viernes, 11 de junio de 2010

Papá, ¿qué hiciste durante el mundial 78?

Por Gerardo Yomal

1978. Mundial de Fútbol. Cuatro jóvenes, dos mujeres, dos hombres. Teníamos entre 20 y 25 años. Estábamos parados en la esquina de Junín y Las Heras. Uno era yo.

Campeaba la dictadura militar pero seguíamos teniendo actividad política.

Mirando para atrás suena loco. Se arriesgó mucho con la posibilidad de conseguir muy poco mientras que la desaparición y la muerte estaban a la vuelta de la esquina.

Incluso una de las chicas con la cual compartíamos ese momento tenía a su pareja desaparecida.

La cuestión de aquel día era si mirábamos la final de Argentina. Meternos en un bar, participar de la ansiedad y la alegría general , ver el partido.

Las chicas se resistían, incluso decían con todas las letras que querían que “Argentina pierda”. De esa forma pensaban que se boicoteaba a la dictadura y no estaban dispuestas a participar de ningún festejo en medio de la peor dictadura de la historia nacional.

Finalmente los varones decidimos que íbamos a ver el partido. No nos íbamos a perder la final del Mundial. El fútbol, la pasión, la azul y blanca, los sentimientos, la historia, fueron más fuertes para ver esos noventa minutos que el terrorismo militar.

En ese clima futbolero la propia Hebe de Bonafini afirmó “...si hasta en nuestras propias casas nos sentíamos aisladas…”

En el libro La Rebelión de las Madres escrito por Ulises Gorini se cuenta la siguiente historia: …Aquel mismo día, María del Rosario llegó a su casa y encontró a su marido frente al televisor. “Me dio bronca-recordó-. Le dije que no sabía cómo podía estar mirando el Mundial mientras Fernando estaba desaparecido. No me contestó y siguió mirando como si nada. No era la primera vez que discutíamos por eso. Yo no sabía qué hacer, quería apagarle el aparato, insultarlo, decirle que era una bestia, que no entendía nada, pero era inútil. Al contrario, él me trataba como si fuera la desubicada, como si fuera yo la que no entendía nada. Entonces tuvimos que hacer frente a todo eso, a los milicos, a la gente y hasta a la propia familia”.

Argentina salió campeón, el país festejó, la dictadura quiso usar el Mundial para afirmarse en el poder y fueron finalmente los ingleses, con su triunfo en la guerra de Malvinas los que le dieron, entre otros factores, la estocada final a un régimen que también quería perpetuarse a través de la aventura de Malvinas.

En esta historia de fútbol y dictadura, algunas mujeres dolidas por la desaparición de sus seres queridos repudiaron el mundial mientras la mayoría de los hombres mirábamos los partidos. Incluso los “desaparecidos” en la ESMA escuchaban el relato radial de lo que pasaba en el Monumental.

Para seguir pensando…

3 comentarios:

  1. Sentimientos de verguenza ,es lo que tengo sobre el mundial 78.
    Verguenza profunda de mi actitud de festejar mientras estaba desaparecida parte de mi familia.
    ¿como pude gritar gol?

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  2. Yo hice una especia de "atropeyo" en mi blog al hablar de la dictadura = que pasaria si argentina gana hoy 2010 el mundial.
    Este tipo de movimientos (mundial) pueden generar en el grosor de la población una satisfacción que se confunde de a momentos con seguridad política.
    Es algo raro.. pero definible.

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  3. Cuando fue el Mundial 78 tenía 16 años, yendo para 17. En ese momento aún no me había caído la ficha, lo que ocurrió en el 79, si bien algo había escuchado, mi "cabeza" adolescente no me permitió asumir lo que pasaba.
    Realmente es para pensarlo mucho; pero, me pregunto, y le pregunto a Nando Bonatto, si quizá no necesitabas en ese momento sentir algo que te conectara con tu país, algo que te permitiera gritar, algo que te permitiera llorar. No es una afirmación, es una pregunta.
    A veces hay "festejos" que no son festivos, paradójicamente, sino maneras de sentirse un poco menos solo, un poco menos impotente...
    Un abrazo, y sigamos pensando.

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