martes, 29 de junio de 2010

Esta semana todos seran maradonianos

¿CÓMO EN EL 86? La bandera “Perdón Diego

Por Pablo Llonto.

Los más veteranos deben acordarse bien. Por entonces no se decía “el trapo”. Era sencillamente “la bandera”. Se colgó en la Bombonera al regreso de la Selección campeona del mundo en México 86. “Perdón Bilardo” lagrimeaban sus letras. La misma bandera que días antes, en la final, se colocó en México. No había demasiada autenticidad, porque el mensaje había sido redactado por la barra de Boca que, en aquellos momentos, era bilardista

Por entonces la sección Deportes de Clarín era “ultramenottista”. En realidad, sus jefes eran muy, pero muy, alcahuetes del Flaco. A tal punto que la máxima autoridad (Juan de Biase) llegó a escribir que el triunfo del equipo de Bilardo era exclusivamente de ellos, de los bilardistas, y que él no pensaba subirse a ese carro. Entre otras cosas, escribió que Clarín no era menottista sino que Menotti era clarinista. Fue un claro reconocimiento frente a una debilidad que atormentaba. No hay nada peor que atarse un técnico, porque los técnicos no juegan.

Para 2009 los acerados comentarios sobre la “dudosa” capacidad técnica de Maradona triplicaban aquellos cuestionamientos a Bilardo en la previa de 1986. De Diego se llegó a decir en Diario Popular: “El equipo está hundido, sin conducción, con un Maradona que demuestra dramáticamente que no nació para ser técnico y que su imagen de gloria sirvió al principio y nada más”. Clarín, el año pasado, se dedicaba a encuestas que marcaban un 67 por ciento de...(¿lectores de Clarin.com?) convencidos de que la Argentina no llegaría al 2010. En todas las redacciones se hablaba, con cierta burla, del centenar de jugadores probados en la etapa previa a Sudáfrica.

Hoy, cuatro victorias al hilo sirven de camuflaje a nuestra ex inquieta prensa.

La prensa que ayer levantaba el dedo contra El Dios, la que desafiaba en las conferencias de prensa, está desconocida. Ayer se notó en la sala, cuando Maradona estaba al borde de lanzar un par de tortazos a los irreverentes.

El asunto es que ahora el equipo llegó a donde pocos pensaban que llegaría y el oportunismo volvió con todo.

Hay una semana en la que todos serán maradonianos, todos. Muchos de ellos, hasta el sábado a las once de la mañana.

Menos esta columna, que ya se cansó de señalar, se llame como se llame, el poco valor que tienen (y han tenido) los entrenadores en todo el Universo.

Y el mucho que sí tienen los jugadores.

Por eso suceda lo que suceda, el más maravilloso entrenador que ha tenido la FIFA ha sido el de la barba.

Nada genuflexo, nada de sobarle el lomo al poder.

Rebelde, combativo, capaz de pensar en el pueblo.

El que dijo que no sacaría nunca a Messi por no privar a la gente de ver a un jugador distinto. El que no molesta a los jugadores con obsesiones y malas artes.

El que se tatuó a Fidel, al Che; el que se abrazó con las Abuelas desafiando el artículo de la FIFA que prohibe “hacer política” en los Mundiales. Ése es el entrenador que uno pretende en los grupos humanos.

Si los otros quieren ir pintando la bandera de “Perdón Diego” para ir ganando tiempo, adelante.

Nosotros, ya estamos hechos.

2 comentarios:

  1. Esta vez, no habrá perdón. Digo que lo hecho por la selección hasta acá, alcanza para seguir sosteniendo "que la tienen adentro". Pero de llegar a la final, será mucho peor.
    Aunque no lo parezca, creo que es un momento donde muchos observamos los medios con bastante desconfianza, y recordamos a "los Niembro boys" hablar de la inexperiencia de diego, y criticar duramente a los jugadores. Algunos hasta desearon que no alcancemos la clasificación, como desde otros secotres se deseaba que no se llegue al canje. Pero esta vez la cosa es distinta, se respira otro aire, y estoy seguro que existirá la condena popular, más allá de Ibope.

    saludos

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  2. Diego es un agujero negro semiótico. Es tan densa su significancia que cuando un tonto como Passman se le acerca, no puede hacer más que gravitar hacia su figura y desaparecer en ella. Diego significa tanto para tanta gente que sus intervenciones - en la lengua popular, en la política, pero sobre todo en el fútbol - seguirán teniendo un sentido propio cuando él no esté.
    Su importancia cultural va a ser equivalente o superior a la de Gardel, que es la expresión máxima de pericia, facha, fortuna, talento y cuanta cosa bien hecha haya en la tierra.
    Mis nietos van a decirle a sus congéneres "la tenés adentro" cuando superen las expectativas contra todo pronóstico. Y probablemente, cuando se pregunten a quién Maradona le dijo esa frase, la respuesta será: "A un boludo".
    Las tortugas - uno de los animales más antiguos de la zoósfera - se seguirán escapando aunque quienes las persigan hayan evolucionado tanto que no cuenten ya con los dedos meñiques, castigo a nuestra generación que sólo existe para clavarse en patas de camas y mesas.
    Dicen que Dios inventó la patada en el culo mucho antes de que existieran los pies y los culos.
    Yo digo que inventó a Maradona, mucho antes de que existiera la pelota y el fútbol.

    Y ya que estamos, pegate una vuelta por http://pajarosalinas.blogspot.com
    y ponelo de amigo de Puede Colaborar, así tiene un poco de difusión.

    Abrazo

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