sábado, 3 de abril de 2010

Sarlo contra Carlotto




Esta nota vino firmada con nombre y apellido. El autor es un periodista con treinta años de profesión. Como director del blog le sugerí que retirara su firma de este artículo para, dado el actual contexto político y la actitud de los grupos mediáticos, evitarle problemas. Quien escribe las siguientes líneas aceptó, un poco a regañadientes, mi sugerencia. G.Y.

Queridos blogueros de Puedecolaborar, ¿leyeron lo que escribió Beatriz Sarlo el miércoles 31 en La Nación sobre el discurso de Estela Carlotto el 24 de marzo, en la Plaza de Mayo?

(http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1249125)

Si ella no puede creer que Carlotto haya leído lo que leyó (los que no la escucharon, lo pueden ver en http://www.abuelas.org.ar/comunicados/aniversarios/a51.htm), la verdad es muy polémico que Sarlo haya escrito lo que escribió.

Insulta a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo cuando la define como “cara digna de los actos en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno”, a los que va “para aplaudir y sonreír a las cámaras”. Estas palabras solas merecerían un repudio.

Pero hay más, y peor. A Sarlo le molesta la toma de partido político de Carlotto y de quienes redactaron el documento (varios organismos de derechos humanos), y ataca directamente a la que es una de nuestras dirigentes de derechos humanas más queridas y respetadas.

Carlotto, luego de elogiar los incontrastables avances en la justicia por los casos de terrorismo de Estado en Argentina (¿Sarlo los desconoce? ¿entre otros sabe que una cuarta parte de los nietos recuperados se logró en estos años?), reclama por Julio López, por la apertura de los archivos de la dictadura y tantas otras demandas pendientes. A Sarlo no le alcanza. La ve sesgada.

Y le critica a Carlotto que siga “el camino a la politización de los dirigentes de derechos humanos”. ¿Acaso se puede ser militante y dirigente de derechos humanos “despolitizado”? Y luego se contradice cuando dice de los derechos humanos que “su lugar es la esfera pública”. Tan intelectual como es Sarlo, ¿no sabe que la política y lo público son lo mismo, tienen el mismo origen?

Sin embargo porfía en esa idea. “Carlotto supo tener una palabra firme, pero moderada y, sobre todo, limitada al tema que le ganó relevancia y respeto. Eso fue cambiando”. ¡Limitada al tema! ¿Qué quiere decir? ¿Que el robo de bebés, el robo del bebé de su propia hija secuestrada, fue un tema puntual, de criminalidad común, que no tuvo nada que ver con “la política” que rodeaba a toda la dictadura y a sus intereses? ¿De qué habla? ¿Por qué quiere “limitarla” en la despolitización?

Critica una “cristalización” de ideas. No es así, este discurso en ocasión de un nuevo aniversario del golpe avanzó sobre los responsables civiles de la dictadura, con nombres y apellidos, un avance en estos años para no cargar sólo las culpas en los asesinos directos.

Con todas las críticas que pudieran hacerse al kirchnerismo, Sarlo no reconoce nada de estos años y en el fondo lo ataca -habiendo otros a quien elegir- a través de Carlotto. No leyó bien ni el texto porque dice que cita a Hugo Chávez y a Evo Morales y en el texto no se citan nunca (no porque no pudiera hacerse, ya que el documento alude a esa Latinoamérica por la que tantos luchan ahora como antes, y cuyo escenario común tampoco fue ajeno a la represión de los '70 y '80, ¿o eso también lo ignora?). En todo caso, ¿por qué no dice qué le molesta de Evo?, por ejemplo.

Sarlo critica al fin que el documento leído en la Plaza “apoya de manera enfática” la política exterior del gobierno. Y si ella no está de acuerdo, ¿por qué no propone otra cosa? ¿qué política exteror preferiría? ¿una maoista, haciendo honor a esa vieja y descabellada, inaudita ideología para un territorio como Argentina? ¿una de “relaciones carnales” como la que aplaudirían los dueños del diario para el que escribe? ¿cuál?

A Estela, un beso y un abrazo grande, y un agradecimiento por su lucha.

4 comentarios:

  1. Seguramente Sarlo es una gran intelectual, pero esta posicionada en un lugar tan in-decifrable, que ella misma se confunde, y-nos-confunde, asumiendo roles de los q ni siquiera se entera.
    Realmente en Sarlo veo a una mujer austera de sentido comun, y con alguito de mala leche...
    Buen post.

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  2. Es increible hasta donde puede rodar una persona y convertirse en mierda

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  3. Viendo a Luis Zamora en 678... como maquillaba su discurso "TNsístico" para no quedar desubicado en el reducto de la TV Pública... se enredaba tanto, que terminaba diciendo nada... o al fín y al cabo, quejandosé de todo lo bueno y positivo que hizo este gobierno. Entonces me pregunté: QUE MIERDA ES LO QUE QUIEREN ENTONCES?

    Por un lado te dicen "no se hizo mucho"... por el otro cuando se apreta el acelerador, critican las formas, el momento, el color de la ropa...

    Definitivamente, que mierda quieren entonces?

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  4. Me da mucha pena lo de Beatriz. En los '80 encabezó una seria y necesaria crítica de los errores dogmáticos del Marxismo desde la revista Punto de Vista (tengo varios números de esa época). Varias de esas ideas las compartimos con el recordado Carlos Brocato.

    Luego, con la llegada de Alfonsín, ella y sus amigos del Club de Cultura Socialista se dejaron seducir por la posibilidad de "dejar una marca" en la Historia, arrimándole ideas y lenguaje "modernos" al viejo radicalismo. Pasaron de la crítica al abandono de la teoría social marxiana y adoptaron definitivamente el lenguaje liberal de Locke. La apuesta les salió mal; perdieron influencia junto a la debacle radical y terminaron peleándose entre ellos.

    Pero Beatriz nunca se resignó a la pérdida de su lugar en el estrellato académico y político. Por eso, cada vez que puede, ataca insidiosamente a Carta Abierta, a González o a cualquiera que pueda ocupar junto a los Kirchner un lugar de importancia para el que ella se cree con mayores méritos.

    Fue una gran intelectual. Hoy es una rencorosa que destila ponzoña. Me da mucha pena; menos por ella que por lo positiva que habría podido ser para el país. Un abrazo.

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