viernes, 28 de octubre de 2011

Nadie comiendo de la basura


“HAY QUE HACERLE EL AGUANTE A CRISTINA”
Foto de Marcelo Kohan
Por Franco Spinetta
En la plaza está la brecha generacional expuesta. Pibas, pibes y mayores de 50. También está la colectividad boliviana con modestos carteles de cartón escritos con fibra negra: "Hace un año, Evo perdió un maestro". En un rincón, debajo de la pirámide, unas señoras mayores sostienen unos vacitos de plástico con una vela encendida. Frente a ellas, cientos de pibes saltan entonando cánticos con esa extraña muestra de emoción y pena a través de la alegría. Sobrevuela: Kirchner dejó una excelente Presidenta, hay que hacerle el aguante.
El clima está a tono con el mensaje de Cristina. Ya no tiene mucho sentido de recordar a los enemigos todo el tiempo. El movilero de C5N dice que los pibes lo tratan bien, pero que siempre le mandan un saludo especial a Eduardo Feimann ("decile que es un facho"). En la parte de atrás de la cámara, el técnico del canal pegó una foto de Néstor. "Es que somos todos k", aclara.
Hay algo que está claro. Cristina encarará su segundo mandato sin deberle nada a nadie. A ninguna de las corporaciones (política, económica, sindical, judicial ni mediática) les debe favores. Ya está en la historia. El escenario es único. Sólo resta saber una cosa: si el camino quedará por la mitad o lo vamos a desandar por completo. Todavía hay muchas víctimas de las políticas de los 90. El neoliberalismo se robó esa generación que no está en la plaza. El Gobierno, con su contradicciones y letargos, logró lo que nadie desde el regreso de la democracia: romper con años de decadencia ininterrumpida. Pero, como bien dijo la Presidenta, falta. Una compañera suele contarme que su madre, peronista que vivió el preperonismo, sólo había visto gente revolviendo basura para comer antes del 1943 y en los noventa. Vamos por el nivel cero. Y hay esperanza.

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