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jueves, 6 de octubre de 2011

SILVANA GIUDICI DEFIENDE A PIUMATO


678 y el” Pollo” Sobrero
“…el dirigente cegetista Julio Piumato denunció que en el programa ultrakrchnerista 678 le impidieron expresar su postura sobre el caso (Sobrero), diferente a la del Gobierno. La diputada radical Silvana Giudici salió en su defensa y repudió “la censura a Piumato en canal 7” .


Nota completa acá

miércoles, 20 de julio de 2011

Guillermo Martinez: “La contradicción principal en la Argentina no es Clarín”


“UN GOBIERNO PERONISTA NO PUEDE ESTAR EN PAZ CON TODOS LOS NIÑOS QUE HAY EN LA CALLE”

Forster criticó a 678 porque le "saltaron a la yugular" al escritor Gillermo Martinez

lunes, 6 de junio de 2011

Marcelo Moreno de Clarín se queja de 678: “está dedicado a denostarnos”


“COMO SI VIVIÉRAMOS EN UNA DICTADURA”
Periodistas "independientes" preocupados por la falta de "libertad de prensa".
Por Marcelo Moreno*
“…Y lo cierto es que resulta muy áspero practicar el periodismo en estos tiempos desde Clarín.
Mucho más difícil que en todo el periodo democrático que arrancó en 1983. Y, bajo riesgo, como si viviéramos en una dictadura.
Nunca en la historia de la Argentina democrática hubo un programa de TV diario –por el canal oficial, claro– dedicado a denostarnos.
Nunca en la historia de la Argentina democrática un presidente se dedicó a descalificar y acusar sistemáticamente a un grupo periodístico en particular. Nunca en la historia de la Argentina democrática los principales ministros de un gobierno se hicieron eco de esas agresiones para multiplicarlas resonantemente.
Estos ataques impunes -porque el Ejecutivo parece haber barrido con el aprecio por la libertad de prensa de los otros poderes del Estado– traen deletéreas y a veces impensadas consecuencias .
Una muestra de esta conducta errática y caprichosa se dio el miércoles, cuando a periodistas de Clarín, TN, Perfil y La Nación se les impidió la entrada a un acto del ministro Boudou con las Madres de Plaza de Mayo, mientras pasaban a cubrirlo los de Télam y Página 12, que se cuidaron de solidarizarse con sus colegas.
Desde luego, los ataques no son sólo contra Clarín sino contra toda la prensa independiente. Pero Clarín es la presa mayor. ¿Por qué? Muy simple: porque, siendo el grupo de medios líder –a pesar del brutal y continuo machacar del apartado propagandístico oficial, la gente sigue empecinada en elegir los productos del Grupo–, si llega a ser aniquilado, arrasar con el resto será una tarea mucho más ligera.
Entonces se cumpliría el sueño kirchnerista de un país sin libertad de prensa en el cual reinara, solitaria y todopoderosa, una sola voz, la oficial, para contarnos la realidad de una revolución imaginaria contabilizada con los números ficcionales del INDEC, con Moyano y Moreno como garantes de la integridad republicana…”

miércoles, 25 de mayo de 2011

LA COBERTURA DE CLARÍN Y LA NACIÓN DE SARLO EN 678


“Beatriz Sarlo dejó en off side al panel de 678”.

Debates - Por Pablo A. Chami
En la noche del 24 de Mayo, Beatriz Sarlo fue invitada al Programa 678 junto a Ricardo Forster y Gabriel Mariotto. El programa fue un ejemplo de periodismo. La entrevistada pudo expresar su pensamiento crítico con respecto al programa, sin interrupciones de los panelistas, cosa que sucede habitualmente en programas políticos de otros canales, donde los conductores, cuando un entrevistado expresa una línea de pensamiento que se opone a la línea editorial de ese programa, no le permiten hablar y lo interrumpen.
Pero lo importante, en mi opinión, fue la cobertura del día siguiente de los medios oligopólicos, Clarín y Nación. En primer lugar, no pudieron ignorar al programa como habitualmente hacen. Clarín lo incluyó en su portal en Internet a primera hora de la mañana pero antes del mediodía lo había relegado a páginas interiores. En cambio La Nación publicó en Internet un corto artículo con extractos del programa sin indicar que estuvo presente como invitado Ricardo Forster. Pero lo significativo es el aire futbolero y triunfalista del título: “Beatriz Sarlo dejó en off side al panel de 678”. En realidad fue un debate con altura, donde se demostró que opositores pueden debatir en ese programa, pero hubo tres momentos que me llamaron la atención y que La Nación ignoró.
Primero: cuando al preguntarle Forster “¿Dónde está el poder real?” Sarlo, siguiendo la metáfora futbolera,  tiró la pelota afuera contestando: “Yo hablé del informe que mostraron, no del poder”. Inteligente y experta en tirar la pelota fuera de la cancha y no responder a preguntas incómodas.
Segundo: cuando se habló de los análisis de ADN de los hijos de Noble, Sarlo contestó: “Los análisis de ADN tienen que ser hechos.”
Tercero: Cuando Sarlo criticó la forma de la elección del FPV de sus candidatos a Jefe de Gobierno y no a los de los otros partidos y Mariotto se lo recriminó, Sarlo dijo: “Me cansé de hablar de Macri, pero quédese tranquilo que no lo voy a votar.”
Por supuesto que La Nación no publicó ninguna de estas frases de Sarlo.
En conclusión se derribaron algunos mitos. Que el programa no admite voces que difieren de la línea editorial y de la posición del gobierno. Los medios más importantes no lo pudieron ignorar. La Nación omitió mencionar los comentarios del ADN de los hijos de Noble y del dicho de Sarlo sobre Macri. Clarín en su nota sí consignó esos pasajes del programa pero sacó rápidamente  la nota de la página principal de su portal.

martes, 26 de abril de 2011

Dolina se molestó con 678


LOS “ZÓCALOS” TRAEN PROBLEMAS
Por Gerardo Yomal


Alejandro Dolina se quejaba esta madrugada en su programa en radio Nacional contra 678 porque presentó un supuesto “debate” en el  zócalo donde ese debate no existió. “Simplemente ellos tomaron declaraciones de Angel Cappa y mías y trataron de armar un contrapunto. No me gustó como lo presentaron…Incluso Barragán dijo algo despectivo…”
Después de plantear su molestia recalcó que está de acuerdo ideológicamente con los que hacen el programa.
Acá van algunas de las declaraciones de Cappa y Dolina más el video correspondiente:
Cappa: “…Yo era peronista de base: cuestioné a Perón que no era revolucionario. Evita sí. Perón quería un capitalismo bueno: 50% para los obreros, 50% para los capitalistas. Es un absurdo porque no hay un capitalismo bueno” “… Había un verticalismo nefasto para la clase obrera…”
Dolina: “…Cappa es más claro hablando de fútbol que de política. No se puede reducir al peronismo a esos términos… No siempre se puede esperar una revolución definitiva…Conseguir que personas que jamás han tenido vacaciones, las tengan; que jamás hayan tenido zapatillas, las tengan, que jamás tuvieron dignidad y la tengan…es una revolución…No se puede negar que Perón desató una revolución inédita en el país. Eso de Perón malo y Evita buena, me suena a cuento infantil…”

lunes, 8 de noviembre de 2010

Lloré un montón por los tíos Néstor y Cristina

¿Qué clase de respiro podía tomarse la Presidenta con un tipo como Cobos respirándole en el respaldo del sillón?


INVITAMOS A ALMORZAR A LA CENSISTA/NO CONOCÍ EL MIEDO DE DESAPARECER/EN LA PIZZERIA PEDÍAN QUE SUBIERAN EL VOLUMEN DE 678

Foto de Jesica Baez



Por Nadia Lihuel

El 27 de octubre trabajé en el censo. La verdad es que fantaseaba hacía tiempo con la idea de participar en algo así, en realidad mi plan era ser presidenta de mesa el año que viene, así que cuando salió la posibilidad del censo acepté sin dudarlo. La noche anterior no había podido dormir de la ansiedad. Era raro, no me pasaba algo así desde que empecé la secundaria: sabía que el día siguiente iba a ser muy importante.

Pero no me imaginaba cuánto.

Cerca de las 8 llegué a la escuela de Villa Urquiza donde me tocaba y como la más aplicada de las alumnas de un cuarto grado prestado ordené mis papeles y recibí instrucciones para mi trabajo del día.

Alrededor de las 9 salimos cada cual hacia su segmento identificados como censistas. Debo confesar que sentí mucha satisfacción. Sabía que me iban a estar esperando, de eso se trataba. Como jugar a las visitas.

Recordaba haber vivido mi primer censo, el del '91, con nueve años, esperando con ansiedad a la censista. La habíamos invitados a almorzar con la familia y contesté orgullosa las preguntas sobre la escuela y el inodoro de mi casa.

Tenía muchas ganas de regalarle ese recuerdo a alguien. Ser la visita esperada pero desconocida.


Toda una tarea

Me invitaron a pasar a casi todas las casa y me trataron muy bien: una nena me regaló un dibujo y hasta consolé el dolor de una abuelita que había perdido a su hijo hacía poco tomándola de la mano un rato; escuchándola nomás (¿qué otra cosa hubiese podido hacer?).

Sin embargo, algo había pasado.

En la tercera casa a la que censé, Ester, la jefa del hogar preguntó:

- ¿Supiste la noticia?

- Sí - contesté - Le robaron a una censista en Chacarita, me contó el señor de al lado.

- No - dijo Ester, y vi la amargura asentársele en la cara - La otra noticia....

- No, ¿qué pasó? - Ester no encontraba las palabras, parecía no creer lo que estaba por decir.

- Murió Kirchner.

Se hizo una pausa infinita. Yo no entendía nada. Lo primero que pensé fue que si había muerto después de las doce de la noche del 26, para el censo iba a figurar vivo. ¡Qué tontería! Y pensar que en la capacitación me había parecido una pregunta idiota.

Ester prendió la tele.

Yo seguía sin entender nada.

- Parece que van a suspender el censo - dijo.

Llamé a mi jefe de radio. No sabía nada el pobre tipo, encerrado en el papelerío de los quince censistas que tenía a cargo.

- Dejame averiguar y te llamo.

Al rato supe que debía seguir con mi tarea. Y por algún motivo sentía que era mi deber. Que estaba formando parte de la Historia. Sí, con mayúsculas. Igual que el 25 de Mayo de 2003, cuando me encontré entre la masa de gente que iba a saludar a ese presidente que no había votado, pero que era la opción más razonable si la rata inmunda no se bajaba del ballotage.


La plaza me llamaba

Mis primeras elecciones presidenciales y esa sensación de casi victoria al ver como presidente a un tipo que no conocía pero que hubiese votado con convicción si el del apellido palíndromo me hubiese dado la chance. Pero no; el muy sorete me quitó esa oportunidad también. Como si no le hubiese alcanzado con diez años de tirarnos tierra encima.

Sin embargo me sentí parte de algo cuando el tipo, como comandante en jefe de las fuerzas armadas, ordenó bajar los cuadros de los dictadores.

Yo no conocí ese miedo, el de desaparecer. Pero conozco a quienes lo tuvieron, a quienes crecieron en él. Esos tipos me educaron, esas tipas me dieron la teta cuando en el 82 asomé la cabeza. Y sabía que sacar la foto y bajar del púlpito a los asesinos no era sólo un símbolo: era también un signo. Un signo de cambio, una luz de giro.

Después vinieron la derogación del punto final y de la obediencia debida. Y los milicos encerrados. ¡Qué lindo! ¡Qué buen comienzo!

Podría seguir con la enumeración, pero no hace falta. Ese tipo estaba muerto.

¿Y ahora? ¿Y Cristina?

Por experiencia sabía que un duelo no es fácil de elaborar. Que las responsabilidades, cuando una está triste, suelen pasar a un segundo plano. ¿Qué clase de respiro podía tomarse la Presidenta con un tipo como Cobos respirándole en el respaldo del sillón?

La plaza me llamaba. Una vez más.

Pero antes el censo: "¿trabajó al menos una hora durante la semana pasada?", una ridiculez que clavé como un punzón en la dignidad del único desocupado al que censé. "¿Cuántos hijos nacidos vivos tuvo?" le pregunté a cada una de las casi treinta mujeres que me crucé y no pude evitar pensar que, en promedio, mis planillas obviaban impunemente casi sesenta abortos.

Por suerte mi cuestionario era largo, pero mi segmento pequeño. Así que a las tres de la tarde terminé el recorrido y para las cinco estaba en el colectivo camino a mi casa.

Y otra vez la pregunta en mi cabeza: ¿Y Cristina?

Una ducha rápida y el encuentro con una amiga para ir juntas en subte para el centro. El primer contacto con la sensación de dolor lo había tenido en el bondi. Pero cuando subí en Malabia había otra cosa.

El vagón era un enorme living sobre ruedas donde todos mirábamos alrededor buscando en otras miradas la señal que pudiera desmentir la fatalidad.

Pero no hubo caso.

Ahí estaba, gris como siempre, la muerte. Lo irremediable.

En cada gesto, cada ademán. Y en el medio los turistas... desentonando. Cuando salimos a la calle en Uruguay me recorrió la espalda la misma sensación que otro 25 de mayo, el del Bicentenario. La certeza de estar siendo parte, una vez más, de la Historia.

Podría contar cómo fue que me quedé en la plaza repleta y por primera vez sin bombos, por horas y horas, saludando gente con esos abrazos fuertes que una le da a un amigo que perdió a un familiar cercano. Para mi hermana, la presidenta es la "tía Cris", así que supongo que por propiedad transitiva todos habíamos perdido al "tío Néstor", y nos abrazábamos como si así fuera.

Podría contar cómo después, cuando fuimos a comer a una pizzería del obelisco, las personas pedían subir el volumen de 678. O aplaudían a rabiar con las imágenes de 2003. O cómo quienes caminaban por corrientes entraban al boliche para sumarse a los que cantábamos en las mesas ante la mirada incrédula de los mozos que esperaban una jornada intrascendente después del casi feriado del censo.

Pero no puedo dar más detalles sobre eso... recuerdo apenas pinceladas. Escenas incompletas, borrosas de llorar. Sí, lloré un montón.

A mí no me lo contaron.

Al día siguiente volví. Logré entrar a la casa rosada a las tres y media de la mañana después de muchas horas de cola, después de cánticos y llantos compartidos en esas intimidades multitudinarias que construyen la Historia. Con frío, con cansancio. Pero con la alegría de estar, después de tanto bienestar ganado en siete años, de vuelta en esa plaza.

La plaza que llama, que pide una vez más la presencia de los hijos pródigos. Nosotros, nosotras, que crecimos con la democracia y que queremos que ella siga creciendo de nuestra mano.

jueves, 4 de noviembre de 2010

López echagüe: “Cuando dije en 678 que Scioli era una resaca menemista, se produjo un momento tenso”

DUHALDE DEFIENDE A LOS MILITARES PRESOS PORQUE LUCHARON CONTRA UN ENEMIGO ROJO / MONNER SANZ JUNTO A MORALES SOLÁ / EL PERIODISMO COMO VIDRIERA

 Daniel Scioli y Daniel Hadad confraternizando.
 Puedecolaborar presenta el audio completo del reportaje a Hernán López Echagüe realizado en El Tren, AM 770, radio Cooperativa. Además una minisíntesis de sus declaraciones. Su último libro es “El Regreso del Otro, la reaparición de Eduardo Duhalde en la pelea política argentina”.

Producción especial de Alejo Lemiña

López Echagüe en El Tren, parte 1.


López Echagüe en El Tren, parte 2.


López Echagüe: “Fui a una reunión con gente que es muy kirchnerista y me dijeron ‘no sabíamos que eras kirchnerista’, ‘¿por qué?’ les pregunté, y respondieron ‘porque fuiste a 6-7-8’. Yo fui a 6-7-8 porque ellos me invitaron, saqué un libro, me querían hablar, y quería poder decir las cosas que quería decir. Estuve en lo de Mirtha Legrand y no soy mirtalegrandista.


De hecho tuve un encontronazo con 6-7-8 cuando dije que Scioli para mi era una especie de ‘ente inexistente’, y había una diputada ahí, Juliana Di Tulio, que decía que el candidato podía ser Scioli. Lo tomé directamente como una especie de personaje de resaca menemista y todos me miraron con cara rara. Hubo una especie de momento medio tenso en el estudio.

Pero justamente, vos tenés que decir las cosas como me pasó cuando fui invitado al programa de Mirtha Legrand y estaba (Ricardo) Monner Sans, que se puso a defender una nota que hace Joaquín Morales Solá; yo le expliqué que era un escriba de la dictadura, y hubo una discusión muy severa. ¡Pucha que se enojó!”

Sobre Página 12 y el periodismo de los 90

L.E.: “Yo rescato una frase del gordo Lanata que decía ‘el periodismo era un oficio en el cual en un metro cuadrado cabía la mayor cantidad de celos, envidias, miserias humanas’ y era terrible; ‘¿quién firma la nota de tapa?, ¿quién hace esto o aquello?’. Eso se veía bastante en Página 12, había mucho ‘vedettismo’. Tomaban el periodismo como una vidriera para exhibirse, no como un oficio que tiene que ver con el bien común, sino con el bien propio en tanto te hacía crecer económicamente.

Lo que sí notaba es que nadie fue inmune a una de las palabras básicas de los 90 que fue ‘éxito’, donde, por momentos, la noticia comenzó a convertirse en una mercancía en vez de ser algo que actuara como un mazazo y te llevara a pensar. De tanto que aumentó su poder político, el periodista sufre del espejismo de creer que es parte, y no se da cuenta que los políticos lo utilizan como un puente para lo que ellos quieren.”

Sobre la imagen de Duhalde como “piloto de tormentas”

L.E.: “Muchos periodistas y columnistas políticos dicen que Duhalde fue el ‘piloto de tormentas’ pero nadie se pone a constatar ciertos hechos, que yo puse en el libro para recordarlos, como el tema devaluación con la que favoreció con millones de dólares a empresas que después lo acompañaron en su gobierno y cómo ‘pacificó’ el país matando a dos personas. Son como especies de mitos urbanos. Mucha gente aceptaba con mucho placer eso de ser una especie de sucursal de Estados Unidos.

Él hace de una manera más desembozada su postura conservadora, reaccionaria, incluso militarista. Una de las cosas que me enteré mientras hacía este libro era que, cada tanto, él se reúne, a través del contacto con Cecilia Pando, con hijos de militares que están presos para darles charlas, para animarlos y explicarles que sus padres, en realidad, están injustamente presos porque lucharon contra un enemigo rojo. Lo hace como si fuese un psicoanalista que va a explicarle a los chicos ‘miren, no se pongan mal, sus padres lucharon por la patria’. Llega a ese límite.”


miércoles, 3 de noviembre de 2010

Volvió la política y el ¿“que se vayan todos”?

El Legado de Kirchner

MICROS Y CHORIPANES / MÁXIMA LIBERTAD DE EXPRESIÓN / ¿CÓMO “COMPRAR” A 6 MILLONES

Por Alejo Lemiña

Quedó perdido entre halagos y admiración, entre desprecios y resentimientos, el actor histórico principal que formó y forma parte del contexto inédito en el que el “legado de Kirchner” se plasmó: las multitudes movilizadas expresándose. El sentido común lleva a considerar el fenómeno como un mérito del gobierno de Kirchner y el de Cristina Fernández. Pero, aunque siempre haya una conducción en las luchas, éstas no son producto de una voluntad individual.
Desde voces oficialistas se ha afirmado que la política de no represión iniciada por el gobierno Kirchnerista fue la que hizo posible esa sociedad movilizada y militante. Por el contrario, desde variados puntos de vista de políticos y personalidades mediáticas opositoras se argumentó y criticó que hubiesen colectivos, combis y hasta choripanes que servían para incentivar la concurrencia a las marchas deslegitimando así la participación espontánea.
Sin embargo, ambas perspectivas están erradas. No hay garantía alguna en que el resultado de una política de no represión lleve a que la sociedad se movilice de forma pacífica y se exprese sanamente por las calles sin disturbios ni hechos de violencia. Esa medida también podría haber conducido a una guerra campal en plena Avenida 9 de Julio. Pero eso no ocurrió y la pregunta debería ser por qué. Es entonces cuando descubrimos que Néstor Kirchner no era capaz de manipular una sociedad entera para que ocurriese el semejante fenómeno de participación colectiva vivido.
Tampoco existió un clientelismo, por más grande que pudiese haber sido, que alcanzara a “comprar” la presencia de algunos grupos de personas e incentive a 6 millones de individuos a movilizarse en el Bicentenario, ni mucho menos tener incontables cantidades de gente juntándose durante dos días y dos noches ante la muerte inesperada del último ex presidente.
“No se podría engañar a todo el mundo todo el tiempo” se dijo en uno de los tapes que pasaron en el programa 6-7-8, el lunes 1º de noviembre, y no queda duda alguna de ello. La sociedad, en sus variadas formas, ideologías y concepciones, no vive en un estado placebo que la vuelve manipulable como si la integraran simples marionetas.
De alguna manera, el contexto histórico que acontecemos en la actualidad permitió la unión de la necesidad social de un cambio en el escenario político con las medidas llevadas a cabo por el modelo oficialista. Esa variedad de sectores militantes que estuvo en Plaza de Mayo, física o espiritualmente, encontró en el Kirchnerismo un movimiento que puede ser pensado como la respuesta posible a esa necesidad nacida en el ’83 y renovada en el “que se vayan todos” del 2001.
Existen otros sectores que no encontraron reflejadas en ese modelo las soluciones esperadas. Algunos de ellos probablemente porque no coinciden en la ideología o dudan de la veracidad del proyecto, otros porque aún mantienen una actitud desinteresada de la política, y también están quienes no tenían siquiera la necesidad de un cambio porque eran los beneficiados de una etapa en la que la satisfacción de necesidades descansaba en sus manos y en la de otros pocos.
¿Cuál es el legado entonces? Lo que heredamos como sociedad de estos tiempos es un escenario político renovándose, con una creciente participación social en la política; con libertad de expresión, opinión y pensamiento en niveles impensados; con esperanza de que la política sea capaz de dar las soluciones a los problemas de un país; con actitud militante y de lucha para la conquista de logros para los sectores populares; con mirada reflexiva y crítica de los discursos mediáticos; con espacio para el debate social de ideas; y con la posibilidad de una integración regional sudamericana que nos independice del dominio que ejercieron durante años sobre nuestro país las potencias centrales.
Todos gozamos de ese legado y contribuimos a su existencia, estando o no a favor del proyecto kirchnerista. Porque Kirchner solo abrió posibilidades que consideró correctas pero fue la expresión popular la que se las apropió de diferentes formas. Ella es la que les dio sentido, llevando a cabo movilizaciones pacíficas y brindando su apoyo al modelo o criticando y fortaleciendo distintas expresiones de oposición a ella. Bueno o malo, eso dependerá de la lupa y los intereses desde donde se lo mire.

martes, 14 de septiembre de 2010

Horacio Verbitsky: “678 es propaganda política pero es legítima”

¿Tiene autoridad moral el Gobierno para criticar a Clarín cuando fue su principal aliado mediático hasta hace dos años?
- No soy dispensador de opiniones sobre la autoridad moral. Opinen ustedes de eso.
- Hay un fenómeno que se da en paralelo a la pelea del Gobierno con Clarín, que es el auge de nuevos empresarios de medios kirchneristas, como Diego Gvirtz o Sergio Szpolski.
- Hay algunas cosas que me parece que son interesantes. Y que tienen repercusión.
- ¿Cuáles?
- Un programa como "6,7,8" tiene repercusión. Es un fenómeno social importante. Tiene rating. No es el tipo de estética que a mí me interesa, en realidad pocas cosas de la televisión me interesan, pública o privada. Hay otras que me parecen inconsistentes. Este diario nuevo que salió, Tiempo Argentino, es una copia gráfica de Clarín. Un diario que sea un copia de otro, la verdad es que no me atrae demasiado. Cada producto tiene que tener su originalidad, su personalidad.
- ¿Y la línea editorial?
- No lo sigo tanto como para poder opinar. Sé que en general apoya todas las medidas oficiales y cuestiona las de la oposición (sonríe).
- Bueno, usted ha escrito que una cosa es hacer periodismo, y que para lo demás están los medios oficialistas. ¿Se justifica un programa como "6,7,8", donde no hay un equilibrio informativo?
- No hay equilibrio en el conjunto de los medios argentinos. La confrontación de Clarín con el Gobierno ha llevado a una polarización donde esto se reproduce en espejo. Tenés "6,7,8" por un lado y tenés "TN" por el otro.
- ¿Pero es periodismo?
- No, porque "6,7,8" no es un programa periodístico. Es un espectáculo, es un show sobre temas políticos. Es un show informativo sobre temas políticos. Lo que hacen no es periodismo, es propaganda política. Y es legítima.
- ¿Legítima? Se hace pasar por periodismo...
-¿Quién se hace pasar por periodismo? No se puede considerar ese tema sin tener en cuenta el contexto. "6,7,8" es un intento de equilibrar un poco la balanza, es un espejo de lo que hay del otro lado, Clarín.

(Fuente: Noticias)

jueves, 22 de julio de 2010

Juan Salinas: “Apoyo a Cristina pero no me pidan que me lobotomice”

Puedecolaborar presenta este diálogo con el periodista Juan Salinas, autor de entre otros libros, de Amia, El Atentado, Narcos, Banqueros y Criminales. Algunas de sus definiciones: “Le tengo muchos respeto a Luis Delía” “en nuestro gremio hay muchos ortibas y chupamedias” y “el kirchnerismo es un inmerecido bonus-track.”


Por Gerardo Yomal

¿Por qué te hiciste periodista?

La revolución fracasó. Tenía que hacerme de un oficio y siempre había sido un lector obsesivo de cuanto papel escrito caía en mis manos. Leía Clarín en la casa de mi vecino Napoleón Bonaparte, papá de mi vecinita Inés y crítico musical del citado matutino. Y leía las “Primera Plana” y “Marcha” que compraba mi viejo socialista. Las Marcha, prohibidas por Onganía, mi viejo las compraba en Montevideo, a dónde viajaba muy a menudo como electricista del "vapor de la carrera". Ambos medios tenían periodistas que jugaban con las palabras, utilizando las más raras y exóticas, haciendo retruécanos. Destilaban grandes dosis de mordacidad e ironía condimentadas con unas gotas de vitrolo. Y yo, junto a mi hermano Luis, mi primo político Guillermo Pagés Larraya y mis amigos del alma Carlos Ocampo y Enrique Berroeta -todos militantes del Movimiento de Acción Secundario, predecesor de la segunda edición de la UES- hacíamos para divertirnos una especie de "Barcelona" casera que se llamaba "La Voz del Chanta", una hojita en la que parodiábamos a los diarios y revistas de la época (1969) y de paso le tomamos el pelo a nuestros mayores, que tenían más de 20 y a los que considerábamos irremisiblemente viejos desde nuestros 14. Guillermo y Carlos, "El Inglés", estaban en el Nacional Buenos Aires y siempre querían ganar la discusiones con citas a Lenin, Mao, Fanon, Puiggrós, etc. Luis ya era un escritor, casi tan bueno como lo sería diez años después, en la cárcel. Yo soy el único que sigue vivo, lo que me impone ciertas obligaciones. Pero en la Argentina nunca trabajé como periodista. Sólo fui un gacetillero de "la guerra popular y prolongada", un redactor de volantes y acaso algún documento político. Por ejemplo, el que hicimos con Teodoro Boot en casa de Berroeta para explicarle a las FAP "oscuras" por qué nos íbamos a Descamisados, que se tituló "Entre el humo de los puros y el champagne de Armenonville" y firmamos como "Robledo Puch e Ibáñez". En Buenos Aires el único que se dignó darme alguna lección práctica de periodismo fue Alejandro Horowitz, al que conocí de la militancia, digamos, más reflexiva, del Grupo Mayo, idos del PSIN de Abelardo Ramos, grupo en el que estaba él, Jorge Makartz…

Fue recién en Barcelona que comencé a hacer notas para un diario gracias a Alberto Szpumberg, que trabajaba en él. A los tres años exactos de habernos casado, mi mujer de casi toda la vida y yo nos separamos, y en estado de emoción violenta recalé en el diván de Diana, una psicoanalista tucumana, viuda de un erpio caído en Monte Chingolo. Fue ahí donde comenté que me sentía capaz de escribir mejor que el 90 por ciento de los periodistas (y eso que yo leía El País, que por entonces era una gozada) y que debería trabajar en un diario. Y tuve la suerte, gracias a Susi, una amiga con la que compartíamos departamento en el cuarto piso de Can Pepita, un edificio que hasta 1937, cuando las tropas franquistas tomaron Barcelona, había sido un famoso prostíbulo en el Barrio Chino, al que ahora le baten Raval. Tuve suerte, digo, que la Susi se había echado un noviete navarro como mi viejo, Jabier, quien me hizo pata para que comenzara a publicar en el Diario de Barcelona, fundado en 1789, el más viejo del Continente. Así fue como comencé a publicar columnas y me hizo amigote de Eduardo Pons Prades, un prócer del anarquismo que había recorrido toda España a pie y que estaba impresionado por mis pobres conocimientos de la guerra civil española y, sobre todo, de sus canciones, las canciones que cantaba mi padre en la sobremesa pero que de ninguna maneta podían cantarse en España, en las sobremesas hasta que murió Franco, y que cuando murió Franco solo algún anciano recordaba. Y resulta que Pons Prades debía tomarse unos días de licencia para asistir a su esposa, que iba a ser operada, y me propuso que me quedara interinamente a cargo de su sección, "Estado", es decir, en Cataluña, toda la política española allende el principado. Política española, bah. Y fue así como empecé bien por arriba, hasta haciendo editoriales, que en "el Brusi" (nombre en lunfa talanca que tenía el diario) eran suscintos, de 28 líneas, y como iban en la parte de abajo de la tapa o portada llamaban "delantales". En fin: soy un periodista gallego y de izquierdas en el exilio. Con la ventaja de que, como el "Gallego" (Manuel Enrique) Mena, me había hecho peronista. Eso ocurrió el mismo aciago día de octubre de 1967 en que me enteré de la muerte del Che.

Pero algo más de por qué me hice periodista:una vez, en la redacción de El Porteño, una colega que tengo perdida, Adriana Schettini, que entonces no era todavía la buena periodista que fue después sino administrativa, me preguntó si hubiera sido periodista en caso de no haber sufrido un quiebre mi militancia política. No supe qué responderle y tampoco lo sé hoy. Sé que desde que tengo uso de razón me ha gustado leer bulímicamente y escribir torrencialmente, cosa que en mi vida profesional por lo general reprimo drásticamente porque no quiero contribuir a desvalorizar la palabra escrita.

¿Cuál fue tu mayor satisfacción y frustración profesional?

Mi mayor satisfacción fue ver aparecer mi nombre impreso en una nota del diario Tele/exprés de Barcelona allá por 1978. El placer de estar inscripto, de existir. Fue en las Ramblas, donde me quedé bebiendo hasta que llegaron los diarios a los kioscos. Y algunas cosas que se hacen en silencio: haber contribuido a que algunos de los policías que dirigieron alguna masacre hayan ido presos, conseguir que el general Martín Balza echara del Segundo Cuerpo del Ejército al general Rodolfo Cabanillas, quien había participado en el Campo de Concentración conocido como Automotores Orletti donde llevaron secuestrados a mis amigos Claudia García Iruretagoyena y Marcelo Gelman. Conocer a gente como Rogelio García Lupo y tantos buenos amigos. Cosas así.

Mis frustraciones... puf. A veces, cuando veo que el diario que leo todos los días sin falta, le dedica ¡dos páginas! a la defensa a ultranza, obviamente paga, de una familia de “procesistas” de paladar negro cuyos miembros se conjuraron o bien para asesinar a una integrante o bien para apañar y proteger el asesino, me digo que son infinitamente más decentes las mujeres que practican la prostitución callejera sin hacer discriminaciones. Hay pocos trabajos con tantos ortibas y alcahuetes. Con tantos chupamedias que le niegan la "obediencia debida" a los militares pero la reclaman para si mismos, justificándose por entregarles el cuerpo y el alma a las patronales.

¿Cómo ves la relación del gobierno con los medios y periodistas?

Escribí sobre eso una nota que está en la red. Se llama "Para los enemigos todo, para los amigos ni justicia". ¿Hace falta aclarar más? Si les interesa, búsquenla y léanla.

"Lo único que faltaba es que Barone le de clases de peronismo a Eduardo Blaustein…” ¿Qué significa esa frase dicha en la “cena antisoja” donde se reúnen semanalmente diferentes periodistas?

6 7 8 es el único programa de TV que trato de ver siempre que puedo. Y no tengo nada contra Barone, un señor que hizo su carrera en los medios y que hoy está muy crítico con lo que hizo. Al contrario, me siento identificado con su pasión pedagógica, claramente reparadora. Pero que le explique a Blaustein qué es el kirchnerismo, es decir, la forma actual del peronismo, me parece demasiado. ¡Blaustein fue militante de la UES desde la niñez!

¿Cuál es tu interpretación de la frase de Luis Delía publicada por Puedecolaborar en el sentido de que “Kirchner es un hijo de puta pero es un hijo de puta nuestro”?

Algo de razón tiene. A él no lo invitan a 6 7 8, acaso porque no comulga con el indigerible pacto tejido en torno al atentado a la AMIA y la fábula de que hubo un coche bomba conducido por un suicida musulmán y toda la culpa la tiene Irán. Yo, al igual que Capussotto, le tengo mucho respeto a Luis. Al fin y al cabo, cuando fue lo de la 125 y TN puso en marcha una especie de golpe de estado mediático y todos los ministros se borraron y los gorilas se agrandaron como sorete en el agua y con el apoyo de la tele se mandaron a la Plaza de Mayo con la intención de coparla (no hay ningún gobierno que pueda soportar que la Plaza se llene con gente que le pide que se vaya) D' Elía fue el primero que entendió que, al igual que en la noche del 19 de diciembre de 2001, el que controlaba la parada en la plaza ganaba la partida. El abc del peronismo. D'Elia hizo lo que tenía qué hacer. ¿Cuantos más pueden decir lo mismo?

Suscribo con puntos y comas lo que dijo Boot acerca de que "El kirchnerismo es un regalo del cielo". Mi frase es que es un inmerecido bonus-track. Pero como no soy ortodoxo como Barone no consigo que me inviten a 6 7 8. Y, sin embargo, han invitado a periodistas que ayer nomás, el año pasado, estaban recontrarosqueados con Clarín. No tengo problemas en presidir una Cofradía de Mosqueteros de Cristina, pero no me pidan que me lobotomice. No me gustó nada el recule en la reglamentación de la legalidad del aborto para las violadas. Quiero que el aborto sea el último recurso al que pueden apelar las mujeres en los hospitales públicos. Me parece muy bien que el Estado intente disuadir de todas las maneras posibles (apoyando a las embarazadas solteras, facilitando las adopciones) a las mujeres que quieren abortar, pero también me parece que es su derecho. Quiero que salga la reforma financiera e impositiva. Quiero que se reestablezcan los aportes patronales y se les pague el 82% móvil a los jubilados. Todo esto me parece razonable. También aspiro al amor de las chicas jóvenes, lindas e inteligentes que puedan existir. Pero si no lo consigo, no le echaré la culpa al Gobierno.

miércoles, 21 de julio de 2010

María Julia Olivan: “Lo de Lanata me parece careta”


Puedecolaborar presenta algunas definiciones de la periodista María Julia Oliván en declaraciones al programa El Tren conducido por Hugo Presman y Gerardo Yomal por radio Cooperativa. “Nunca sentí que Kirchner fuera mi patrón” y cuando fue entrevistado en 678 “yo no me apichoné” aseguró la periodista.


PRODUCCIÓN DE ALEJO LEMIÑA

Sobre por qué dejó 6-7-8

“Me fui de 678 porque, si bien compartía el fondo, el núcleo ideológico del programa, no sentía como algo propio las formas en las que se producían los debates y las críticas que se instalaban en el programa. Digo…, es importante que se hayan planteado estas críticas. Yo no lo hubiese hecho de esa manera, no lo hubiese hecho mirando solamente un lado de la historia; soy un poco más de plantear una aseveración, una opinión y una duda, y no sólo pararme sobre las opiniones asertivas. 678 es un programa asertivo, y entonces me sentía incómoda.”

Sobre las críticas a 6-7-8

“Creo que la crítica más recurrente, y la que se ha mantenido sobre el programa, es: ‘¿tiene este programa que estar en la Televisión Pública?’ y mi respuesta siempre es: ‘¿podría estar en otro lado?’ ¿podría haberse planteado un debate abierto y crítico sobre cuál es el poder real en la Argentina si no se hubiese dado en la Televisión Pública? ¿Hubiese sido el multimedios Clarín quien hubiese planteado que ellos son el verdadero poder con el que hay que negociar cuando un gobierno llega a perder poder político? Me parece que en esas preguntas está la respuesta.”

Sobre si 6-7-8 podría ser comparada con la revista “Humor”

“Me parece que una cosa es la invisibilización de las noticias que no sirven a los efectos de la oposición o de los medios hegemónicos concentrados, y otra cosa es la prohibición de un discurso diferente. Puede haber un silenciamiento, una cosa más acotada de ese discurso, pero no una prohibición.”

“(678) sí va a ser un programa a analizar, pero no me parece comparable a algo que haya pasado en la dictadura en cuanto a que es una resistencia discursiva y no una que sea desde la prohibición. Es un programa que está en el canal oficial que plantea un contra-discurso para lo que es la hegemonía de los medios.”

Sobre la crítica que Jorge Lanata le hizo a María Julia Oliván

“No entiendo por qué tiene que llamar a Radio Continental para hablar algo que él cree que yo de buena fe me estoy equivocando. Si no cree que me estoy equivocando de buena fe…, el que no tiene buena fe es él, porque él me conoce. Él sabe qué tipo de persona soy yo, y yo se qué tipo de persona es él. Entonces, la verdad, me parece bastante careta decir algunas cosas y hacer algunas especulaciones vinculadas a mi persona y en relación a mi participación en 678 viniendo de Lanata, y de mucha gente también, pero en este caso estamos hablando de Lanata.”

Sobre periodismo puro o impuro, independiente o dependiente

“Es importante en sí poder hablar claramente sobre cuál es la relación entre los medios y las empresas, y los periodistas y las empresas. Me parece que es algo que debería cristalizarse a futuro, debería poder blanquearse y poder establecer si existe o no esa distancia entre el periodista y la empresa o el periodista y determinado grupo político. Es decir, sincerar esa relación, ¿no? Entonces, me parece que vamos en camino a eso. Me parece que esta discusión que puede parecer amorfa o extrema, con muchas polaridades y pocos centros, pocos puntos de consenso, debe llevarnos a un punto de consenso donde se establezcan determinadas líneas de conducta que permitan una posición editorial honesta de parte de los periodistas con respecto a lo que opinamos.”

Sobre el programa en el que participó Nestor Kirchner y los que lo vieron como si estuviera “el Jefe” de 6-7-8

No me apichoné. Entiendo que alguien que genera demasiada admiración, te ponga un poco nervioso, pero eso es humano. ¿Patrón mío?, ¿Kirchner?, no fue nunca, no lo sentí así nunca. No porque estuviese mal, porque veo un montón de gente que quiere trabajar para Kirchner y me parece que es el juego de la democracia, o sea, no es un delito trabajar para Kirchner. Kirchner no es el patrón de estancia de la Televisión Pública, ni todos los periodistas que trabajan para las productoras independientes que contratan con el canal de la Televisión Pública son sus empleados o peones. Yo no lo interpreto así. Entiendo a los que lo interpreten o si se vio de esa manera. Yo no me sentí nerviosa por su presencia sino más bien desafiada, porque quería que fuera lo más explotable posible.

Sobre la ausencia de figuras como Carrió, Macri o Micchetti en el programa.

“Esa es una pregunta que también hacía para adentro de la producción, porque a mi me parece que la diversidad y pluralidad se enriquece con la presencia de opositores al discurso o la posición que nosotros tengamos. La decisión de quiénes eran los invitados era parte de la producción y yo no formo ni formé parte de la producción, sino que era parte de la artística y de la conducción entonces no tenía participación en sentarme en una mesa y debatir qué invitados había.”

Sobre qué le dejó su paso por 678

“A mi nadie me vendó los ojos para estar ahí. Es una experiencia enriquecedora de la cual salí más madura profesional y personalmente. Que yo decidí correrme desde un lugar de plena consciencia, sin ningún tipo de presión, y me siento cómoda y me hago cargo de eso. Yo sé lo que soy y no tengo líos ni conflictos con mis decisiones, ni con haber estado, ni con haberme ido.

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jueves, 24 de junio de 2010

Morales Solá: una vaca sagrada que no es más sagrada

Por Gerardo Yomal

678 los vuelve locos, los saca de las casillas, lo viven como lo peor. Los periodistas opositores al gobierno lo consideran el diablo y paradójicamente también desde ese lugar ayudan a agrandarlo.

Será, entre otros factores, porque había una premisa instaurada en el periodismo nacional que decía que no había que hacer “periodismo de periodistas”. Resultaba que los periodistas y las empresas mediáticas decían todo de todos pero sin embargo sonaba casi a herejía nombrar a un colega con nombre y apellido. La cuestión corporativa pesaba.

En un ambiente relativamente chico, donde muchos se conocen, donde todo rebota, se estilaba un perfil bajo en este terreno. Amistades, posibles proyectos, el “toma y daca”, necesidades de estar vinculado, etc. jugaban en el sentido de hacer silencio frente a las barbaridades de algunos colegas que en muchos casos más que colegas eran relacionistas públicos o mandaderos de determinados intereses.

Joaquín Morales Solá, una especie de vaca sagrada del stablishment, de La Nación y de la revista Noticias que lo ubicó como el mejor periodista del país, nunca habrá soñado que su cara, lo que escribe, su pensamiento, sea “escrachado”, cuestionado, contradicho desde una pantalla televisiva.

Lo de Morales Solá era palabra santa. “Puro”, “independiente”, “objetivo”, “defensor de la libertad de prensa…”

Ese verso terminó. Y 678, con todas las críticas que se le puede hacer, cumplió y cumple un papel interesante en ese camino de descorrer los velos y mostrar que el supuesto “periodismo independiente” es dependiente de auspicios, negocios, ideología y diferentes intereses que de puros no tienen nada.

miércoles, 9 de junio de 2010

678: de “impecable” a “disimular los horrores oficialistas”*

Según el cristal con que se mire

Artemio López: "El análisis de medios realizado por 678 es impecable, profundo, aleccionador y didáctico, pero el problema surge cuando el panel da el salto a la política, y sus monólogos se transforman en progresismo puro y duro, soberbio, elitista y, también, bastante autista".

Gustavo Noriega: "el kirchnerismo del programa no es sólo disimular los horrores oficialistas, sino adoptar su espíritu y reducir toda la complejidad de la política a un oposición binaria, un enfrentamiento entre un nosotros y un ellos en el que el universo K se muestra del lado de los buenos. Lejos de ser un programa crítico, puede leerse como un ejercicio autocomplaciente al servicio de los intereses del canal donde se emite, cosa que es, casualmente, la misma acusación que el programa le hace a los medios".



*De una nota de Esteban Schmidt en la Rolling Stone, junio

martes, 8 de junio de 2010

La mala praxis periodística

Más respeto por las palabras

Por Alejo Lemiña

Cada 7 de junio se conmemora el día del periodista, y en una época donde se aboga constantemente por aquello que suelen llamar “libertad de expresión”, se puntualiza su carácter de derecho, pero muy poco se acentúa en las responsabilidades que conlleva.

Cuando Eduardo Aliverti, conductor del programa radial Marca de Radio, al ganar el Martín Fierro este año advirtió “tengan más respeto con las palabras”, lo hizo en referencia al término “miedo” que están usando determinadas voces y se relacionan con una época muy triste de la Argentina, la dictadura de fines del 70.

Este 7 de junio propongo expandir la frase expresada por Aliverti, a todo el entramado de temáticas periodísticas, porque las palabras son las herramientas con las que comunicamos, así como los cirujanos tienen las suyas para operar.

Allí está la responsabilidad, entrelazada e inmediatamente consecuente a esa libertad de expresión. La obligación se basa en el cuidado que debe tenerse en cada frase, en cada idea, porque la “mala praxis periodística” conlleva consecuencias que ponen en riesgo el colectivo de la sociedad, así como la mala praxis del cirujano puede derivar en consecuencias físicas para las personas, tales como la muerte o las parálisis.

Las personas viven en entornos sociales limitados, inmersos en un mundo imposible de conocer de no ser por mediadores, como si viviésemos encerrados en un cuarto lleno de ventanas que dan al mundo exterior.

El periodista es aquel que posee el poder de abrir las persianas para mostrar el mundo, y su libertad radica en la posibilidad de elegir por qué ventanas entrará la luz, su obligación está en cuidar que estén limpias, lo más claras posible, asumiendo su lugar subjetivo y comprometiéndose con el punto de vista que erigió.

Bienvenidas sean las observaciones de profesionales a las formas y los contenidos publicados. Abramos las puertas al periodismo sobre periodistas, porque es eso lo que nos permitirá hacer autocríticas constructivas que nos permitan progresar en la profesión y ejercer la libertad que nos pertenece, asumiendo con orgullo y humildad las responsabilidades que nos competen.

Orlando Barone, en el programa 6-7-8, del cual participa, hizo un comentario en el que dijo: “Yo no soy fiscal, son los hechos los fiscales, y la sociedad no es inocente de esto que brota”.

La impunidad de las palabras recae en creer que se las lleva el viento, cuando en realidad penetran en la sociedad, la afectan, la constituyen así como también son capaces de destruirla. La responsabilidad del periodista es muy grande en la actualidad, porque las ventanas del mundo están en sus manos.

lunes, 7 de junio de 2010

Definiciones de María Julia Oliván: “No comparto la radicalización de 678”

“Yo tengo una manera de analizar la realidad que integra e involucra dudas, y en 6, 7, 8 no había mucho lugar para dudar. Era como una cosa de militancia”

“El programa se orientó hacia una radicalización que no comparto”

“Cuando hablaban de los movileros, había una idea de que eran seres sin personalidad, que repetían lo que les decían. Me peleé al aire con Orlando Barone muchas veces por eso, porque los periodistas no funcionamos así.”

“No me pareció una actitud de alguien del nivel de Lanata eso de criticarme públicamente, sin llamarme.”

Cuando lo escuché, pensé: “¿Desde dónde habla? ¿Desde el canal de Alberto Pierri, al que criticó toda su vida con papeles y fundamentos?”.

“No me agrada que Cristina personalice y le diga a los periodistas lo que su medio debería hacer.”

Nota completa en: http://www.revista-noticias.com.ar/comun/nota.php?art=2743&ed=1745

jueves, 3 de junio de 2010

Un periodista de TN cuenta la interna

Con el título “Un periodista de TN cuenta la interna vía twitter” está circulando el correo que reproducimos a continuación. Puedecolaborar dialogó con varios trabajadores de TN que corroboraron a grandes rasgos el contenido de este texto. Y agregaron que Silvana Giudici, diputada radical y presidente de la Comisión de Libertad de Expresión, y el expresidente Eduardo Duhalde se reúnen periódicamente y no en el contexto de entrevistas periodísticas con ejecutivos del Canal. También confirmaron la decisión del grupo de tener una mirada positiva hacia Macri, Pinedo y los sectores PRO.

"Los pocos que defendieron sus ideas se tuvieron que ir y hoy no tienen trabajo. Los demás tienen miedo y no paran de decir `Sí, señor´" hace 43 minutos vía Twitter for iPhone

Periodista de TN: "Las presiones son enormes. Al aire no pueden salir muchas noticias, ni muchas personas". hace 44 minutos vía Twitter for iPhone

Periodista de TN me cuenta: "Todos los días hay peleas en los pasillos del canal. Algunos se están cansando de bajar la cabeza y obedecer." hace cerca de 1 hora vía Twitter for iPhone

Periodista de #TN: "Cualquier día de estos un periodista se va a rebelar al aire y va a contar todo lo que pasa en el canal" hace 39 minutos vía Twitter for iPhone

Periodista de #TN: "Muchos colegas me desilusionaron. Creí que tenían más huevos. Yo siempre fui medio cagón, pero al lado de algunos..." hace 35 minutos vía Twitter for iPhone

Periodista de #TN: "Hay cosas que se estipularon claramente: las noticias favorables al Gobierno sólo salen si van acompañadas a un defecto" hace 21 minutos vía Twitter for iPhone

Periodista de #TN: "Por ej: “La inflación llevó al superávit a un nuevo récord" hace 20 minutos vía Twitter for iPhone

Periodista de #TN: "Y muchas noticias se estipulan con los jefes de prensa de los opositores.El de Macri es un empleado más de la redacción" hace 17 minutos vía Twitter for iPhone

Periodista de #TN: "El jefe de prensa de Macri pidió que se desacredite a Oyarbide como sea, y se hable de campaña K." hace 13 minutos vía Twitter for iPhone

Periodista #TN:"Se busca unificar discursos. Las líneas editoriales semanales son acordadas d antemano con los jefes d prensa d l oposición" hace 8 minutos vía Twitter for iPhone

Periodista #TN: "Con la ley de medios explotó todo. La mayoría deseaba en voz baja que se apruebe y al aire decían lo que ordenaba el Grupo" hace 4 minutos vía Twitter for iPhone

Periodista #TN:"Está bueno que haya muchos blogs, es un espacio libre. El tema q si hablás bien del gobierno te etiquetan como Blog K" hace 27 minutos vía Twitter for iPhone

Periodista #TN:"Los de 678 deberían ser más inteligentes. Dicen muchas verdades, pero se fanatizan tanto que pierden credibilidad" hace 19 minutos vía Twitter for iPhone

viernes, 28 de mayo de 2010

Proyecto Sur contra 678

En la denominada blogosfera el panorama está dominado por blogueros peronistas, kirchneristas, oficialistas con matices, “nacionales y populares”. En este terreno la gente de Proyecto Sur estaría perdiendo el partido como perdió en estos días Canadá con Argentina. ¿Motivos? ¿Falta de militancia, de creatividad, de conocimiento tecnológico…? Algunos sugerirán que el gobierno financia a muchos blogueros K, sobre todo después de las afirmaciones del jefe de gabinete que prometió “asistencia”. Después de indagar y conocer a muchos blogueros K, no me consta esa supuesta “asistencia”. Lo concreto en cuanto a difusión y llegada es que los blogueros peronistas siguen ganando por goleada. Puedecolaborar publica este trabajo de la militancia de Proyecto Sur que intenta mostrar otra voz para contestarle a 678. G.Y.