Por Hugo Presman
¡Qué salto el de Beatriz Sarlo! De la marginalidad cultural, directora de un medio valorable pero de escasa inserción, a ensayista estrella de los medios hegemónicos. Y de ahí a postular un discurso republicano basado en la división de poderes, la pureza de las formas, la preocupación por la pobreza y los derechos humanos. Y en algún momento, cuando Beatriz Sarlo quede sola frente al espejo, un cierto rubor acudirá a sus mejillas. Lo hace desde medios que siempre han sido golpistas como La Nación, cuyo fundador arrasó las provincias del norte argentino con coroneles que no tenían nada que envidiarles a Camps y Echecolatz y dirigió los ejércitos en la guerra de la Triple Infamia que arrasó al Paraguay. O que junto a los dueños de Clarín se quedaron con el monopolio de Papel Prensa, mientras predican la libertad de mercado, con manejos infames. No fueron sólo cómplices, sino parteros y socios del terrorismo de estado. A lo que se suman las adopciones irregulares de Ernestina Herrera y el escamoteo para dilucidar si sus hijos adoptivos son de padres desaparecidos. Si Sarlo decide postular su independencia, sería interesante que trate estos temas en los medios hegemónicos en los que escribe, que actúan como un partido político y cuando se sienten desenmascarados se refugian en la libertad de prensa.
Beatriz Sarlo es una intelectual inteligente, más allá de sus apreciaciones erróneas. Pero tener un cerebro grande alimentado con una buena formación, cuando hay que adaptarlo a un cráneo pequeño, que ese es el tamaño del establishment, obliga a una jibarización del cerebro y un adelgazamiento importante de la densidad del pensamiento. Como dijo hace muchos años Arturo Jauretche: en lugar de adaptar el sombrero a la cabeza, se decide que la cabeza se adecue al tamaño del cráneo. Kovadloff, Aguinis, el rabino Bergman, ya lo hicieron viniendo del campo laxo y resbaladizo del progresismo y no tienen retorno. ¿Beatriz Sarlo estará definitivamente cooptada? Es altamente probable que la contestación sea afirmativa. Intentar ser una remake de Victoria Ocampo es caro, aunque ésta nunca intentó hacer análisis político, tal vez más consciente de sus limitaciones.
Sería otro lamentable ejemplo de la jibarización del intelectual cuando se pasa a ser orgánico del establishment.
Jibarización o lobotomización?
ResponderEliminarSe me pierde el significado preciso de "intelectual orgánico", Hugo. Una vez, Alicia Pierini me dijo que ella era un intelectual orgánico del peronismo...
ResponderEliminarJorge: intelectual orgánico es el que integra el plantel titular del equipo del que forma parte.
ResponderEliminarPierini lo será al peronismo y Sarlo al establishment
Un Saludo
Hugo Presman
En el fondo no se trata de jibarización sino de mezquindades que es algo así como más ruin. No es más que antiperonismo sin sutilezas. Y lo opina una no peronista como yo pero que aprendí a querer algo más que palabras y gestos vacíos en los políticos
ResponderEliminarEn estos últimos días, desde la nota de Sarlo donde explica que todo es culpa del Maligno Doctor K, vengo leyendo que mucha gente pone en tela de juicio su integridad pero no su inteligencia.
ResponderEliminarPensé en Borges y en una carta que escribio R. Walsh donde destaca las cosas que le gustaban de la vida y las que no. Sabía que se iba a morir. Dentro de las malas escribio, "la senilidad de Borges". Me hizo pensar en Beatriz Sarlo, en su supuesta inteligencia, en su capacidad para ignorar toda evidencia.
Más que cooptada, o cooptados, me refiero a todos los nombrados en la nota, creo que son pagados, o sea que están a sueldo del Departamento de Estado de Estados Unidos. No es casual que el cambio de los tres se produjo a comienzos del 2002, (torres gemelas) luego de respectivos viajes de invitación al Norte…
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