Por el acceso a la tierra

Algo de lo que nos falta

Por Enrique Martínez Presidente del INTI

“…No es el crecimiento de la economía conocida, sea formal o informal, lo que sacará de esta situación a estos auténticos excluidos. Serán nuevos instrumentos, en que el Estado pueda basarse para administrar la mutación cultural de unos y otros, necesaria para adaptarse con autonomía al nuevo contexto. Se necesita la contención integral para iniciativas sustentables, que se diseñen por supuesto con y para los hoy afectados. De esa labor saldrá la forma de producir lo que se consume en términos de subsistencia; se definirán los productos y sus tecnologías válidas para cada región; la articulación social que evite que cualquier fracción de la comunidad emerja de la inacción y de la indigencia, pero só lo para transformarse en mano de obra cuasi esclava de capitales ajenos y circunstanciales.    Se trata de un denso trabajo que además no puede ser un enlatado, porque seguramente tendrá variantes de aplicación en cada región. Sin embargo, es inevitable. Esta pobreza, durísima pobreza, en algunos escenarios se parece mucho a un genocidio sin armas y sin virus de viruela. Se trata de un violento cambio de escenario de vida, para compatriotas a los que no se les preguntó nada y no se planificó nada para ellos. Son objetivamente considerados una molestia para la expansión capitalista y así se les hace sentir a cada instante.Para muchos casos no hay más tiempo que perder. El este de Salta, el oeste de Formosa, el Impenetrable chaqueño, tal vez el núcleo duro del problema que aquí se ha planteado muy sucintamente, necesitan ante todo justicia en su derecho de acceso a la propiedad formal de la tierra, que en todos los casos ocupan desde hace más de una generación. Luego, se requiere generosidad e imaginación que superen el esquema de promoción a los microemprendimientos o a las pymes, de la asistencia social o de la capacitación laboral. Allí se necesita construir nuevos sujetos sociales colectivos….”

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