martes, 11 de mayo de 2010

¿Duhalde, Carrió y De Narváez en 678?

Por Rubén Levenberg



Medios públicos, oficiales, gubernamentales, ¿de qué estamos hablando?

A partir de la lectura de la nota sobre María Julia Oliván en Puedecolaborar se me ocurrió volver a pensar –repensar, dirían ahora- acerca de una frase que aparece cada tanto en los medios, que Gerardo Yomal ha dicho muchas veces en El Tren y que la propia directora de radio Nacional, María Seoane, pronunció poco antes de asumir el cargo: “Hay que abrir los medios oficiales a la oposición”.

Digo que me interesa volver a pensar, porque siempre tuve posición tomada respecto al tema: No hay medios oficiales, hay medios públicos. Y aquí vale la pena refrescar un concepto hoy dejado de lado por nuestra izquierda, centroizquierda y/o progresismo: El Estado no debe ser subsidiario, o sea no tiene que hacer de bombero para cubrir aquello que la actividad privada no puede hacer porque no es rentable o porque la tasa de ganancia no es la que quieren. El Estado no tiene que hacer una TV para cubrir aquello que los otros no hacen, tiene que hacer una buena TV, una buena radio y, como en algunos lugares del mundo, buenos diarios.

También me interesa volver a pensar el tema porque no estoy demasiado seguro de que los medios públicos deban reproducir el equilibrio de fuerzas del Congreso, como si fueran un poder más del Estado. Cuando votamos legisladores, no elegimos periodistas en la TV pública, así como no elegimos jueces ni policías. ¿Habría que hacerlo? Es una cuestión a discutir.

Creo, en cambio, que los medios públicos deberían hacer buen periodismo, buen entretenimiento, difundir buena cultura. Si se hace buen periodismo, se tiene que consultar a todas las fuentes, sean oficialistas u opositoras.

Allí me tropiezo con otras dudas: ¿Los opositores quieren ser entrevistados en buenos programas periodísticos? Hemos visto y escuchado a los jefes de la oposición hablar despectivamente de los medios públicos. Los hemos visto y escuchado negarse a hablar con los medios públicos. Los hemos visto y escuchado, cuando finalmente algunos de ellos aceptan una entrevista, enojarse y cortar el teléfono o levantarse ante la primera repregunta.

En una red de conglomerados mediáticos en los que se practica una tremenda reducción de los espacios de libertad, con periodistas que terminan aceptando decir y firmar cualquier cosa para conservar su trabajo –actitud que uno jamás se animaría a cuestionar- la repregunta ya no se usa, no existe. Hacen preguntas con respuesta incluida, con un pie para que el entrevistado diga lo que quiere decir. Así funciona hoy el periodismo “independiente”. La vieja pregunta “¿se siente realizado?” con la cual se ridiculizaba hace muchos años a las estrellitas de TV que la jugaban de periodistas, hoy se ha convertido en la única pregunta posible. Los manuales de estilo de los diarios parecen escritos con letra invisible, ya no se leen y mucho menos se respetan.

Es cierto, es un fenómeno que no es estrictamente argentino. Cualquiera que se tome el trabajo de leer el diario El País de Madrid con el manual de Estilo del El País en la mano, se puede hacer un picnic con la reducción al absurdo de la ética profesional y empresarial que aparece.

¿Cuál sería la salida? ¿Abrir espacios en la TV pública para que los jefes opositores armen sus programas en los que les pregunten lo que quieren decir y no les repregunten? ¿No se parecerían demasiado a los medios que ya existen en la esfera privada? Las preguntas son muchas, pero no estoy seguro de que la salida sea lotear espacios para que los que ya tienen el 80 por ciento de los medios a su disposición, también tengan parte de los medios públicos. Me parece un lindo tema para seguir debatiendo.

5 comentarios:

  1. Estimado,estos cosos ( el rejunte contrera)
    se chiva con cualquier repregunta
    Me hace acordar a un "periodista " de Mar del Plata-Jorge Alfieri-que en epocas de la dictadura entrevistaba a un militar de no recuerdo que cargo y el dialogo era mas o menos asi:
    Sr Coronel.En su entendimiento Ud habra pensado que esta medida del gobierno va a favorecer ampliamente a la poblacion de la ciudad porque esta pensada para resolver los problemas de los pobladores ¿es asi?
    AFIRMATIVO SR PERIODISTA

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  2. Y todavía sigue Alfieri, ¡qué asco! Corría detras de Russak y llegaba agitado a entrevistarlo. Bueno, es una manera de decir porque no lo entrevistaba, lo adulaba.

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  3. Me parece que en este momento no es necesario que la "oposición" tenga programas en los medios oficiales. Tienen a su disposición todos los oligopolios privados. Cuando esos medios monopólicos dejen de serlo, tal vez podríamos replantear la pregunta. Por el momento esos medios también son oposición.

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  4. La oposición no debe acudir a legitimar la TV oficialista, sería un grave error.

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  5. Mmmm....en la opinión de Mariano encuentro algo de lo que motiva mis dudas. ¿Quiere la oposición una mejor TV pública o le conviene lo contrario, porque tienen asegurado más del 80 por ciento de los medios, que no los van a molestar con preguntas fuera de libreto?

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