LA VENGANZA DE LA MAFIA VESTIDA DE AZUL
Por Gerardo Yomal
Es un momento particular donde habría que cuidarse de la Policía Federal.
El gobierno decidió hacer cirugía mayor en una institución del Estado que históricamente se manejaba por las suyas eludiendo cualquier control político. La ministra Nilda Garré, con el aval de la presidenta, está pisando el acelerador en un terreno peligroso donde las venganzas de los azules estarán a la orden del día.
Trabajar “a reglamento”, estar de brazos caídos, regular el delito para arriba, armar zonas liberadas, generar un clima de intranquilidad… Todo eso sumado construye un perfecto caldo de cultivo para que determinados medios periodísticos (Radio 10 y C5N, por ejemplo) vendan un mundo de “caos” e “inseguridad”.
El periodista especializado en policiales Ricardo Ragendorfer escribía que la forma de operar de la "mafia que se viste de azul" se centra en, concretamente: "arreglos, extorsiones, impuestos, peajes y tarifas o, lisa y llanamente, la complicidad directa de los uniformados en un diversificado mercado de asuntos, desde los más lucrativos -tráfico de drogas, desarmaderos, piratería del asfalto- hasta establecer ´zonas liberadas´para cometer asaltos y secuestros extorsivos".
Con la decisión política de cortarle el chorro del negocio del delito “la mafia que se viste de azul” está dejando de ganar sumas siderales.
Según el semanario Miradas al Sur “en tiempos normales, se estima que la caja paralela de la Federal oscila entre 400 y 500 millones de pesos mensuales, una cifra que por año empata la del presupuesto oficial asignado para su funcionamiento. Lo cierto es que en las últimas semanas, y en especial desde que se hizo pública la intención gubernamental de barrer con la conducción de las 53 comisarías porteñas, los forzados tributos de comerciantes y delincuentes a los uniformados han empezado a sufrir evidentes retrasos o, directamente, se suspendieron”.
Por lo tanto en la medida que se repriman los negocios de la policía el delito aumentaría proporcionalmente como una forma de hacerle pagar un costo político al gobierno.
La reciente muerte del hincha de San Lorenzo, según el periodista Gustavo Gravia, tendría que ver con la vendetta policial.
Un dato central en toda esta historia fue la decisión del Ministerio de Seguridad de la Nación de echar al comisario general Hugo César Lompizano, superintendente de Seguridad Metropolitana, de quien dependían en la práctica 53 comisarías porteñas.
Se imaginan que dicho “poronga” según el léxico policial, no debe estar muy tranquilo… Además se sospechaba judicialmente que habría participado en la alteración de pruebas en el caso de Mariano Ferreyra, miró para otro lado cuando actuaba la patota de la Unión Ferroviaria y permitió que los asesinos huyan dándoles impunidad.
Por lo tanto es un momento político en el que hay que estar muy atentos frente a la Policía Federal. No están acostumbrados a estar subordinados al poder civil. Nilda Garré se juega entera en esta movida. En buena hora
Gerardo:Excelente el post; es muy duro lo que hay que hacer, y mucha la gente que tiene que intervenir.La federal no es lo mismo que los milicos derrotados, si bien me parece que Garre es un excelente cuadro polìtico, y es muy capaz.Mi gran duda es la coducta de otros actores; la justicia, otros polìticos, etc.Saludos.-
ResponderEliminarEstos temas tendrían que ser tapa de diarios y portada de los noticieros de TV. (me refiero a los que uno espera que se ocupen de este tema, claro)
ResponderEliminarCreo que en la medida en que el tema se exponga ante la "opinión pública" todo podría un poco menos difícil.
Pero no lo levanta ni 6,7,8 por lo menos hasta ahora.
Acá dos opiniones respecto al tema:
ResponderEliminarhttp://eldiablosellama.wordpress.com/2011/02/06/peronismo-policia-y-juventud-polemica-con-el-blog-de-abel/
http://eldiablosellama.wordpress.com/2010/11/13/el-kirchnerismo-la-maldita-policia-y-la-juventud/
DP