jueves, 8 de abril de 2010

Papaleo "comunista" y "chavista" ¡Qué miedo que me da...!




Por Rubén Levenberg*

Radiodifusión: La ley siempre postergada

En 1987 surgió una ONG llamada Centro de Estudios para el Debate sobre la Nueva Argentina (CEDNA), vinculada directamente a los entonces senadores radicales Antonio Nápoli y Ricardo Laferriere. Este último, proveniente de Entre Ríos, fue quien presentó un proyecto de ley sobre el derecho a réplica, que no sólo sus colegas se negaron a tratar, sino que le valió ser borrado de los medios, hasta el punto que desapareció de la política nacional. El CEDNA organizó entre otras actividades una que se llamaba “Los medios de comunicación en la transición democrática”. A casi 14 años, los temas siguen vigentes y, casi, diría que estamos peor.

Aquí va la exposición del peronista Osvaldo Papaleo, hoy en danza porque fuera el abogado de los Graiver durante el proceso en el que la dictadura les expropió Papel Prensa para repartirla entre los amigos. Pero aquí Papaleo habla de la Ley de Radiodifusión, la TV estatal y la relación entre medios y autonomía. No es el discurso completo y lo resaltado en negrita es obra mía. Que lo disfruten.
El tema hace a la raíz de los medios de comunicación, una ley de radiodifusión tiene que ir acompañada por un concepto de país, por un concepto de radiodifusión y de sociedad a la que se aspira.

En los medios está en disputa el 50 por ciento del poder real que existe sobre la opinión pública y el modo de influenciar a una sociedad, los valores y opiniones del conjunto de las personas que las integran. Por eso es que siempre se demora en legislar. La intención de la ley de radiodifusión siempre ha sido legislar sobre la distribución de potencias, ubicación de las emisoras en el dial, etc., pero nadie debe desconocer que detrás de ello hay una profunda disputa ideológica.

La ley que dictó el Proceso (1981) hablaba de interés público, para nosotros se trata de un servicio público. La diferencia no es semántica, es política: el que dice interés público relativiza la función del Estado como contralor de los medios de comunicación. Yo creo que una ley debe contemplar primero una enorme participación del Estado y de las sociedades intermedias en lo que significa el manejo de los medios. Aquí se entregó y se siguen entregando los medios a manos irresponsables que buscan sólo el lucro. La ley del Proceso, que hablaba mucho del país y la patria, escondía la realidad de un proyecto de dominación. La liberación nacional pasa ahora fundamentalmente por dominar los medios de comunicación, no existe ningún país periférico que no trate de controlar sus propios medios de comunicación si quiere liberarse; y no hay país dominado que no haya entregado sus medios.

La liberación nacional y los medios de difusión están muy ligados, hasta una cuestión como el sistema de color para la TV lleva implícita esa ligazón. Detrás de ella está la definición de un tipo de tecnología y la vinculación con los países que producen esa tecnología. No en vano Latinoamérica –excepto Brasil y la Argentina- tiene el sistema NTSC de los norteamericanos. Brasil y Argentina fueron a buscar a Europa el sistema de color, en su momento fue una definición política que no parecía trascendente, pero que afectaba a muchos intereses.

Cuando se plantea que la TV o la radio deben ser privadas, no se tiene en cuenta que no es lo mismo que producir aluminio por ejemplo: el aluminio es una opción posible dentro del consumo; pero cuando licitamos medios de comunicación, estamos poniendo a su servicio 30 millones de almas. Entonces, el tema se tiene que tratar en forma mucho más seria que otras áreas, incluyendo la económica.

Me atrevería a decir que los países serios tienen TV estatal o con cierto control; los países que producen basura tienen en cambio un sistema absolutamente privatista. Podemos hacer una comprobación rápida: EE.UU tiene una producción totalmente violenta y consumista. Aquí los que viven defendiendo la TV privada critican el nivel del medio actualmente y recurren a producciones del exterior, pero no dicen que “Anillos de oro” es fruto de la TV estatal española, hecha en un sistema sin competencia, con tiempo y apoyo para producir. Si acá privatizáramos todo, ¿qué se haría? ¿Cuatro canales iguales que el 9? (N de la R: Por entonces, manejado por Alejandro Romay)

La verdad es que la televisión privada lleva en sí misma la contradicción que la hace entrar en conflicto con la sociedad o con el proyecto social de país, desde que conlleva el consumismo, la competencia y las ofertas imposibles de alcanzar para la mayoría. Cuando se habla de TV, los publicistas se hacen a un lado, pero son los principales culpables porque las tandas comerciales –aunque mejor hechas- son mucho más violentas y llenas de golpes bajos que la programación en sí. (…)

Soy contrario a las mediciones: si le preguntáramos a los chicos si quieren ir a la escuela contestarían que no, entonces ¿qué hacemos, eliminamos la escuela? Claro, en estos temas, educación o salud, empezamos a poner límites, pero también hay que ponerlos en materia de comunicación que es una forma importantísima de educación. No me importa que los diarios sean privados, porque en última instancia hay de por medio una decisión personal en ir a comprarlos, pero la TV es algo que está en mi casa sin esfuerzo y sin pedir permiso. (…)

Yo no comparto las ideas del partido gobernante (N. de la R.: gobernaba Raúl Alfonsín), pero lo peor que nos puede pasar a peronistas y radicales es que los medios de comunicación estén en manos del enemigo. No podemos hacer una legislación tan amplia y entregarles los medios, nuestra responsabilidad reside en ello. Sin embargo, la ley pasa siempre para el otro año, las corporaciones tienen medios para presionar, entonces no se trata la ley de radiodifusión. Por lo menos en el mensaje del 1º de mayo no se habló del tema, así que no tengo motivos para esperar que se trate en este período de sesiones.



** Director de www.prensayetica.blogspot.com/

1 comentario:

  1. bien x la difusión
    vigente sí, permite mirar desde distancia el presente

    interesante lo d la medición
    y lo d interés/servicio

    ResponderEliminar