Uno hace su trabajo, ya sea en el periodismo escrito o radial. El ida y vuelta con los llamados y los comentarios te genera cierto termómetro de cómo viene la mano. Igualmente son infinitas las reacciones, las repercusiones que no se pueden percibir. Es el caso de esta carta enviada al programa El Tren, radio Cooperativa, que quería compartir también con los lectores de Puedecolaborar. Reitero: los periodistas hacen su trabajo que a veces se convierte en una botella tirada al mar que no se sabe hasta dónde y cómo va a llegar. G. Y.
Queridos Hugo y Gerardo:
Me llamo Silvina Gandino. Los escucho desde hace más de cinco años aunque nunca me comuniqué con el programa.
Desde hace mucho tiempo que quiero escribirles, pero la verdad es que me cuesta un poco.
Simplemente quiero darles las gracias por todos estos años en que puntualmente a las ocho de la noche les abro la puerta de mi cocina y mientras preparo la cena (disfruto mucho cocinar) ustedes se sientan entorno a la antigua mesa de madera y me cuentan, me enseñan y acompañan. Muchas veces se suma mi marido. Entonces es un momento mágico....mientras se van dorando la cebolla y el ajo para algún guisito invernal. (Hoy estoy haciendo empanadas)
A lo largo de todos estos años me pasaron cosas, como a todos. En 2006 me operaron de cáncer de mama. En ese momento tenía 38 años y estábamos buscando un bebé. Pensábamos en adoptar ya que no podía quedar embarazada.
La cosa es que la vida me cambió completamente. Tuve dos metástasis más. La última feroz. Recién en mayo de este año dejé de hacer quimio.
Ahora por suerte estoy mejor, haciendo los controles. Por estos días estoy haciendo estudios.
Vos, Hugo comprendés de qué se trata.
La cuestión es que en esta etapa tan difícil que me tocó pasar, ustedes siempre estuvieron aquí. No me voy a olvidar la noche de fin de año de 2008, en que estuvieron al aire los tres, con la querida Liliana (¡cómo se la extraña!) Nosotros con mi marido habíamos decidido pasarla los dos solos en casa, y la verdad la pasamos muy bien. Yo en ese momento estaba en pleno tratamiento y muy debilitada, no quisimos juntarnos con gente que en ningún momento se acercó a dar una mano.
Encender la radio y tenerlos ahí junto a mi cama, en un dia en que generalmente en la radio a esa hora te mandan música, fue muy lindo. ¡Realmente es como si me hubiesen venido a visitar!
Por todo esto es que desde hace mucho tiempo siento la necesidad de escribirles para darles las gracias y para que sepan que todas las noches estamos junto a ustedes. La verdad es que trato de organizarme para llegar a horario a casa y si alguién llama en ese horario, muchas veces les digo que hablamos más tarde. ¡No me quiero perder nada!
Queridos Hugo y Gerardo, les mando un cariñoso abrazo y espero contar con ustedes el año que viene. Ojalá puedan estar de lunes a viernes.
Los sigo escuchando.
Silvina Gandino
Qué emotivo y gratificante debe ser provocar estos sentimiento en un otro desconocido. Me conmovió mucha la carta, la historia de quien la escribe e imaginarme el impacto en los destinatarios.
ResponderEliminarVecinos de El Tren
ResponderEliminarAyer escuche un programa donde habían invitado a Aliverti,en que que descubrí que a verdad suee pasar muy quedo (no se de quien es esta frase).
Gerardo, creo, le dijo a Aliverti algo sobre los 70 y el rol de las organizaciones armadas en esa etapa.Los enormes errores conceptuales y de praxis de sus integrantes y la ciega santificación con la que son considerados en esta etapa.No voy a vertir mi opinion al respecto, porque creo que hay gente más capacitada para ese análisis, solo dejar traslucir tres aspectos a considerar, que en reaidad son sentimientos...
1) Todos los que empezaron a militar estaban motivados SOLO por sus sueños y deseos genuinos de justicia (No para facturar o que e financien un proyecto).
2) La miitarización sobr ela politica, arrastro y TRANSFORMO a amigos, en lobos, llenos de odio y pata los que la justicia se asimilaba a venganza.
3) La enorme complicidad de los partidos politicos y, parte interesada el empresariado,por abrir un cana de diálogo que desarmara el la bomba de la tragedia.Excepción hecha del venerabe Doctor Alende, quien llo intento hasta ultimo momento.
Si esta discusion se salda equilibradamnete volveremos a ser UNA SOLA NACION, mientras tanto
creceremos tuertos.
Gracias
Lic. Juan Carlos Infantino