sábado, 1 de mayo de 2010

Frutas y verduras: ¡Gracias a los "Bolitas"!

Por Mariano Winograd


Soy Mariano Winograd, ingeniero agrónomo de 53 años, dedicado desde mi graduación a la temática frutihortícola.

A diferencia de muchos de mis colegas, abocados a temas que tienen que ver con el control de plagas y enfermedades, fertilización y conducción de cultivos, productividad y estacionalidad, desde el principio me interesé por los aspectos de esta rama productiva que tiene que ver con la sociología, la economía, el consumo, la política y la gestión sectorial.

En 1979, año de mi graduación, el sector (por cierto mucho menos tecnificado que hoy) discutía con ardor un proyecto que finalmente concretado no provocó el giro copernicano que se esperaba de él.

Se trata del malhadado Mercado Central de Buenos Aires que concebido en los 60´ cuando Argentina aún parangonaba al Brasil de Niemeyer, fue concretado en los 70´ al escandaloso costo de 600 millones de U$S (erogados por Isabelita y el “proceso” en proporciones más o menos equivalentes) y finalmente inaugurado por la recuperada democracia en 1984, proceso que me tuvo por protagonista ya que el directorio radical convocó a especialistas y militantes del sector (entre ellos yo mismo) para la epopeya.

En alguna otra nota me gustaría discutir con ustedes por qué un proyecto que debiera ser emblemático para una sociedad interesada en alimentación, territorio, salud, calidad de vida y pobreza, ha sido en nuestro último ciclo democrático (1984 - 2010) un verdadero sepulcro de la corrección política.

En este aporte al blog de Yomal quisiera comentar con ustedes un aspecto sociológico tal vez poco conocido acerca de quienes son los ciudadanos que hacen posible el abastecimiento y consumo de hortalizas en una megalópolis como Buenos Aires.

En los 70´ cuando me inicié en esto, eran inmigrantes llegados a la Argentina desde Italia, Japón y en gran medida Portugal (los últimos en llegar), quienes protagonizaban la horticultura periurbana y la actividad mayorista en los veintitantos mercados que existían a la apertura del Central.

Hoy aquellos inmigrantes ya son viejos y sus hijos no se dedican por lo general a la horticultura

¿Por quiénes han sido reemplazados entonces ya que el abastecimiento de hortalizas a la ciudad no se ha interrumpido?

Pues para conocimiento de los lectores de este blog por inmigrantes llegados en las últimas tres décadas de Bolivia, específicamente de Potosí y Cochabamba.

Estos colegas (horticultores y verduleros) a quienes llamamos "bolitas", son los responsables del abastecimiento diario de vegetales frescos a Buenos Aires, y las grandes ciudades de nuestro país.

Quienes trabajamos en horticultura, los respetamos y admiramos muchísimo, y para nosotros "bolita" no es un despectivo sino un apelativo cariñoso y admirado.

Tan es así que Miguel Zambrana, el más grande exportador de banana de Bolivia, le puso de marca a su fruta "Bolita" como cualquiera de ustedes podrá comprobarlo buscando las cajas respectivas en su verdulero de confianza.

La seguimos pronto.

1 comentario:

  1. Tocayo: Gran camada la de Agronomía del 79, pero la del 80 fue mucho mejor ;-)
    Los "bolitas" traen la misma mentalidad de los tanos de hace 100 años, y la mayoría va a progresar mucho, no solo en la horticultuta, también en la construcción.
    Pero la horticultura sigue tan en negro y tan sin respeto a las eyes laborales como hace 30 años, hay que revertir eso, asumiendo que una parte de ese precio lo va a tener que pagar el consumidor.

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