"Como un edificio de 40 pisos construido sobre dos maderitas"
"Ante el fracaso del periodismo serio ¡viva el periodismo de humor!", exclamó Víctor Hugo Morales, el periodista uruguayo radicado en Argentina, al que ahora por orden de "arriba" todas las secciones de Clarín deben adosar el rótulo de "locutor oficialista", durante la presentación del Libro Negro del Bicentenario de la revista Barcelona en la Feria del Libro.
Morales, Claudia Acuña y Eduardo Aliverti compartieron la presentación, junto a mil personas, que al unísono se sumaron al "aplauso para el miedo" solicitado desde el escenario, a modo de ironía para tantos comunicadores medrosos (y cien por ciento opositores) que circulan por los canales y radios y que trasladan los fantasmas de "un muerto" al Senado.
Víctor Hugo aportó un dato interesante para comparar como funcionan las denuncias ostentosas de las tapas de Clarín y La Nación sobre el supuesto pago de coimas en las operaciones comerciales con Venezuela.
"El tema (de las coimas) estuvo más de diez días en la tapa de Clarín y también de La Nación, pero de pronto este fin de semana dejaron de insistir con las denuncias. Precisamente, prefirieron ignorar el tema cuando aparecieron rumores de que el vicepresidente Julio Cobos también era mencionado en el supuesto pago de coimas", comparó el periodista uruguayo.
Morales agregó que el sábado mandó a comprar Clarín “como excepción, porque no le quiero dar un peso a ese grupo" para comprobar que el tema había desaparecido de tapa.
Además, mencionó que el jueves el senador Ernesto Sanz, alguien que "me inspira confianza", no había podido (o querido) confirmar que el nombre de Cobos aparecía salpicado por las denuncias.
Conclusión de Morales: si existían rumores que involucraban a Cobos desde mitad de semana, no fue una "casualidad" que Clarín y La Nación "bajaran" el tema de la tapa después de casi dos semanas de estirar y forzar las denuncias.
El periodista uruguayo también comparó que las denuncias aparecidas sobre el supuesto pago de coimas en las operaciones comerciales con Venezuela son "como un edificio de 40 pisos construido sobre dos maderitas", por la escasez de fuentes confiables.
Sólo Perfil, el sábado tituló con Cobos-coimas-Venezuela en tapa y recién el domingo La Nación admitió que el vicepresidente estaba salpicado. Pero en la página 10, a una columna y subrayando la "preocupación" del presidente del Senado por las repercusiones de que su nombre apareciera mencionado. O sea, casi una defensa del involucrado y cuando no quedaba otro remedio, después de la tapa del diario de Jorge Fontevecchia del día anterior.
La presentación del Libro Gordo del Bicentenario, sirvió para confirmar que publicaciones alternativas como Barcelona, que apelan al humor para burlarse de la realidad política y del discurso del poder mediático, están consolidándose en Argentina ante el "fracaso del periodismo serio", del que reciben a sus lectores desencantados, coincidieron los panelistas.
Con una tirada inicial de 5000 ejemplares, Barcelona se ha consolidado desde su aparición en 2002 y sus tapas irreverentes y satíricas son cada vez más comentadas entre colegas, al mismo tiempo que pudo retener la redacción fundacional, de apenas una docena de periodistas, dibujantes y diagramadores.
Aliverti, destacó que "la sátira se ha convertido en un arma de la inteligencia para abordar otra lectura de la realidad mediática" y resaltó que "ellos (los medios tradicionales) está gente no la pueden juntar", dirigiéndose a la concurrencia en la Sala José Hernández de la Feria del Libro.
Claudia Acuña, del periódico digital Mu, afirmó que "la crisis del periodismo afecta a toda la sociedad" y aseguró que "estamos ganando la batalla ética y desde ahí estamos construyendo un periodismo mejor".
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