viernes, 26 de agosto de 2011

Duhalde defendía la educación chilena. Hoy, ¿de qué se disfraza?


Por Silvia Valerga
Chile, la relación entre el costo de la educación y los ingresos medios

   El sueldo medio de un trabajador chileno es de 512.000 pesos y el sueldo mínimo 192.000 pesos, mientras que el costo de una carrera universitaria varía entre 170.000 y 400.000 pesos,  es decir el 78 % de los ingresos.
  Las facilidades crediticias se fueron extendiendo a medida que aumentaban las cuotas y así como explotaron las hipotecas surprise en Estados Unidos y las personas debieron entregar sus viviendas a los bancos, en Chile el 70 % de los estudiantes están endeudados y el 65 % de entre ellos deben abandonar los estudios por motivos financieros.
   El sistema  eclosionó en Chile cuando esta realidad, lejos  de encontrar una solución por la vía política,  el presidente Piñera promovió una reforma que aumentará más aún el costo de los estudios en todos los niveles de la educación.
   Desde los años de la dictadura de Pinochet el sistema educativo  se ubicó en el mismo plano que el de Estados Unidos, donde las restricciones para estudiar se imponen  en el plano económico, a diferencia de la Argentina, donde  el ingreso a las escuelas secundarias de mayor prestigio académico y por consiguiente tienen mayor demanda, imponen un examen  de ingreso riguroso, al igual que las universidades de todo el país, con excepción de la UBA que exige un año curricular con seis materias obligatorias que los aspirantes deberán aprobar para  obtener el ingreso.
   Así se presentan dos modelos de sistema educativo, por un lado para los que pueden pagarlo y por otro para los que  demuestran sus condiciones para el estudio, sin distinción del origen socioeconómico.  
   Sin embargo, el modelo chileno fue puesto de ejemplo por  las clases altas de la Argentina  y hasta el candidato a presidente, Eduardo Duhalde, dijo hace apenas tres meses en TN que “Chile es un país con larga tradición en educación. A nosotros nos ha dejado atrás hace muchos años”.
  Por otra parte, en los años 90  comenzaron a pulular los colegios privadas en nuestro país. También se llenó el “mercado” de  universidades  que no exigen la certificación oficial de los títulos secundarios, por ese motivo el que tiene un padre con dinero, aún sin haber completado el secundario, podrá obtener un título académico de dudoso prestigio en establecimientos que dictan desde carreras como Medicina, Ingeniería,  Derecho y Ciencias Económicas, hasta  Despachante de Aduana y Relaciones públicas.

1 comentario:

  1. Duhalde dirá: "Esos estudiantes chilenos son subversivos" ( Y capaz que tuvieron ayuda de acá. Se fueron directamente del festejo en el Intercontinental a Santiago ).
    Dany Turco

    ResponderEliminar