lunes, 7 de junio de 2010

¡Vamos con Diego por el tricampeonato!

Por Horacio del Prado

Este sábado 12 de junio de 2010, la Selección Argentina de fútbol debuta en el Mundial de Sudáfrica. Como se sabe, el primer rival es Nigeria. Y, como no se sabe, es imposible pronosticar con certeza, en la era histórica de las incertezas, ni siquiera el resultado probable de un ¿simple? partido de fútbol.

Un joven intelectual argentino, José Pepe Tassat, experto entre otras cosas en la psicología de las instituciones y organizaciones, explica que cuanto mayor es el grado de vulnerabilidad de una organización, mayor es la posibilidad de encontrar sentido. Sería por eso que la larga lista de puntos vulnerables de nuestra Selección en la Eliminatoria son más fáciles de visualizar y relacionar en busca de sentido, que su también larga lista de puntos positivos.

A partir de allí, la alineación en bandos contrarios de diagnóstico y pronóstico incluirá innumerables ingredientes. Desde la decepción discepoliana por anticipado que tantos de nosotros cargamos, hasta la fruición por adivinar la muerte ajena, que tantos otros cargan. O el deseo vanidoso de acertar en el pronóstico, que a todos nos abarca en un amplio abanico de actitudes, desde el afecto infantil por ver a la celeste y blanca ganadora, hasta la especulación matemática de apostarle a perdedor para tener razón, ya que entre 32 equipos hay 31 posibilidades de perder contra 1 de salir campeón.

Hablemos entonces de fútbol y abramos la polémica, como diría el cura en la boda, hablando ahora o callando para siempre: nosotros decimos que desde que se retiró Maradona, en el 94, hubo dos selecciones de bajo nivel estratégico y táctico, la de Passarella en el 98 y su continuidad increíble, la de Bielsa en el 2002. Y que la mejor, por elección de jugadores, por equilibrio táctico y aciertos en los cambios (salvo en el inesperado derrumbe ante el local), fue por lejos la de Pekerman en 2006. La de Maradona, por lo que se ha visto hasta ahora, estaría muy por arriba de las de Passarella y Bielsa, y claramente por debajo de la de Pekerman en 2006.

Ahora nosotros tenemos la palabra. A partir del sábado la tendrá la pelota, que no se mancha.

1 comentario:

  1. Entro al sitio de los muchachos del Tren y me encuentro con del Prado.¡Qué honor, maestro! Un abrazo. Rubén.

    ResponderEliminar