LOS ’70
Hay que rescatar las cosas buenas que tuvieron los compañeros de la JP y también lo bueno del sindicalismo. Fue una etapa muy complicada, incluso para analizar, porque hay que tener en cuenta, para no hacer un análisis anacrónico, cuáles eran las circunstancias, por qué el movimiento estaba fracturado y culminó en lo que culminó. Y nunca se puede olvidar a la hora de hacer este análisis que al conductor de este grandioso movimiento peronista, lo habían sacado de la Casa Rosada bombardeando para matarlo. Entonces, sin el General Perón presente para marcar la táctica se hacía muy difícil conducir el movimiento. Por eso creo que hay que rescatar las cosas buenas de cada uno, y analizar profundamente para no cometer los mismos errores. Y sobre todo superar esa falsa contradicción. Por eso nosotros en el acto dijimos “los 30 mil compañeros desaparecidos son nuestros y (José Ignacio) Rucci también”. Qué mejor que dejar esa falsa contradicción de lado y apostar a la unidad. Los jóvenes, si no somos capaces de superar esa falsa contradicción, no podemos construir nada. No se puede construir a partir de cuestionamientos entre nosotros de contradicciones del pasado. Yo no le puedo ir a cuestionar nada a los compañeros de La Cámpora o a Juan Cabandié. ¿Qué le voy a cuestionar? Juan es hijo de desaparecidos, hasta hace poco no conocía su verdadera identidad, y yo le voy a cuestionar cosas de cuando ni él ni yo habíamos nacido. Los jóvenes, y lo dijo Cristina en el acto de la JP, somos los que tenemos que garantizar las profundización de este modelo. Debemos luchar todos unidos por una Patria libre y soberana.
Donde sigan aliados con Moyano, en lugar de: "La Campora", se van a pasar a llamar: "La Osinde".
ResponderEliminarAnónimo 05/11 de 07:18
ResponderEliminarTus palabras sólo revelan el deseo de fracturar al movimiento peronista. Todo lo contrario de lo que plantean los jóvenes de hoy. Y que demuestran que no están dispuestos a repetir esos horrores.
Eso marca una enorme diferencia con los años 70, porque hoy, gracias a esa capacidad el peronismo tiene y puede acompañar ferreamente unido un proyecto político único y una única conducción.
La cuestión está clara: ni La Campora son los Montos, ni la Juventud Sindical es la JS de los 70, ni el CNU, ni los CdeO.
ResponderEliminarLa discusión pasa por otro lado: lo que es parte de la historia del peronismo, habrá que discutirlo para clarificar y aprender de los errores, pero la construcción a futuro nos necesita unidos y trabajando. La presencia de Facundo Moyano en el acto del Luna Park es un avance extraordinario, no una contradicción.
Facundo no había nacido cuando los padres de Cabandié desaparecían. Pero Hugo, su padre, sí. Y vaya que estaba muy activo en su Mar del Plata "militando" para reventar a los miles de luchadores entre los que se encontraban los padres de Cabandié. Si la unidad entre los fachos (como los nombró hace un par de años Bonafini) y sus víctimas es posible, como dice Facundo, entonces vayan a armar su seguridad reclutando la mano de obra ociosa que está en Marcos Paz. Si Cabandié acepta la "unidad" a cualquier precio, no significa que la memoria y el legado de los desaparecidos esté a salvo. Al contrario.
ResponderEliminarJulio López, Luciano Arruga y Mariano Ferreyra, PRESENTES.
El comentario del anónimo de las 7.18 muestra que vamos por el buen camino, que la JP y la JSP se hacen cargo de las cagadas que hayamos cometido, de los dos lados, en los 70 y que están dispuestos a transitar juntos, como compañeros, la proyecto que lleva a la justicia social y a la liberación de la Patria, con todas las contradicciones incluídas, eso es lo que le duele al gorilaje.
ResponderEliminarQue capo facundo!
ResponderEliminarAdhiero a Daniel Satur, en un todo.
ResponderEliminar"Complicado, Perelman", como decía una película.
Comprendo que los jóvenes puedan plantearlo así. Tengo gente cercana que militó y era parte de la JP en los '70, y de Montoneros también, y no pueden pensarlo así, y los comprendo.
Uno es uno y sus circunstancias. Si te mataron compañeros, te desaparecieron hijitos de ellos, y, no se te puede pedir tanta apertura, tanto poner la otra mejilla.
Es casi ser Sor Teresa de Calcuta.