domingo, 16 de octubre de 2011

Carta abierta en el día de la Madre


Debates

Por Liliana Mizrahi
 
ABORTO / PEDOFILIA / CELIBATO / PERVERSIÓN

"Madre, ayúdanos a cuidar la vida", dijo el cardenal Bergoglio


Madre, no te engañes, la peregrinación a Luján no muestra una iglesia en movimiento. Muestra a miles de jóvenes en movimiento hacia una iglesia que no los cuida en la realidad. Una iglesia que no evoluciona y no cuida la vida porque pertenece a otro mundo que no tiene que ver con esta realidad.     
                                                                                   
Una iglesia dogmática que se organiza sobre la rigidez, impide la prevención y prohibe la educación sexual, los anticonceptivos y el aborto.
Una iglesia que no muestra una verdadera piedad religiosa hacia los niños, una compasión cristiana activa hacia los jóvenes, ni cuidado y protección a las mujeres. Esta no es la iglesia de Jesús.
 
Madre. Ayúdanos a cuidar la vida de las mujeres jóvenes, niñas que mueren infectadas y desangradas por accidentes en su fecundidad, por violación, por ignorancia, por ser pobres, por querer elegir sus maternidades, por querer decidir sobre sus cuerpos, por estar abandonadas, por querer ser libres. Porque no tienen adónde ir para que las cuiden y las atiendan.
Madre, ayúdanos a mover una iglesia detenida en el tiempo anacrónica y vetusta que sostiene el celibato y viola niños. No saben de una sexualidad sana y transmiten una sexualidad peligrosa y amenazante, entonces prohiben, prohiben como si supieran o no supieran.
Madre, ayuda a los niños y jóvenes para que reciban lo que necesitan y merecen: educación sexual en sus escuelas para que no sean ignorantes-vulnerables y puedan planificar sus hijos.
Madre, óyelos, los jóvenes todos necesitan educación sexual para decidir y anticonceptivos para no abortar.
 
Madre, ayuda a que la iglesia despierte y vea a los curas que escandalizan niños. Madre, que la iglesia no soslaye e ignore su realidad pecadora y perversa.
Madre, recordemos a San Mateo: “ Y quien reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.” San Mateo, cap 18, vers. 5 y 7.
Madre ayúdanos a cuidar la vida de los que ya nacieron. Ya están en este mundo con nosotros y son inocentes, ayuda a los que ya nacieron a que sean seres libres y honestos. Ya no serán “nonatos”, son niñas y jóvenes. Ya son personas.
Madre, ellos tiene la prioridad porque son anteriores.
Madre, ayuda a que aquellos sacerdotes enfermos de mentira y perversión que reciban su castigo y su justicia porque son pecadores que promueven… “la ruina espiritual de uno de estos pequeños o le pusiere tropiezos en el camino de la virtud..” 
Que reciban su justicia y su castigo, para que los niños sepan cual es la verdad y así aprendan bien la vida.
                                                              
Madre, todas las mujeres somos defensoras de la vida y del derecho a una vida digna. Madre ayuda a las mujeres a ser libres como tú.
Madre ¿porqué la iglesia soslaya temas como: la pedofilia, el cura Grassi, las niñas violadas en familia que no reciben el aborto legal y no-punible y además prohibe la educación sexual?
Madre, esta iglesia se inclina hacia la ignorancia que es la peor de todas las enfermedades. Desconoce el sufrimiento psicológico. Desconoce la magnitud del deseo y del no-deseo. Desconoce el daño filicida hacia los niños violados. Madre, es una iglesia sin sensibilidad y sin pudor.
Madre la iglesia llama a cuidar la vida. En la realidad concreta, se desmiente a sí misma. Si fuera de verdad una iglesia por la vida, viviría con los pobres, estaría a diario entre ellos y haría penitencia.
Madre, todas las mujeres estamos por la vida, ninguna quiere interrumpir un embarazo. Tampoco queremos maternidades forzadas ni obligatorias. Madre, no queremos eso para nosotras, queremos saber, tener ayuda médica y psicológica, decidir y ser mujeres libres como nos enseñó Jesús.

P.D.: Yo cursé mi escuela secundaria en el Lenguas Vivas de Sarmiento y Esmeralda, donde izábamos todas las mañanas la bandera cantando: “Por el amor divino, de nuestra madre pura, oye a estas criaturas, óyelas por piedad”.
Para mí, pedirle a nuestra Madre y hablar con ella es natural aún siendo judía como eran ellos, Jesús y su Madre.

1 comentario:

  1. Yo probaría hablarle a Papá Pitufo... Creo que obtendría la misma respuesta, es decir NADA!!

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