Cuando la dictadura y la Iglesia te pone 24 amonestaciones
MICAELA LISOLA / VIDELA / OBISPO DE SAN JUAN
Por Julio Rudman
Empiezo por los nombres para que se conozcan los personajes de esta obra contemporánea. A la protagonista ya la conocen. Es Micaela Lisola, la piba sanjuanina de 16 años que quiso contarle a sus compañeros de estudios qué significaba el 24 de marzo en nuestro país. Como es de público conocimiento la presidenta destacó el gesto y destacó también el curriculum de María Isabel Larrauri, la directora del colegio confesional que, literalmente, le arrancó el micrófono a la joven y la sancionó con amonestaciones. Cristina le mostró a la sociedad argentina una foto de la arrebatadora y disciplinadora con Videla, Menéndez y otros sátrapas, en tiempos un poquitín perversos. Y aquí hace su entrada en escena el otro protagónico del dislate. Se llama Alfonso Delgado Evers y es obispo de San Juan.
El tío Google dice que, aunque tiene un hermano desaparecido en dictadura, respaldó a Isabel Larrauri en su actitud censuradora. La dire le había dicho a Micaela que el asunto de marras "no estaba chequeado", como si fuese un boleto de avión. Está chequeado desde el 2 de agosto de 2002 y se llama Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, según reza (una delicadeza mía, che) la Ley 25.633, sancionada por el Congreso Nacional. Pero, en fin, sigue diciendo don Alfonso que en ese colegio sí se habla de la dictadura. Cabe preguntarle cómo. Si, por un lado, no se considera un episodio histórico fehacientemente probado, ¿qué hace doña Isabel acompañada de esos conspicuos genocidas en la foto que mostró la presi? Además, ¿no tiene en cuenta el señor prelado que, por muy Opus Dei que sea, debe cumplir con una ley de la Nación?
Sigue Alfonso, con un argumento tan delgado como su apellido. Que no es un tema, el gesto de Micaela, tan importante como para que Cristina se ocupe de él. Que le parece más preocupante cómo hace el curita para llegar a fin de mes.
Así que, por favor, agregue a la lista de casos increíbles, a saber: que un señor creó el mundo en siete días, que una señora dio a luz un bebé no concebido sexualmente, que ese bebé, ya crecido, fue asesinado, pero resucitó ¡tres días después!, que otro señor, con nombre de tubérculo alimenticio y que vive en el Vaticano no se equivoca nunca (ni siquiera para elegir mayordomo o directores de bancos). Entonces agregue, digo, que el obispo de San Juan, Argentina, tiene dificultades económicas para llegar a fin de mes. Es como dijo Isidoro Blaisten: "Creer o reventar. Pues entonces, reventar"
Pero el otro razonamiento, más flaco todavía que el anterior, es que "cualquiera", en esa época, podía sacarse una foto con alguien con gorra. Sí, a mí me pasó. Tengo una foto con el guía turístico de la casa de Trotski, en Coyoacán, México. Se llamaba Jesús (una picardía de la historia que un Jesús me cuente la vida de Trotski), usaba una gorra similar a las que eran comunes en el Ejército Rojo, pero sospecho que don Alfonso no se refería, precisamente, a ese tipo de gorras.
Se me ocurre que cualquiera no. Ni Norita de Cortiñas, ni Osvaldo Bayer, ni Rodolfo Walsh, ni Mempo Giardinelli, por nombrar algunos de mis referentes éticos, tienen fotos con gorras genocidas. Al menos, no voluntariamente. En cambio, abundan los archivos en los que hombres de sotana posan, beatíficamente, junto con los criminales de uniforme o de traje y corbata. Es más, en algunas imágenes se los ve asistiéndolos espiritualmente.
Así que cualquiera no. Cómo en aquel sketch de Les Luthiers: "Sólo unos pocos elegidos".
Los zurdos se creen las carmelitas descalzas y en parte también por culpa de ellos tuvimos la última dictadura.
ResponderEliminarOjalá se saquen la careta y hablen de la dictadura pero también hablen del ERP de Montoneros, de secuestros que no solo se hicieron a fuerzas de seguridad o gente del gobierno si no también civiles, de las bombas que ponían, etc.
Quieren reescribir la historia como si hubieran sido héroes y por culpa de ellos y de los militares cagaron la vida de mucha gente.
Para mí la izquierda de esos tiempos y los militares del golpe eran dos caras de la misma moneda.
Y eso sin contar que parte de la izquierda estuvo a favor del golpe del '76, eso no lo cuentan, no? hipócritas!
Anónimo: Se nota que todavía tienen ganas de matar, torturar, robar niños, violar, etc. etc., no? Y después ir a tragar hostias con Bergoglio, Von Wernich, etc., etc.? Por un instante pará, olé y sentí el hedor a mierda que largás. Eso es lo que tenés adentro. Si tenés hijos, madre, padre, familiares, hermanos, amigos: andá y pedile perdón por lo que sos, justamente, por ser una mierda. CARLOS de La Plata
ResponderEliminarProvoca una rara mezcla de tristeza y jocosidad, ver gente que hace de su vida un SACERDOCIO dedicado al odio y el resentimiento, solo para criticar a los sacerdotes. Perdido en un laberinto cuasikafkiano no se como vine a parar a este lugarcete, y justo tuve que leer Rud, porque lo de man lo tiene al gas. Y tenés razón Gerardo, Vos-Mal...
ResponderEliminarCarlos de La Plata:
ResponderEliminarAh si? yo tengo mierda adentro? por qué lo decis?
aclaro que no soy ni milico, ni cura.
Lo que yo pienso es que hay que decir las 2 cosas,
que hubo torturas, expropiación de bebes, etc.
pero que también hubo secuestros, bombas, etc.
no soy ni zurdo, ni milico, ni radical, ni peronista, ni afiliado a ningún partido político, ni cura, ni monja.
¿que tal si me decis por qué soy una mierda y por qué tengo que pedir perdón?