Por Rubén Levenberg El abuso de la firma, las menciones auto-referentes y el uso de la primera persona se convirtieron en uno de los rasgos destacados de la decadencia del periodismo argentino. Algunos rubrican pomposamente refritos de una o dos gacetillas, otros insertan en sus notas referencias a sus experiencias personales y, en el caso de radio y televisión, muchos dedican parte de sus programas a contar qué hacen cuando llevan al hijo al colegio, qué almorzaron o cómo piensan cenar al regreso a su hogar. Una variante de la epidemia narcisista es hablar en radio o TV de lo que se publicó en un diario o revista o, a la inversa, redactar una nota para contar lo bien que sale su programa o cómo fue reconocido por un taxista o un vecino.
El abuso de la firma se convirtió en un rasgo generalizado y aceptado y la influencia del espectáculo sobre la profesión periodística hicieron el resto.
En esta primera década del siglo XXI la auto-referencia parece haber virado a un egocentrismo que, en muchos casos, es fuente de algunos recursos, una característica que atraviesa horizontalmente a todos los medios, cualquiera sea su posición ideológica, política o económica
(Artículo completo en http://prensayetica.blogspot.com)
El abuso de la firma se convirtió en un rasgo generalizado y aceptado y la influencia del espectáculo sobre la profesión periodística hicieron el resto.
En esta primera década del siglo XXI la auto-referencia parece haber virado a un egocentrismo que, en muchos casos, es fuente de algunos recursos, una característica que atraviesa horizontalmente a todos los medios, cualquiera sea su posición ideológica, política o económica
(Artículo completo en http://prensayetica.blogspot.com)
Yo no sé, pero yo supongo que tengo razón
ResponderEliminarEl abuso de la firma es muy comun en mexico,
ResponderEliminarTodos sabemos lo que pasa, pero ahora resulta que
el narcisicmo periodistico esta ocupando el segundo poder de abuso en méxico, como expectador, debemos hacer algo, ya los periodistas no perdonan al famoso ni a sus familias, ellos confunden los principios con el deber de la noticia, tampoco a los políticos, ahora debemos cuidarnos los expectadores que los periodista no lleguen a nuestros hogares.
el siglo XXI, el gran apocalipsis es la lengua de los periodistas y los dueños de radio y television, A CUIDARSE SE HA DICHO, pasen la voz, que la radio y la television SON LOS GENERADORES DELPROXIMO APOCALIPSIS. Los expéctadores queremos una comunicacion profesional, no haber aquien le jodo la vida. EXPECTADORES pasemos la voz y SALVEMONOS, Exijamos una porfesional comuicacion y no permitamos que los lideres de comunciacion nos tengan como los idiotas de la caja, vamos a darnos un lugar y que vean que hay nuevos expectadores que exigimos respeto de su parte.