jueves, 15 de julio de 2010

Hoy somos putos y faloperos; ayer… soldados de FAR y Montoneros

Por Gerardo Yomal

A vos te habrá pasado como a mí. que detrás de un partido de la selección argentina construís, imaginas, fantaseas que pueden pasar otras cosas. Ganarle a Alemania significaría vengarte y derrotar a los nazis. O si finalmente hubiera ganado algún país latinoamericano la final del mundo, cuajaba perfecto para decir que “es el momento de América del Sur” y la decadencia de los europeos. Pero mejor no mezclar los tantos: un partido de fútbol es un partido y los temas políticos van por su carril, sin negar las posibilidades de la utilización política del deporte y cómo influye en los estados de ánimos de los pueblos.

Con la sanción de la ley de matrimonio igualitario siento alegría, expansión y también se cuelan esas ilusiones de “ahora ir por todo”. Claro que hay que poner los pies sobre la tierra pero sí destacar que se ha desinflado un mito armado por la propia Iglesia: que son poderosos, que están en todos lados, que con una institución de dos mil años no se juega. Se desinfló un globo que tenía mucho de ficticio.

Ya había escrito en este sitio periodístico que se había caído el poder de Bergoglio. (http://puedecolaborar.blogspot.com/2010/05/se-cayo-el-poder-de-bergoglio.html)

La cuestión es que no sólo se cayó en parte el poder de la Iglesia sino también un imaginario de sectores de la sociedad civil a derecha y a izquierda.

No te olvides de la represión cubana a los homosexuales (“La revolución no necesita peluqueros” Fidel Castro dixit), la expulsión del militante comunista Héctor Anabitarte de su partido por la reivindicación de su homosexualidad y la consigna montonera de la década del 70 “no somos putos, no somos faloperos, somos soldados de FAR y Montoneros” por recordar algunos emblemas de época.

Al margen de fantasías ultras, la sanción de la ley del matrimonio igualitario muestra que es posible transformar muchas más cosas en la Argentina, que se puede y que por ejemplo entrando en otro terreno hay que construir organizaciones y políticas que regulen a los sectores poderosos de la economía a favor de las mayorías. No es lo mismo hoy Bergoglio que Peter Punk presidente de la Barrick Gold. Claro que no es sencillo pero tampoco imposible.

En fin, un buen dato para nuestra sociedad la sanción de la ley del matrimonio igualitario. Recuerdo que allá a lo lejos y hace tiempo, época de la dictadura, hacíamos cursos sobre Wilheim Reich junto a Horacio Tarcus y Néstor Perlongher, poeta, militante del FLH, Frente de Liberación Homosexual.

Hoy, frente a la ley de “matrimonio” se estaría revolviendo en la tumba de risa preguntándose si hay algo más burgués que dicha institución. También estimo en el terreno de la imaginación que se indignaría frente a su amigo Juan José Sebreli que después de tanto recorrido terminó abrazado a Elisa Carrió, López Murphy y Mirtha Legrand.

Ah…me olvidaba lo del título.

En la habitual cena antisoja que se realiza semanalmente en un restaurante de San Telmo, varios colegas, ex jp, montoneros, aggiornaron la consigna de los 70 por una más actual: “hoy somos putos y faloperos; ayer fuimos soldados de FAR y Montoneros”.

3 comentarios:

  1. Sobre Firmenich... arriesgo que hubiera votado en contra. En esas cuestiones eran muy estrictos. Quizás me equivoque.
    Saludos

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  2. Puede que haya cambiado fijate esta entrada en mi blog

    http://poesiayramosgenerales.blogspot.com/

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  3. Muy bueno. Pasé unos días tratando de hacer justicia, intentando que la bronca por ver la hipocresía de algunos (sumado a cierto fanatismo anti-religioso de carácter bastante gorila en muchos casos)no sea más fuerte que la alegría por la obtención de la ley.
    Un saludo.

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