jueves, 20 de mayo de 2010

Esa “putita” se la buscó

Por Liliana Mizrahi

General Villegas, La escena invertida: Defender lo indefendible


En muchas mentalidades de varones y mujeres, habita la misoginia. Estas gentes son, además socios activos del patriarcado. Valores ancestrales consagrados. En esas cabezas, vive la creencia que la impunidad está asegurada.

Se descarta el delito, se lo omite. Cuando comprueban, que la realidad no es así, se sorprenden e inmediatamente: “dan vuelta la escena”, alteran la realidad.

Se invierten los términos del conflicto. Se transfiere la culpa a la jovencita, y la responsabilidad a la familia y, santas paces. Nada alivia tanto como evacuar la propia responsabilidad en los otros.


Los abusadores, son “chicos…? (alrededor de 30 años), de buenas familias, van a misa, honran a sus madres y padres, tienen esposa e hijos y se confiesan los domingos”, además se estaban divirtiendo un poquito, revolcados en esa doble moral burguesa y enferma.

“…vivimos revolcados en un merengue y en el mismo lodo todos manoseados” (Discépolo)

La adolescente abusada se convierte en la “fácil” del pueblo, rápida y gauchita de sólo 14 años, es funcional a esa impostura.

La escena es loca porque está invertida, al invertirla le cambian el significado. Eso es muy frecuente, el peligro es que altera y pervierte la percepción de la realidad, pero la ilusión es seguir viviendo en la impostura, flor de escenografía.


¿El violador puede ser víctima de una nena de 14, desbordada de hormonas ? ¿todo es igual? “Los ignorantes nos han igualao”?
¡qué falta de respeto! ¡qué atropello a la razón!


Una niña o joven abusada, que no fue contenida adecuadamente y atendida a tiempo, se “identifica con el agresor”, se entrega, busca castigo y así, se re- victimiza y se vulnera más aún. La escena invertida la enferma aún más.


lmizrahi@pachami.com

3 comentarios:

  1. Esas guachitas que agradecen si uno les da bola,¿que justicia pueden pretender?
    Todo por fama o un poco de guita...
    que asco ese pueblo por favor

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  2. El machismo y la misoginia son como la hemofilia: la tienen los varones pero la transmiten las mujeres.
    Muchas esposas que han buscado refugio en sus madres después de haber sido golpeadas por sus maridos, reciben como respuesta de su progenitora un "ah, mi'jita, es su marido, es lo que le tocó en suerte (o lo que Dios quiso para usted)".
    No es de extrañar, entonces, que después defiendan a estos degenerados.

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  3. Si hubieran sido tres mujeres adultas con un adolescente de 14, el flaco hubiera sido un ganador, y las mujeres unas viejas pervertidas... es la misma historia de siempre.

    Lo que no entienden en ese pueblo (y toda la gente que piensa que es culpa de la chica) es que hormonas o no hormonas, o así se hubiera paseado desnuda entre ellos... ERA UNA MENOR Y NO LE PODÍAN PONER UN DEDO ENCIMA.
    Si eran tan "padres de familia", les hubiera dado asco pensar que alguien podría actuar igual con sus hijas algún día.

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