Debates: Cara y ceca del turismo
Por Alejo Lemiña
Randazzo sostuvo que desde el gobierno fomentan “fuertemente el turismo interno con la creación de los llamados Feriados Puente” porque consideran que es “una fuente generadora de trabajo y desarrollo de las economías regionales”. Sin embargo, mientras un sector de la sociedad recibe ganancias extraordinarias por el turismo, otra gran parte se ve obligada a no trabajar, a disminuir sus ingresos y varios deben padecer el fin de semana largo e intentar sobrellevarlo.
En las rutas estaban varados tanta cantidad de camiones como árboles en el horizonte. Peatones que tenían su laburo suspendido, caminaban en la noche del 15 de febrero por las banquinas y por el pasto de los alrededores de alguna parrilla o de gendarmería. La restricción en la circulación de camiones se informó ese mismo miércoles, el mismo día en el que se había iniciado su aplicación, y la medida se extendía hasta el martes 21 por el fin de semana de carnaval (salvo el domingo y lunes). Los choferes, obligados a vacacionar, convirtieron la zona campestre en una especie de pueblo.
A pesar de que las restricciones eran en franjas horarias establecidas para cada día, el presidente de la Federación Entrerriana de Transportistas de Cargas (FETAC), Hermes Ludi, inmediatamente se quejó al afirmar que “cada vez son más cantidad de días” y aseguró “resulta imposible cumplir con los compromisos asumidos”.
Simultáneamente, en las ciudades, varios oportunistas subieron los precios de sus productos en los mercados para aprovechar la oleada de turistas, mientras los residentes locales debieron pagar esos costos aumentados sin haber viajado. Lo mismo pasó con pasajes de micros de larga distancia que incrementaron sus tarifas de boletos durante el verano con el clásico argumento de ser “por temporada”, pero luego la dejan estancada esperando próximas excusas que les permita subir.
Mientras tanto, los consultorios de doctores, pediatras, podólogos y odontólogos, entre otros tantos, que trabajan en forma independiente de las clínicas y tienen su propio lugar, se ven en la obligación de cerrar sus puertas y sacrificar sus ingresos. Alguno que otro se anima a citar gente para el lunes o martes, pero lejos está de la cantidad de pacientes que en días hábiles asistirían. Además, luego del retorno a casa, no muchos disponen de dinero suficiente para pagar la consulta y esperan a tiempos más prósperos, pero para estos profesionales que sufren tales problemas no existe algún tipo de emergencia agropecuaria como la que se otorga por sequía. En este caso, ¿sería “emergencia turística”?
Las cuentas de luz, gas, créditos y otros vencimientos deberán esperar a ser pagados luego del fin de semana largo porque los bancos no funcionan. No todos alcanzan a pagar al día todas sus cuentas, y si llegan con lo justo pueden encontrarse con 4 días de retraso imposible de esquivar. Los recargos por vencimientos no tienen en consideración esos detalles, y volverse un moroso sería casi una obligación.
En Capital Federal las calles se vuelven desiertas, la ciudad duerme día y noche, las librerías y negocios lucen sus enrejados durante varios días por los feriados o por la falta de clientes. Cuando termine el fin de semana largo, las compras se verán reducidas por un tiempo porque en las mini vacaciones se desembolsó grandes montos de dinero que fueron a parar a otra parte, a sectores de turismo (boliches, almacenes, bodegas, cabañas, hoteles, departamentos, restaurantes, heladerías, teatros, cines, playas y camping). Todos los que no estén incluidos ahí tienen la posibilidad de irse de vacaciones o no – porque no siempre se dispone de ahorros suficientes para hacer escapadas turísticas -, pero se ven en la obligación de restringir sus ingresos sea porque no trabaja o porque no tiene quién le vaya a comprar o a atenderse.
Esa plata que se fue de la ciudad para irse a algún centro turístico cercano o lejano, o al exterior, no va a estar más en el origen. La producción se suspende por feriado. Pero además, no todas las ciudades son centros turísticos. ¿Los pueblitos aledaños? ¿Qué beneficio tiene Wilde, Glew, Lanús, Temperley? ¿Qué beneficio tiene Urdinarrain en Entre Ríos, General Acha en La Pampa o Monte Maíz en Córdoba que son ciudades que no tienen ofertas turísticas o no tienen fama de tenerlas?
La circulación monetaria se acumula en los grandes puntos de referencia vacacional y desabastecen, en cierta manera, aquellos que no lo son. Fomentan consumo y circulación por un lado, pero a la vez restringen producción e ingresos tanto durante como después de las mini vacaciones, así como complican la situación para otros tantos que cuentan las monedas para llegar a fin de mes. Las dos caras del turismo, pero solo una se suele resaltar, la de los que pueden gozar de ese privilegio.
El "General Hacha" se las cortaría con la idem al saber que ni siquiera han consultado el mapa (turístico, obvio) para verificar la grafía del nombre...
ResponderEliminarSobre que a los kelpers del interior se nos da por el poco aprecio al porteñaje, una perlita; como en el feriado largo gastan la guita turisteando "afuera", disminuye la plata a gastar intra-porteños.
ResponderEliminarUn horror, ahora entiendo el por qué del porteñerío descontento con la tiranía, los obligan a "exportar" la plata; así no se puede vivir.....
No hay nada que hacer, éste gobierno favorece la vagancia y el desenfreno, y encima nos quita la posibilidad de hacer unos pesitos "extras" con los feriados largos. El post es además, un lindo pie para los clasesmedias porteños que envidian a sus vecinos que salen a gastar en otras comarcas, los profesionales que no pueden hacer su "diaria" con la atención de los 15 pacientes diarios de "Osde" a 40 pesos per cápita, una bicoca-para Osde-un castigo cotidiano para los abnegados prestadores que en silencio aceptan el despojo cotidiano. Un ejemplo más de la hipocresía porteña.
ResponderEliminarSaludos.
Cierto y molesto :| es solo una pequeña parte la que obtiene beneficios de estos feriados largos...
ResponderEliminarQue se ajusten el cinturón cuando vuelvan a la Capi. En MDP necesitamos que la gasten acá. Demasiada guita se consume en Buenos Aires.
ResponderEliminarQuizás la extención de la nota no me permitió valorar lo suficiente los beneficios que el turismo trae. Di por supuestas las ventajas que el turismo y el fomento del turismo tienen, como es llevar plata a regiones que de otra manera no accederían a ese dinero. Yo soy de Gualeguaychú, Entre Ríos, por cierto, y por supuesto que me parece perfecto que la plata de la Buenos Aires próspera circule a ciudades del interior, pero el origen de la plata que circula también es del interior mismo. Son pequeñas ciudades, pequeños pueblos que se mueven al gran centro turístico cercano y gastan ahí, y eso no les vuelve. Los del interior también se toman vacaciones. La plata que se va a Punta del Este en Uruguay, o a Camboriú en Brasil, no vuelve, ¿eso quién lo contempla?
ResponderEliminarLa idea era pensar aquello que no está contemplado en el fomento del turismo y analizarlo un poco. La política de Estado, de fomentar el turismo, creo que debería poner en consideración aquellos sectores que no forman parte del turismo y que se ven desfavorecidos para que otros puedan irse a despejar la mente. De lo contrario me parece que se hace la mitad y se dice que es el todo.
Saludos y gracias por los comentarios, son siempre bienvenidos para la reflexión y el debate.