdas porque el censo se tiene que hacer, gobierne quien gobierne. Usar al censo como otra herramienta de lucha política es un despropósito.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Sólo dos periodistas de treinta leyeron lo de Carrasco

ASESINO POTENCIAL/BLOGUERO KIRCHNERISTA/SU CUENTO “UN ASCO”/EL FIN DEL PERIODISMO


Por Rubén Levenberg

Ayer jueves pedí que me borraran de una lista de intercambio de periodistas. El motivo: Descubrí, a raíz del “caso de Lucas Carrasco” que sólo dos de los 30 o 40 que escribieron sobre el tema habían leído el cuento que provocó las iras de Alfredo Leuco. Grandes, pequeños y medianos periodistas profesionales esgrimían su dedito cibernético para pedir sanciones, castigos, investigaciones, declaraciones y penas varias para el bloggero Carrasco, pero nadie, salvo yo, sabía realmente de qué se trataba, porque había leído el cuentito. A riesgo de que pidieran castigo para mí por defender a un bloggero kirchnerista y asesino potencial, traté de explicarles que era una pavada y que había problemas realmente importantes en la profesión como para ocuparse de un cuento escrito por un tipo en un blog.
Nada. No comment. Siguieron los pedidos de juicio y castigo a Carrasco. Hasta que uno de los colegas, tal vez el más serio de todos, entró al sitio y dijo, palabras más, palabras menos, que el cuento era un asco pero que no era una amenaza ni por casualidad.
Inmediatamente, los abanderados de la Santa Inquisición comenzaron a esgrimir nuevamente su dedito para sancionar, castigar y proponer declaraciones contra el bloggero, porque no había tenido el cuidado debido para escribir, porque era mal cuentista, porque no era periodista. Faltaba que alguien dijera “por algo será”.
Mi temor: ¿Será que cada vez se leen menos libros, cada vez se lee menos y los periodistas se han acostumbrado a informarse por Google Noticias, por un copete de algún diario o por la columna –o parte de ella- de algún periodista u opinólogo de moda? Parecería que se sacan conclusiones, se escriben notas y se “informa” en los medios a partir del sentido común y del “se dice”. Afortunadamente no son todos, pero en cualquier momento algún profesional hace una investigación sobre el tema y nos termina de amargar a todos. Como decía Tato, “Good Show y vermouth con papas fritas para todos”.

jueves, 9 de septiembre de 2010

¿Son las asambleas una representación democrática?

MITOS Y VERDADES QUE LA PRENSA NO MIRA


Por Rubén Levenberg

Cada vez que alguien dice “yo no entiendo cómo el centro de estudiantes tomó esa decisión, yo no estoy de acuerdo”, apenas se rasca un poco debajo de la pintura, aparece alguien que no votó, que votó cualquier cosa sin informarse, sólo porque es obligatorio; que buscó resquicios legales para no ir a votar, que ideológicamente está en contra de la actividad política en la universidad, o en el gremio.

Es casi obvio, pero para pensar en una asamblea hay que volver a Elizabeth Noelle-Neuman y su teoría de la Espiral del Silencio. Cuando aparece una mayoría (aunque sea aparente), las minorías callan o aprueban lo que dicen las mayorías supuestas, porque temen quedar al margen de la sociedad. En una asamblea las cosas suelen estar claras. Los actores:

1.- Una o más organizaciones que convocan, con un fin predeterminado y conclusiones a priori.

2.- Individuos que concurren con un interés sincero por los motivos de la convocatoria o por curiosidad, que se acercan para ver qué se dice y en última instancia participar.

El desarrollo de toda asamblea sigue por lo general los cánones de las organizaciones convocantes. En última instancia, se “permite” hablar a uno o dos disidentes, aquellos que se animan a romper la espiral del silencio. Serán chiflados, se les interrumpirá con algún epíteto que lo ubique ideológicamente en un lugar distante de los intereses del conjunto y en casos extremos será humillado verbalmente ante el conjunto. Finalmente llega el momento de votar. Los convocantes, con organización y decisiones discutidas previamente, levantan la mano sin dudar y ganan. El resto se divide entre los humillados que se retiran, los que callaron para no ser humillados y votan con la “mayoría” a efectos de no quedar al margen del grupo –nuevamente, la espiral del silencio- y los que se abstienen o tratan de pasar desapercibidos, para no votar aquello con lo cual no están de acuerdo pero, al mismo tiempo, no quedar al margen de las mayorías supuestas. La prensa –en ejercicio de su pereza mental que ya empieza a ser crónica- tomará el comunicado de la organización convocante y dirá que “los estudiantes…o los docentes…o los trabajadores” tomaron tal o cual decisión en asamblea. Siempre “los”, como si hubieran estado todos de acuerdo.

El acto será presentado como una reunión ampliamente democrática en la que las bases discutieron profundamente los diferentes problemas y tomaron una resolución que aunque no guste a todos, representa el sentir mayoritario de los “representados”. Las proporciones suelen ser de 400 o 500 participantes de las asambleas, que toman decisiones por 10.000 o más. Finalmente los 9.500 que no estuvieron se lamentarán porque se tomaron decisiones que no los representan, en lugar de lamentarse por no haber participado.

Aquí cabe una primera reflexión: ¿Qué pasaría si participaran 10.000 personas de una asamblea? No sería extraño que lo que hasta aquí denominamos “supuesta mayoría” se conviertiera en minoría. Pero en términos prácticos sería muy difícil de organizar. Para quien esto escribe, esto lleva a otra pregunta: ¿Son las asambleas una representación democrática? Es un tema para reflexionar, sin descalificar ni pretender humillar.

Otro de los formatos representativos es el del voto. Hablamos del voto con urna, porque el voto a mano alzada es un voto reaccionario, propio de los tiempos del fraude patriótico, pero un sistema que todavía se usa en lugares como las asambleas extraordinarias de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), centros estudiantiles y otras entidades. De hecho, es el método de decisión en las asambleas. Si se utilizan urnas, hay mayores garantías de que el voto sea representativo, porque desaparece el desincentivo que representan los efectos de la espiral del silencio. Pero allí, nuevamente, los 9500 que faltan terminan siendo cómplices de las decisiones que luego cuestionarán.

Había un lema que se utilizó en la Ciudad de Buenos Aires en una publicidad oficial: “No se queje si no se queja”, que también fue utilizado por el gran Tato Bores. Si el estudiante no va a las asambleas, o vota cualquier cosa con tal de cumplir con el trámite obligatorio, si se calla, si no participa, lo mejor que puede hacer es no quejarse, o cambiar de actitud.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Todo lo que querías saber sobre el 82% móvil


Y no te animabas a preguntar


Por Rubén Levenberg

(Tiempo de lectura 3´)

La mitología urbana, alimentada con saña por los medios de comunicación y por algunos periodistas –afortunadamente no todos- dice que cuando la ANSES hace una inversión productiva o utiliza parte de sus fondos en fórmulas que hacen justicia con la niñez y con los sectores más postergados de la sociedad y estimulan la demanda y por lo tanto la producción, como la Asignación Universal por Hijo, en realidad se está “gastando la plata que los jubilados aportaron toda su vida”.

Falso, falso y por repetido muchos jubilados terminan creyendo que es cierto. En el sistema de reparto, que es el que se aplica en la gran mayoría de los países del mundo, la plata que aportaron ayer los jubilados de hoy ya se usó. Digámoslo en mayúsculas, que en Internet es considerado una forma de gritar y vale la pena para el caso: YA SE USÓ, porque con su plata se pagaron las jubilaciones y pensiones de los que tenían la edad que ellos tienen ahora cuando ellos eran más jóvenes.

Mientras el jubilado de hoy trabajaba y aportaba, su dinero era utilizado para pagar las jubilaciones y pensiones a quienes habían pasado la edad reglamentaria y hacían el trámite. Sus jubilaciones de hoy, son abonadas con el dinero que aportan los trabajadores de hoy. Cuando los trabajadores de hoy se jubilen, sus retribuciones serán abonadas con lo que aporten los trabajadores de entonces.

sábado, 21 de agosto de 2010

Fibertel: ¿el gobierno se equivoca?


Por Rubén Levenberg
El multimillonario mejicano Carlos Slim, ¿se queda con Clarín y Cablevisión?


Cablevisión violó la legislación que le impide brindar servicio de cable y el Gobierno lo sancionó quitándole la licencia que dice haber heredado de Fibertel. Para los cientos de miles de usuarios que quedarán desconectados, el Gobierno avisó que deberán buscar otro proveedor de Internet y hasta se ofreció a intervenir para que no haya abusos, a pesar de que lo que no hay son empresas con redes y capacidad para brindar el servicio.

Esto no quedará ahí:

-El servicio de subterráneos es de los peores del mundo, no se puede viajar, se interrumpe a cada rato, casi no se puede respirar, no se cumplen las frecuencias que indican los contratos. Hay que sancionar a la empresa y que los cientos de miles de pasajeros que viajan diariamente por subte busquen otros medios de transporte. El Gobierno se comprometerá a intervenir para que colectiveros, taxistas y remiseros no abusen de la situación.

-Los ferrocarriles están casi destruidos, las frecuencias no se cumplen, hay accidentes todos los días y los contratos de concesión no se cumplen. La solución: Quitarles la concesión y que el público viaje por otros medios. El Gobierno intervendrá para evitar que los buses de media distancia, colectivos, taxistas, remiseros y transportes truchos abusen de su posición ventajosa.

-El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no cumplió con la promesa de invertir en educación y arreglar las escuelas, que no tienen gas para el invierno ni sueldos para los maestros. Solución: Eliminar las escuelas públicas y que los padres envíen a sus hijos a otras escuelas. El Gobierno buscará ejercer la regulación para que las escuelas privadas no abusen de la posición dominante. También pueden ir a escuelas de la provincia de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, que quedan bastante cerca.

-Las empresas de Gas y Electricidad no cumplen con sus compromisos de inversión, hay cortes periódicos y pésimo servicio. En 90 días habría que levantar gas y electricidad y que los clientes se busquen faroles y estufas a kerosene para resolver el problema. El Gobierno intervendrá para que no haya abusos de parte de las ferreterías y proveedores de combustible.

-Los diputados y senadores de la oposición pretendieron nombrar a funcionarios del Poder Ejecutivo, como si no fueran miembros del Poder Legislativo. Es una violación de la Constitución. La solución es dejarlos sin representación y que los votantes busquen alternativas. El Gobierno se compromete a intervenir para que no haya abuso de posición dominante.

La lista podría seguir, pero no hace falta. Alguien dijo que el ridículo es el único lugar desde el que no se vuelve. Si alguien viola una ley, se lo sanciona, pero el servicio de Internet no es una cadena de carnicerías, no se reemplaza comprando chancho. Un poco de cordura no vendría mal.

viernes, 6 de agosto de 2010

Rozitchner, la “Granata” de Petinatto, “Lilita” ya fue y Kirchner una sorpresa carismática

Ya pasaron por estas páginas, entre otros, Rubén Levenberg, Juan Salinas, Roberto Bobrow, Teodoro Boot, Diego Faur (si no leíste dichos reportajes, te recomendamos que los busques en Puedecolaborar). Ahora es el turno de Jorge Baletto: medico Supervisor del PAMI, Profesor en la U.B.A., Politólogo. No te lo pierdas.



Cuando era joven peleaba por la dictadura del proletariado. Hoy apoya al kirchnerismo. ¿Qué pasó?

Yo no la inventé.., me la creí de tanto leer a Marx y Lenin . Pasaban otras cosas durante los 69/70… luego hubo tiempo de ver la derrota del 76 en toda Latinoamérica y, sobre todo, la caída del muro del 89 y la ofensiva económica mundial de los 90, con su propia caída (2008). NOS QUEDAMOS CIEGOS Y SOLO MOVÍAMOS LAS MANOS.

¿Cómo definiría al kirchnerismo?

En el tercer milenio comienzan en América Latina estos procesos populares (¿populistas?), y del otro lado unas derechas muy agresivas, las multinacionales y los Medios de comunicación dirigiendo la batuta. ¡NO ERA CUESTIÓN DE QUEDARSE QUIETO! El Kirchnerismo (populismo latinoamericano) se define por las tareas, los hechos concretos, sus enemigos y los Derechos Humanos.

¿Es cierto que políticamente prefiere a Cristina más que a Néstor Kirchner y qué diferencias ve entre ellos?

Dos partes de igual armado. Ella es más institucionalista y él una sorpresa "carismática"; sin embargo, con ella la revisión "de los 90" fue más profunda (tal vez la situación urgía) porque en 2008 fue de hecho un golpe mediático/sojero, con apoyo de "masas mediatizadas".

¿Perspectivas políticas para 2011?

Dos grandes fuerzas: Kirchner Versus Ricardo Alfonsín más Hermes Binner.
Lilita "Good Bye" y no se cuanta descomposición del peronismo "residual" (Duhalde, Narváez, Sola, Saa, etc.)

Defina con pocas palabras a las siguientes personas:

Ricardo Alfonsín: recibe del padre un mandato histórico: "LA OPOSICIÒN REPUBLICANA". Tiene condiciones propias como cuadro político, de allí su ascenso.

Macri: Mauricio no cumplió con los 12 Kms. de subtes por año, ni con la salud, la vivienda ni la educación. Se va antes de terminar su mandato. Es un Macrigate. ¡CHAU MAURICIO!

Solanas: Pino gran artista y cineasta, un estratega..., pero en lo político gana y pierde. ¿Futuro Jefe de Gobierno o sólo candidato a Presidente con el 6,5 % de los votos nacionales?

Cario: “Lilita”, lo mejor ya fue, 2001/2007. Está en franca decadencia. Cada vez más resistida en el Acuerdo Cívico y Social.

Sebreli: antiperonista de siempre. Coherente antipopulista y Anti K, hoy a favor del Matrimonio Gays/Lesbianas. ¿Justo con K? ¡Qué mala leche!

Aguinis: discreto escritor, algunos cambian su nombre de "Marcos" a "Narcos" Aguinis. ¿Suena mejor?

Alejandro Rozitchner: El padre es un Grande; "él" un empleado de cuarta de "Marianito". Así se lo conoció, es la "Granata" de Petinatto.