miércoles, 10 de agosto de 2011

Cómo odiar al gobierno

LA DEMONIZACIÓN DEL ADVERSARIO/ DIFAMACIÓN Y GLOBOS DE COLORES/ DESTRUIR A SALAS, “FITO” Y CRISTINA


Debates- Por Pablo A. Chami


Los medios de prensa opositores: Clarín, La Nación y Perfil, con sus satélites y repetidoras, ejercen una política comunicacional que consiste en demonizar al Gobierno Nacional enlodando a las personas que gobiernan y a los que apoyan el modelo. Esta técnica se despliega cada semana para enlodar a alguien cercano a la presidenta Cristina Fernández.

Esta técnica de intentar demoler a la persona del adversario, atacarlo por algún tema secundario, que no hace a la esencia de gobernar, produce el efecto de que no se discutan los temas de políticas de gobierno, no se intenta el debate racional sobre las medidas que proponen, no hay una discusión acerca de lo que haría esa oposición si llegara a acceder al gobierno. Lo que explicitan es difamación y globos de colores.

Las preguntas son: ¿Por qué no pueden discutir seriamente acerca de programas de gobierno? ¿Por qué utilizan esa técnica artera?

Una respuesta podría ser que lo que intentan es ocultar sus propósitos detrás de una nube de calumnias. Si explicitan lo que harían como gobierno no los votaría nadie, como expresó un ex presidente. Sería una pérdida absoluta. No pueden discutir políticas porque sus ideas neoliberales ya fracasaron en nuestro país y ahora provocan estallidos en el resto del mundo. Los candidatos que las expliciten obtendrían muy pocos votos.

Hay una larga lista de demonizados que se fueron sucediendo a lo largo de los últimos años sin interrupción. Los que recuerdo son: Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Milagro Salas, Horacio González, Fito Páez, Guillermo Moreno, Hebe de Bonafini, Hugo Moyano, Orlando Barone, Estela de Carlotto, Daniel Filmus, y en estos momentos, Raúl Zaffaroni.

Estas técnicas mediáticas crean una población bombardeada con estas dudas permanentes. Algunos las creen y otros no. Entre aquellos que creen lo que dice la prensa opositora, se genera un odio al gobierno y a la Presidenta Cristina que no puede penetrar ningún razonamiento. Las respuestas que dan son emocionales y sin sentido. Es lo que provocó el asco de Fito Páez.

Pero también tiene el efecto de esmerilar la credibilidad de aquellos que apoyan al gobierno. Al disminuir la credibilidad y la honorabilidad de las personas que emiten voces de apoyo, hacen que sean menos creíbles. También hacen que estas figuras eviten seguir pronunciándose de este modo y de esta forma consiguen acallar voces.

¿Qué podemos hacer ante esto? Creo que en primer lugar, no callarse, seguir levantando nuestra voz. En segundo lugar, discutir en todos los foros que lo permitan y demostrar que otras ideas son posibles a pesar del abrumador coro opositor. La verdad y la realidad siempre, al final, se imponen.

1 comentario:

  1. "Pero también tiene el efecto de esmerilar la credibilidad de aquellos que apoyan al gobierno" La famosa y usada hasta el hartazgo "falacia ad hominem". Lo triste es que sigue siendo efectiva cuando, como bien señalás, el bombardeo es permanente. Todavía no he podido lograr que un sólo votante me justifique positivamente (más allá de "ir en contra de") su voto a Macri. Ni uno sólo con los que hablé pudo hacerlo. Habrá que redoblar esfuerzos en pos de desmalezar esta siembra permanente y nefasta. Saludos.

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