“Ese campamento de desocupados, cual si fuera de gitanos, por su rareza y novedad movía la curiosidad de la gente. En carácter de paseo (…) se les iba a ver y observar (…) sin entrar a analizar el terrible fondo de ese cuadro de miseria humana (…) ni apreciar las consecuencias que de ello derivaban”. Esto lo escribió el comisario Juan Ré en 1930, de modo que no es verdad que fue Perón quien inventó las villas miseria, como no es verdad que solo comenzaran habitándolas migrantes internos (Ré informa que la villa de Retiro comenzó con polacos e italianos). Tampoco es verdad que sus habitantes tienen propiedades en otros barrios, que viven en la villa para no pagar impuestos y que son una clientela política fácil: esos estigmas prendieron en el sentido común impulsados deliberadamente por la dictadura militar de ´76, la que, como parte de su política terrorista, expulsó masivamente a la población de las villas. En 1980 la Municipalidad de Buenos Aires hablaba de “propulsar a las familias hacia el encuentro de una solución definitiva, liberándolas del estado de marginalidad en que se encontraban, para insertarlas en la comunidad de plena capacidad de realización”. El recurso para implementar el plan: la topadora.
(Del libro “El otro bicentenario. 200 hechos que no hicieron patria” de Gustavo NG, Néstor Restivo, Camilo Sánches. Agilar)
(Del libro “El otro bicentenario. 200 hechos que no hicieron patria” de Gustavo NG, Néstor Restivo, Camilo Sánches. Agilar)
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