Un día, un argentino hijo de inmigrantes bolivianos entró a un supermercadito chino en Buenos Aires y pidió un atado de cigarrillos. La cajera, además de cobrarle los cigarrillos, le reclamó el pago de un paquete de papas fritas que estaba sobre el mostrador. El cliente aclaró que él ni siquiera había tocado esa mercadería, no la había llevado al mostrador, ni la quería. Pero la mujer insistía mientras insinuaba un intento de robo. La discusión seguía, los demás clientes se impacientaban. Finalmente la cajera le dijo que se fuera de su negocio, que se volviera a su país. Ante la réplica de que él era argentino, la china, con previsibles dificultades para expresarse en castellano, le dijo imperturbable: “Argentino no indio… ¡Volvete a tu país!”
Diego Rojas, "Son cuentos chinos", Lamujerdemivida, nº 55, Buenos Aires, 2009.
Patético.
ResponderEliminarOcurre cada vez con más frecuencia.
Recrudecimiento de la xenofobia.
El año pasado un alumno venido de Paraguay , cuando la maestra comenzó a llenar el registro de datos ... se le acercó temblando y le dijo en voz queda : - No diga que soy paraguayo...Me van a maltratar.
Triste y lamentable.
La discriminación se extiende como la lava de un volcán.