El poder de la imagen, y de su capacidad para sintetizar prejuicios, para consolidar redes simbólicas socialmente construidas, es archiconocido. Recordará el lector aquel test realizado en una escuela primaria del Gran Buenos Aires en la que se sometió a los chicos a la tarea de construir una historia con un héroe y un villano, colocando sobre el pizarrón la imagen fotográfica de un hombre de raza blanca y uno de raza negra. La trama de la historia no determina quien de los dos era el héroe y quien el villano. Sin embargo la mayoría de los chicos eligieron al negro para el peor papel y colocaron al blanco en calidad de "muchachito". La prueba de las imágenes consolidadas hubiese sido menos conmocionante de no darse el fatídico hecho de que los retratos exhibidos ante los niños pertenecían a Martin Luther King y a Alfredo Astiz. (Del libro "Salven a Clark Kent", de Tato Contissa)
COLONIA SI, PATRIA NO*
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Cuando este extraño período histórico llegue a su fin, la ARGENTINA, lo que
quede de ella, será un campo de análisis muy rico para sociólogos,
psicólo...
Hace 2 horas
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