martes, 12 de octubre de 2010

Por qué apoyar al kirchnerismo desde la izquierda

EL CONTUBERNIO OPOSITOR EMBARRA LA CANCHA / CARRIÓ MEJOR REPRESENTANTE DE LA RURAL / RICARDITO UNA “BUENA PERSONA” / PINO NO DISTINGUE REALIDAD DE FICCIÓN / OFICIALISMO Y LA MATRIZ MENEMISTA / AL PROGRESISMO LE CUESTA COMPROMETERSE EN ALGO GRANDE

Por Jorge Makarz*

-La experiencia de gestión de Macri en la Ciudad de Buenos Aires, es una perfecta vidriera a través de la cual puede traslucirse cómo una ciudad para pocos puede proyectarse en un país para pocos.

-Iniciado el actual proceso político, la nueva conformación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, las anulaciones de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final y el impulso de los juicios a los militares por la violación de derechos humanos, el cancelamiento por anticipado de la totalidad de la deuda con el FMI, el canje de la deuda y la disminución de los índices de pobreza y desempleo eran logros y/o medidas que ningún progresista podía (¿debería?) discutir. Pero algo sucedió. Como en una relación de pareja, hay un momento en el que se plantea la disyuntiva entre la búsqueda de un proyecto en común o seguir caminos diferentes. Y a buena parte del “progresismo”, siempre le ha costado comprometerse en “algo más grande”, bajo el argumento de resignar la independencia de sus abstractas reivindicaciones

-En cuanto a Elisa Carrió debe decirse que nada queda del prometedor espacio progresista que supo construir con Alfredo Bravo. Su vocación de crear partidos no se condice con su capacidad de construir poder. Revisando sus posiciones más elocuentes, desde 2003, votó en contra de las reestatizaciones de las AFJP y Aerolíneas Argentinas y de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Hoy día es quien mejor representa los intereses de la Sociedad Rural, proponiendo la eliminación de las retenciones, sin diferenciar entre pequeños, medianos y grandes productores. En este corrimiento con respecto a la Carrió de 2003, hoy se sitúa más a la derecha del centro, apelando a nuevas figuras jóvenes, no tan “progres”, para tratar de recuperar un electorado porteño que evidentemente no sólo gusta de caras bonitas. Habiendo asumido una posición belicosa con el gobierno, su alianza natural es con la derecha. Sus gestos para integrar una pata del “peronismo federal” en su armado (que, a diferencia del peronismo oficialista, concentra la mayor arte de las posiciones reaccionarias) no expresa más que una muestra de este desplazamiento. Agotados sus enunciados progresistas, a Carrió sólo le queda de aquello un discurso apocalíptico y su añoranza por encabezar la propia Revolución del Parque.

-En cuanto a la centenaria Unión Cívica Radical, cabe decir que encontró en Alfonsín (h) el mejor referente ante la necesidad de correrse al centro, luego de la fugaz expectativa que ocasionó el voto no positivo de Cobos. Fue fácil instalar su imagen luego de la muerte del ex presidente. Más difícil es convencer a la gente de que esta “buena persona” tenga capacidad de gestión y el valor necesario para enfrentarse a los poderes económicos. Además, un proyecto progresista impulsado desde la UCR, tiene como límite su fuerte matriz agropecuaria que cala hondo en sus estructuras partidarias del interior del país. El reciente rechazo por parte del radicalismo del interior a la Ley de Matrimonio Igualitario es una prueba más de las contradicciones de este partido político “laico” y “republicano”.

-Intentándose posicionar como la “alternativa” progresista, Proyecto Sur transita un terreno por lo menos arenoso. Pino Solanas se acerca a Carrió y enseguida retrocede; propone reformas estructurales, pero éstas “no son tan buenas” cuando el gobierno las realiza. Poco dice acerca de la disputa de poder con los grupos económicos, ni mucho menos, sobre cuáles son las fuerzas sociales con las que cuenta para llevar adelante las batallas soberanas por la nacionalización del petróleo o la reconstrucción del sistema ferroviario argentino. ¿Con Duhalde, con Macri, con el peronismo federal o el radicalismo? ¿O pretende hacerlo solo asumiendo que él puede avanzar en todo el país? Como si la realidad pudiera ser editada cual alguna de sus buenas películas, relata ingenuas propuestas que sospechosamente omiten los conflictos de intereses inherentes a la política. Para este espacio, no distinguir la realidad de la ficción y la constante evasión de las correlaciones de fuerzas reales conducen a que el hecho de no acompañar (salvo en ocasiones puntuales) las transformaciones políticas, económicas y sociales logradas, implica necesariamente la decisión de secundar a la derecha. Esto fue lo que le sucedió un tiempo atrás, cuando, absteniéndose en la decisiva votación por las retenciones móviles, se tuvo que conformar con tomar el papel de “corifeo” de la oligárquica mesa de enlace.

-El desafío para el oficialismo se presenta en términos de seguir edificando una fuerza social capaz de sostener el proceso de cambio que se lleva adelante. Esto implica llevar más allá el proyecto de construcción social que se propuso revertir la matriz excluyente heredada del menemismo. Si no se aborda estructuralmente el problema de la desigualdad social, el camino y la lucha no conducirán por sí misma a la profundización pendiente. La decisión clara de acompañar al gobierno, que asumimos, está en línea con definir la necesidad de construir un tejido social suficientemente denso para llevar adelante las transformaciones sociales pendientes que el país todavía necesita. Para los que no están resueltos a acompañar el proceso la única alternativa, y ésa es la disyuntiva de este tiempo, es la construcción desde una oposición que sólo puede ser liderada por la derecha, con su ya fallido programa neoliberal.

-Éste es tiempo de actuar con inteligencia, con decisión, y con precisión al golpear, como corresponde en toda encrucijada, a “filo, contra-filo y punta”, jugando en todos los campos donde sea necesario para sumar las fuerzas capaces de lograr la tan buscada transformación social, que es la expectativa de las mayorías argentinas. No será la primera vez que, cuando llega la hora de apostar a cambios concretos, a muchos “progresistas” la historia les pase por el costado.

* Ensayista, docente y militante político del Movimiento Evita. Coordinador de “INICIATIVA”. (Nota completa en www.espacioiniciativa.com.ar)

2 comentarios:

  1. todo esto se plantea en 6,7,8 y estoy de acuerdo con ese programa aunque le tiren cascotazos de adentro y de afuera, gracias a este programa se avivaron muchos se los aseguro y hay que seguir asi porque la lucha es cruel y es mucha, multiplicar es la tarea, les hablo la mierda oficialista.

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  2. Muy buen artículo. Muy bueno el artículo completo. Recomendable para dar claridad en estos tiempos. Pedro.

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