¿PERÓN ARRUGÓ EN EL 55? / LA CASA ESTÁ EN ORDEN/ ¿EVITA HUBIERA PELEADO?
Carta enviada por Perón a Aramburu desde Panamá, el 5 de marzo de 1956
He leído en un reportaje que usted se ha permitido decir que soy un cobarde, porque ordené la suspensión de la lucha en la que tenía todas las probabilidades de vencer. Usted no podrá comprender jamás cuánto carácter y cuánto valor hay que tener para producir gestos semejantes. Para usted, hacer matar a los demás, en defensa de la propia persona y de las propias ambiciones, es una acción distinguida de valor.
Para mí, el valor no consiste, ni consistirá nunca, en hacer matar a los otros. Esa idea sólo puede pertenecer a los egoístas y a los ignorantes como usted. Tampoco el valor está en hacer asesinar a obreros inocentes o indefensos, como lo han hecho ustedes en Buenos Aires, Rosario, Avellaneda, Berisso, etc. Esa clase de valor pertenece a los asesinos y a los bandidos cuando cuentan con la impunidad. No es valor atropellar los hombres humildes argentinos, vejando mujeres y humillando ancianos, escudados en una banda de asaltantes y sicarios asalariados, detrás de la cual ustedes esconden su propio miedo.
Si tiene dudas sobre mi valor personal, que no consiste, como usted propone, en hacer que se maten los demás, el país tiene muchas fronteras, lo esperaré en cualquiera de ellas para que usted me demuestre que es más valiente que yo. Lleve sus armas porque el valor al que me refiero sólo se demuestra frente a otro hombre y no utilizando las armas de la Patria para hacer asesinar a sus hermanos. Y sepa para siempre que el valor se demuestra personalmente y que, por ser una virtud, no puede delegarse; hágalo, sólo así no podría probar que es la gallina que siempre conocí.
Si usted no lo hace y el pueblo no lo cuelga, como merece y espera, por salvaje, por bruto y por ignorante, algún día nos encontraremos. Allí le haré tragar su lengua de irresponsable. Comando Nacional Partido Peronista – Juan Perón, General
Fuente: Roberto Baschetti, Documentos de la Resistencia Peronista, 1955, 1970, La Plata. Editorial de la Campana, 1997
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