domingo, 20 de junio de 2010

“El árbol de los zuecos” y los pools de siembra

Por momentos estaba viendo a mi abuelo Pietro

Por Oscar Taffetani

Acabo de ver, en una sola emisión, sin cortes (canal Europa Europa), "El árbol de los zuecos", de Ermanno Olmi, película estrenada en 1978 y que nunca había podido ver completa (sólo pasajes, en blanco y negro, en la televisión de los '80)

Dicen que es un "neorrealismo de segunda generación". No estoy de acuerdo. Es cine, cine del mejor, que reconstruye una época del campo italiano, con un campesinado pobre, analfabeto y sujeto sufriente de su destino (porque la parte más avanzada de los trabajadores estaba en las ciudades, y ellos no tenían siquiera los elementos para comprender lo que pasaba).

Es una obra maestra, que no acelera los tiempos porque en realidad toma los tiempos del campo (la morosidad del relato es la morosidad del mismo objeto del relato). Tiene bastante semejanza con películas chinas o iraníes que hemos visto en los últimos tiempos (sé que algunos amigos van a tirar la bronca por esto).

Modestamente, les recomiendo que saquen la película en algún video club y la vean. Son tres horas que valen la pena.

Por momentos, estaba viendo a mi abuelo Pietro (también me pasó, aunque es distinta, con "Novecento", de Bertolucci). Pero el "link" más interesante que me trajo la película es el analfabetismo sindical (de algún modo hay que llamarlo) que se reproduce en nuestro país a partir de la "revolución tecnológica" del campo. Veo a los nietos de contadinos y campesinos de Alcorta hoy convertidos en socios de los pools de siembra, tratando a los pobres, desheredados y excluidos de la misma manera que los terratenientes italianos trataban a sus "contadini". También veo una Iglesia absolutamente funcional al poder, muy distinta de aquella del cura Mugica y de los Sacerdotes para el Tercer Mundo. Porque no se trata de "aliviar al que sufre" (eso ya está aceptado hasta por los malos de la película), sino de dar armas (metafóricamente hablando) al que sufre para cambiar el estado de las cosas.

La película de Ermanno Olmi despierta rebeldía, incluso más de la que despertaba el neorrealismo. Pasaron unos añitos, es cierto. Pero habría que darle a los oprimidos de hoy la oportunidad de verla, entenderla y extraer sus enseñanzas. Si Brecht pasara la película, en su teatro (hagamos un poco de ficción), seguro que bajaría línea, al principio, en el transcurso y al final.

Cine político. Nuevo cine político. Eso es lo que hace falta.

6 comentarios:

  1. Oscar: esos nietos se convirtieron en propietarios. Que quiere, que se inculpen a sí mismos?

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  2. Muy buena crítica. Me permito hacer un cruce, y recomendarle un excelente documental, "Del Tiempo y la Ciudad".
    http://namiaroleiflex.blogspot.com/2010/05/del-tiempo-y-la-ciudad.html
    Hacía rato que no moqueaba. Liverpool es del palo.

    (No está en los videos, si la quiere ver y necesita ayuda, pídamela)

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  3. De campesinos a pequeño burgueses. Mejor para ellos, peor para la inevitable alienación y rebelión del proletariado.

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  4. De hevho en el arbol de los zuecos se describen situaciones precapitalistas. Hoy es todo capitalista (y segun Laclau en el sector rural argentino siempre lo fue)

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  5. Alguién pueda pasas, si es que existe, el link para poder ver estas películas on line o, también, direcciones de algunos citios que la muestren por parte.
    Gracias.

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  6. Sin dudas una de las mejores peliculas que vi en mi vida,cine puro , pero creo que en argentina hoy hay muchos orpimidos como en italia de esos años, no hace falta irnos tan lejos... y aca tampoco los señores feudales hacen mucho para revertirlo...incluidos los gobernantes oficiales, y si los orprimidos de este pais la vieran...bueno esos pobres hombres y mujeres no eran ejemplo de rebeldia no??

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