Por Virginia Márquez
“…La nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual no es mágica. No terminará per se con los monopolios, la manipulación de la verdad, ni los negociados de los multimedios. Tampoco con los tratamientos inadecuados de las noticias y el irrespeto por las personas y sus vidas. Para cambiar la historia del periodismo necesitamos de nosotros mismos. Las empresas periodísticas tienen objetivos económicos que cumplir y para ello no reparan en las formas. Algunas toman ventaja de las ansias de progreso personal, de las necesidades económicas y de la estabilidad laboral. Nosotros, los trabajadores de prensa, debiéramos interponer nuestra razón de verdad y justicia cuando aceptamos la asignación de un trabajo. Y evaluar el riesgo personal. Tal vez, si José Luis Cabezas hubiera sido menos consecuente con los acostumbrados desafíos mezquinos de Jorge Fontevecchia, aún estaría con vida…”
Qué chantas! Cubrir Pinamar sería solo para valientes? Peor que Libia?
ResponderEliminarDentro de poco la culpa no va a ser de Yabran, sino de Fonteveccia.
Se puede caer a un nivel tan bajo de cinismo y miserabilidad?