sábado, 24 de abril de 2010

Remeras y afiches: el gobierno se equivoca




Por Franco Spinetta

Los cánticos populares adquieren una especie de impunidad. Cuando mucha gente canta a coro alguna consigna, es posible que el contenido no sea revisado minuciosamente. Es así como, por ejemplo, en la cancha es posible escuchar cantitos xenófobos, discriminatorios y que hacen apología de la violencia, las drogas y la delincuencia. Eso no quiere decir que todos los participantes sean drogadictos o ladrones.

Algo parecido fue sucediendo en las manifestaciones populares a favor del kirchnerismo. Y vamos a hacer hincapié en el pegadizo cantito que reza: "Clarín, Magnetto, devuelvan a los nietos". Más allá de la inventiva popular incansable, y de que el apellido Magnetto rime justamente con la palabra "nieto", el canto contiene en sí algo peligroso. Te cuento que yo la canto aunque tengo dudas.

Transformada en una consigna política, la canción engloba un hecho que resulta símbolo de los delitos del poder, que siempre gozan de una impunidad mayor respecto de la población común y corriente. Pero no habría que cantarla. Se trata de un hecho triste, que más allá de la actitudes que adopten Felipe y Marcela Herrera de Noble (seguramente más presionados por el Grupo que por la opinión pública), es algo de lo cual no habría que hacerse bandera política.

Ya hemos escuchado el argumento repetido hasta el hartazgo de que a los Kirchner nunca les importaron los derechos humanos, que hicieron guita en la época de los militares a través de una resolución que la propia dictadura impulsó, que primero lamieron los pies de Clarín para luego tratar de destruirlo. Es cierto. No va a ser el argumento de este artículo.

Lo importante es que hoy se están destapando ollas que, en cualquier otro contexto, no se abrirían.

Pisar el palito con canciones tontas, políticamente inservibles, es caer en un lugar perjudicial para seguir avanzando con los Juicios por la Verdad, con la recuperación de los hijos de desaparecidos. Poner carteles escrachando a periodistas del Grupo, también es ridículo; como así también lo es que un jefe de Gabinete luzca una remera con dos muñequitos con un clarín en la cola.

No es momento de hacer eso. Por el bien y la verdad.

3 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con que la remera del Ministro no está a la altura de un Ministro, lo dije ya antes de ahora. Debe haber creído que iba a reunión privada, pero esa reunión no fue privada, me gustaría saber si el Ministro lo sabía. Ahora lo de que el caso de Felipe y Marcela no es político, no estoy de acuerdo. Es un asunto político que forma parte de un paquete político, que la dueña de Clarín se encargó que fuera político al tener la conducta que tuvo con la Dictadura quedándose con Papel Prensa y formando un monopolio. En todo ese paquete entraría, de ser cierto, que Felipe y Marcela sean hijos de desaparecidos.
    Claro que hasta que no se demuestre que lo son, el Gobierno no debería darlo por asunto político. Pero es que tanto se han negado en entregar sus ADN a la autoridad genética pertinente, tan irregular es la adopción, tan irregular es haber logrado destituir al juez que encarceló con derecho a Ernestina por la irregularidad comprobada de las adopciones, que este asunto ya es un asunto político del cual hay que dar cuenta a la sociedad. Los militares represores no deben quedar impunes, ni los civiles cómplices o quizá actores primarios del golpe militar.
    Me parece espantoso que además de quedarse con Papel Prensa se quedaran con dos hijos de asesinados. Es demasiado. Es demasiado político como para no decirles con derecho "que devuelvan a los nietos".
    Parafraseando a la chaqueña ex-periférica, los hijos de los desaparecidos son nuestros hijos, porque nosotros nos ponemos en lugar de los padres a quienes se les ha robado al vida junto al robo de sus hijos. Esto creo.

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  2. En relación a la presencia de Anibal Fernandez te doy la información: era evidente que no iba a quedar en un contexto de reunión privada porque había celulares, cámaras de fotos, filmadoras. Había más de 200 personas por lo que era obvio que el encuentro iba a trascender y hacerse público.g.y.

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  3. En relación a Aníbal Fernández, y como autor de la foto que anduvo circulando tanto en los medios como en los blogs: Aníbal dio su charla con su remera negra. La remera de los muñequitos se la regalaron luego, mientras los asistentes lo saludaban, y se la puso como gesto de agradecimiento. Si Aníbal estuvo una hora en el Encuentro Bloguero, tuvo la remera puesta no más de 15 minutos.

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