LA “HEGEMONÍA” KIRCHNERISTA
Debates
Por Pablo A. Chami
Hoy apareció en La Nación un artículo muy interesante de Beatriz Sarlo en el que analiza el candombe Kirchnerista: Nunca Menos. Entiende que de este modo y con esta canción, que está presente en los mensajes del Fútbol para Todos y que supone que estará en las nuevas transmisiones deportivas que se incorporan a los canales gratuitos. Entiende que se logra una hegemonía al estilo que definía Gramsci. Rescato este párrafo de Sarlo:
“La dominación resulta del solo ejercicio político; la hegemonía es producto de fuerzas sociales y culturales. No es simple coerción, aunque implica que el poder político intervenga en la vida cotidiana, dándole su forma cultural a la dominación. La hegemonía cultural no es siempre una marca autoritaria. Esto vale la pena aclararlo porque se la ha venido confundiendo. Es posible pensar en una hegemonía democrática, pluralista, como la que brevemente vivió la Argentina en los años ochenta.”
¿Qué nos quiere decir? Que el gobierno de Alfonsín fue una hegemonía democrática aunque claudicó con las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y que el gobierno actual es autoritario. Sarlo, se olvida del triste final de ese gobierno. La alusión es velada, pero su ideología se trasluce en la frase final:
“Gramsci, en sus Cuadernos de la cárcel, escribía que la hegemonía cultural, esa creencia indispensable y misteriosa, debía apoyarse en cambios en los centros decisivos de la economía. Naturalmente, no estaba pensando en los subsidios.”
Creo que, por las críticas recibidas el grupo de escritores intelectuales de la oposición, cuida más su lenguaje, usa más la ironía y la sutileza, especialmente los inteligentes como Sarlo. Pero terminar refiriéndose a los subsidios, sin especificar... A qué subsidios se refiere, ¿a la extensión de la Asignación Universal a las mujeres embarazadas que anunció la presidenta en la inauguración de las sesiones del Congreso?. ¿Está en contra de este logro que beneficia a millones de mujeres, en especial a las más humildes? Las que carecen de posibilidades sanitarias y de control médico. ¿El Estado no puede ayudar a las más necesitadas? Yo creo que debe hacerlo.
Se les escapa siempre por algún lado el odio, aunque se trate de una pensadora inteligente que hace un análisis muy bien logrado.
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