lunes, 26 de abril de 2010

Ahora tomo leche importada, ¿viste?

Por Franco Spinetta

Ahora resulta que los tamberos están ganando más que nunca. El precio del litro de leche tocó su techo histórico y se sitúa en U$S 31/32 centavos de dólar por litro. Se ha frenado el cierre de tambos; la tonelada de leche en polvo se recuperó un 40% en menos de un año. Ni la sequía, ni el calor, ni las lluvias pudieron frenar el repunte.

¿Y entonces? ¿En qué quedamos? ¿No íbamos a tener que importar leche y carne? Parece que los augurios apocalípticos del "campo" han quedado en meros fantasmas de sábana.

El año pasado, mientras los tamberos sufrían las consecuencias de una de las sequías más duras de la historia, el Gobierno subsidió a los más perjudicados. Si bien es cierto que aún se adeudan cuotas correspondientes a diciembre de 2009, esos subsidios sirvieron para paliar un momento complicado.

Ahora, que son todas rosas para el sector, ¿qué excusa encontrarán para entregar leche gratis en las puertas de algún supermercado? ¿Se acuerdan que querían mostrarse como los mártires de la situación? ¿No se preguntaban también qué rol juega el monocultivo de la soja en todo esto? ¿Seguirán tirando camiones repletos de leche en señal de protesta?

2 comentarios:

  1. Porqué vale la leche?
    Porque hay menos producción que el año pasado.
    Igual que con la carne, que hoy vale más que en Estados Unidos.
    Ese es el efecto de la escasez, hay 5000 tamberos que no llegaron a verlo, pero felicito a los que persistieron.
    Y a los que la carne, el queso o el yogur les parezcan caros, que se quejen a Moreno.

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  2. la producción bajó el año pasado por cuestiones que exceden al cierre de tambos. Si en 1989 había 40 mil tambos, en 2000 18000 y en 2010 12500, es evidente que cerraron muchos... pero la producción entre 2000 y 2010 no bajó en proporción similar. Lo cual representa dos cosas: que cerraron los tambos menos eficientes, es decir, los más chicos; y que existe una concentración mucho mayor de la producción. Al haber mayor concentración, hay pocos que ganan mucho más. Son los que ahora festejan. Si la queja la hubiera hecho el tambero que tuvo que cerrar por un modelo que despojaba, yo mismo me hubiese sumado a su protesta. Pero los que regalaban leche o la tiraban son los tamberos de sonrisa fresca.

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