martes, 17 de mayo de 2011

LA SALUD EN TIEMPOS DE “MAURICIO”


Macri: en poco tiempo vuelve a las empresas de papá / La decadencia de los hospitales / Los médicos salieron a la calle

Por Pablo Caruso
Es muy interesante el argumento que utilizó Mauricio Macri para denostar el paro de los médicos y personal no profesional del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. El reclamo es concreto. Tan concreto y justo como tarde llega la medida de fuerza de acuerdo a los años que lleva el deterioro del sistema de salud porteño. No se trata de salarios, que también es una variable de la que depende la calidad de atención que reciben los pacientes. También se denuncia el abandono edilicio, la falta de personal, la necesidad urgente de mayores insumos, de camas de internación y de medicamentos. Básicamente, se está frente a una anunciada crónica de desaparición y vaciamiento de los hospitales públicos porteños, consecuencia directa de una política de Estado que cumple a la perfección con su cometido: estigmatizar la atención pública, promover una política de cada vez menor inversión, y alentar la cobertura privada, léase, hacerle el negocio a las empresas, sector que Mauricio Macri siente como su verdadera casa.
Pintado el cuadro, vayamos a la concepción del arte que tiene el dueño de la galería.
Dice Macri que su administración batió records de obras para el sector, vaya uno a saber basado sobre qué estadísticas. Pero lo más jugoso es que atribuye el reclamo a una interna política del gremio de Médicos Municipales. Hagamos un poquito de historia y veamos que “Mauricio”, sin darse cuenta, tiene toda la razón y al mismo tiempo se recibe de mamarracho.
Médicos Municipales es la asociación gremial conducida por el Dr. Gilardi, que comparte mucho más que la profesión y el primer nombre con el Ministro de Salud porteño Dr. Jorge Lemus. Tanto es así, que ni bien se implementó el retiro de la Policía Federal de los hospitales porteños por la decisión del Ministerio de Seguridad nacional, los conducidos por Gilardi fueron al paro, una medida de fuerza que ni amagó frente a la decadencia de los hospitales o frente a la precarización de las condiciones laborales de sus representados. Para Gilardi, en términos de clase, el médico se parece más a un tenista profesional que a un trabajador. Pero a la hora de bancar la desastroza política pública de su amigo Lemus, la palabra “paro” se incorporó a su lenguaje académico.
En este contexto, y por primera vez en alianza estratégica, la filial de Médicos Municipales del Gutiérrez, junto a los profesionales en formación y los no profesionales, decidieron poner el cuerpo y ejercitar la conciencia de clase. Desconocieron la cúpula del sindicato y a ocupar la calle señores.
Volvamos a la definición de Macri sobre el conflicto: “Es una interna política del gremio”, soltó para desprestigiar el reclamo. Eureka Mauricio. Claro que es política, es una decisión de dónde pararse frente a la constante agachada de la asociación que los dice representar, pero cuya única funcionalidad hoy es tapar las consecuencias de una política de salud criminal, digna de ser procesada por autoría intelectual de cada paciente desatendido. Para Macri, la política es mala palabra, su intención debe esconderse, ejercitarse con culpa. Y por eso le va como le va. Se tuvo que bajar de la nacional para no hacer papelones. Y su ADN noventista lo va a conducir inexorablemente de regreso a las empresas de papá, de donde nunca lo debimos sacar. Y será en esta elección o en la que viene.

2 comentarios:

  1. macri la ciudad ya no te soporta mas, la has destruido toda, toda, no hay lugar donde no hayas echo cagadas, sos lo peor que le paso a la ciudad de bs.as.

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  2. Lo peor (para él)es que Papá Franco hizo cambiar todas las cerraduras, cuando el nene se fue a la CABA...

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