sábado, 5 de febrero de 2011

¿Defiende la vida o la muerte?

LA IGLESIA CATÓLICA NO AMA A LAS MUJERES, NI A LOS NIÑOS, NI A LOS JÓVENES.

por Liliana Mizrahi



La Iglesia Católica proclama defender la vida, y en la realidad, la ataca. Habla sí, de defender el “nonato”, defenderlo hasta el límite de la muerte de la propia madre, sin importarle que otros hijos de esa madre queden huérfanos.

Me refiero al caso de Ana María Acevedo, embarazada y enferma de cáncer, se le impidió hacer un aborto no-punible y murieron ambos, madre y feto, quedó huérfana una niñita de 3 años.

¿Esto es defender la vida?

A la Iglesia Católica no le interesa la realidad, ni la verdad, ni los hechos, no escucha, le interesa el dogma.

No sabe que hay 500 000 mujeres que abortan por año y desacatan la Iglesia.

No le interesa aportar nada útil para la salud, y la educación reproductiva, de jóvenes, mujeres y varones.
No le interesa hacer prevención y disminuir los riesgos de muerte real que corren las mujeres que necesitan interrumpir sus embarazos accidentales y problemáticos.

Y si lo hacen, si interrumpen su embarazo, es en el peligro de la clandestinidad y sin recursos sanitarios, las más pobres.

La Iglesia Católica, se encarga activamente de formar y capacitar  personas preparadas, "bioéticamente", para enfrentar, con la violencia propia de la autoridad patriarcal, y el desdén de la misoginia, la dramática realidad de las mujeres más vulnerables.

La Iglesia Católica dice defender la vida. Mentira. No cuida a los niños que nacieron, crecieron y están a su cuidado. Los viola salvajemente, durante años.

La Iglesia cómplice, cobija a sus frailes pedófilos, que continúan libres por la vida, e impunes, en tanto no cumplen sus condenas (me refiero al cura Grassi, por ejemplo).

Los niños violados, son niños asesinados en vida.

La Iglesia Católica se opone a que los jóvenes reciban educación sexual. Se opone a que aprendan qué es la sexualidad, y se formen en vínculos con médicos/as, enfermeras/os, consejeros/as psicológicos, abogados.

Se trata de aprender, ayudar y acompañar a los/las jóvenes.

La Iglesia no lo entiende así. No hace prevención, ni educa. Sólo prohibe, criminaliza y condena.

La iglesia Católica lee la realidad humana actual a su dogmático y prejuicioso antojo: prepara profesionales para que defiendan la continuidad de la penalización, criminalización y culpabilización de la interrupción voluntaria del embarazo.

Refuerza e impone sus prohibiciones, incrementa la culpa, el miedo y la exclusión.

La conducta religiosa es oscura, parece una acción de guerra contra los pobres.

El estado real actual de la ética católica, en instituciones religiosas y colegios, lleva el nombre de “culpa y vergüenza”.

La Iglesia Católica no ama los niños. Jesús sí, los amaba.

A esta inmensa y mundial corporación religiosa no le importan los niños, saben que los pueden usar como juguetes sexuales humanos, sin castigo. Lo sabemos a través de miles de niños, (en todo el mundo), abusados sexualmente, y violados por sacerdotes. Los mismos sacerdotes que dicen defender la vida (del nonato), asesinan niños violándolos. La muerte no es sólo biológica.

La Iglesia no evalúa ni tiene en cuenta el daño moral, psicológico y mental que significa para un niño ser abusado sexualmente y amenazado.

La Iglesia no evalúa el daño mental y emocional, que es para una mujer interrumpir voluntariamente un embarazo no deseado, que está criminalizado y condenado.

La Iglesia Católica es, y ha sido, cómplice de guerras, dictaduras, genocidios, matanzas, negociados, mentiras, fraudes, golpes.

Veo la defensa del dogma como posición de poder. No veo la defensa de la vida real.

A la Iglesia no le importan los niños, ni los adolescentes, ni las mujeres.  

No abre sus puertas ni extiende su mano, para prepararlos para una sexualidad responsable. Los abandonan y los enferma, literalmente.

La peor enfermedad es la ignorancia

Infectan sus inmaduras cabezas con mentiras acerca de los profilácticos, les dicen que no sirven para protegerse del SIDA. No les permite su uso y pretenden domesticarlos.

Los exponen al peligro y los enferman.

Esto es violencia contra la vida de los jóvenes.

A la Iglesia no le importa el nonato, le importa “el poder”, la dominación, el control sobre las cabezas y conductas de los otros, sobre el cuerpo de las mujeres y su capacidad reproductora, sobre el cuerpo y la cabeza de los niños y jóvenes.

La Iglesia Católica jibariza. Tanto dogma viejo y peligroso.

¡La defensa de la vida comienza a hacerse ya!, ahora, con los que ya nacieron y viven, y crecen.

La Iglesia Católica debería acercarse a la experiencia real del ser humano, y a la ciencia.
Y desde ahí, dedicarse al estudio de los conflictos y complejos inducidos por tantas prohibiciones y castigos.

Los llamados “pecados” del catolicismo arruinan cabezas.

El mundo ha cambiado y la Iglesia no. El mundo ha cambiado y supone una actitud crítica. Han cambiado los géneros, las especies y los moldes, pero la Iglesia no cambia, su pensamiento no evoluciona con la época. No es contemporánea.

No podemos seguir pensando en categorías estáticas, la Iglesia Católica declina.

La Iglesia Católica no ama, ni a las mujeres, ni a los niños ni a los jóvenes ni a los pobres.

¿La Iglesia Católica es responsable?


5 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo, una lucha que queda por hacer es quitar todo tipo de subsidios a la millonaria secta de la iglesia, llamada religión simplemente por una cuestión cuantitativa. Mónica

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  2. Se desprende la respuesta obvia de que la iglesia es una de las instituciones que más perjudica a las sociedades...
    Muy buena la nota.

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  3. Muy buena nota! La Iglesia y la moral del amo y del esclavo... El diagnóstico de Nietzsche: la moral del resentimiento. El rebaño le teme al fuerte y poderoso, como no puede someterlo por la fuerza, tiene que hacerlo afirmando como absolutos los valores del rebaño.

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  4. La religión es la matriz, donde toma forma y contenido la estupidez, y esta es el arma más letal que amenaza al ser humano, mucho mas que los armamentos de ultima generación de destrucción masiva. Recomiendo ver a Richard Dawkins con el tema de la educación o a Pat Condell.
    Saludos-

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  5. eso es mentira esos solo son hombres la iglesia no tiene mancha los hombres son los qe discriminen a la iglesia pero eso no tiene nada que ver la iglesia igual los ama esos son hombres perdidos y infiltrados

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