Por la crisis, España gira a la derecha
Por Silvia Valerga
Como si el debacle financiero que azota a las economías centrales se debiera a las políticas socialistas, en España crece la intención de voto hacia el PP. Y mientras los indignados reclaman políticas anti neoliberales para salir de la crisis, en las últimas elecciones los más votados fueron los sucesores del franquismo encarnados en el Partido Popular, una mezcla entre Bush y Franco.
Como si el debacle financiero que azota a las economías centrales se debiera a las políticas socialistas, en España crece la intención de voto hacia el PP. Y mientras los indignados reclaman políticas anti neoliberales para salir de la crisis, en las últimas elecciones los más votados fueron los sucesores del franquismo encarnados en el Partido Popular, una mezcla entre Bush y Franco.
Cuando los españoles enfrentan la pérdida del trabajo y la vivienda que compraron en cuotas y con esfuerzo, el candidato del PP, Mariano Rajoy anunció que cuando llegue al gobierno anulará las leyes de aborto y la que permite la píldora del día después, “porque nadie las pidió”, aunque fueron votadas en el Parlamento.
Ya en 2009 Rajoy se unió al desfile de los ultracatólicos para impedir la aprobación de las leyes que otorgan a las mujeres el derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Aunque parezca lo contrario, España no es un país católico porque la historia de la Inquisición y del franquismo alejaron al pueblo de la Iglesia.
Una noticia reciente informa que el PP rinde homenaje al escultor franquista Francisco López Burgos, autor de una estatua que representa el saludo fascista en Granada.
Pero la crisis que comenzó en Estados Unidos en 2008 y que se trasladó, vía globalización, a Europa, atacó a la España gobernada por el PSOE, cargando sobre sus espaldas el peso de la culpa. Si en las próximas elecciones se impone el PP no será porque propone medidas inteligentes para salir de la crisis, sino por la simple actitud de las masas a votar en contra de los que gobiernan.
Se teme en España y también en Estados Unidos, el retorno de las ultraderechas que despertaron el odio a los inmigrantes frente a la pérdida de los puestos de trabajo. Parece que en la era de las comunicaciones se trabaja fuertemente para tapar el origen y las causas de la crisis capitalista. Los medios más influyentes en la opinión pública están atrapados por conglomerados de intereses financieros y se dedican a desinformar a los pueblos. Habrá que estar atentos a lo que viene.
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