sábado, 10 de marzo de 2012

Cristina y los docentes: cómo ver el bosque y no sólo el árbol


GOBIERNO Y CTERA: ACORDAR YA

Debates
Desaciertos y riesgos de la coyuntura educativa
por Gabriel Brener[i]

Fueron desacertadas las palabras presidenciales sobre los tres meses de vacaciones y las cuatro horas de trabajo de los docentes. Aunque solo fue un pasaje fugaz entre diversas apreciaciones no menores en materia educativa, lo que prendió en el cuerpo docente es aquella descripción sentida como descalificación, y más aun a remolque de paritarias fracasadas. A diferencia de varios presidentes que escuché (y lo hago desde los 80) que solo discurseaban con progresismo pedagógico pero sus políticas efectivas, tal como el juego del pac - man se iban comiendo la promesa de cada palabra, en este caso los desafortunados términos no se corresponden con los cambios de política educativa de los últimos años. Quiero decir que la apertura de paritarias como mecanismo de sostén democrático de institucionalidad educativa, la mejoría progresiva del salario docente ( aun deficitaria), el porcentaje del PBI destinado a  educación, la ley nacional y de educación técnica, las políticas de inclusión digital entre otras, dan cuenta de otro rumbo en las políticas públicas en educación, a contramano del vaciamiento del Estado y la gesta mercantil del neoliberalismo, por supuesto aun  lejos del logro de una escuela inclusiva y democrática .
Es admirable la elocuencia discursiva de nuestra mandataria, incluso ( y algunos critican este aspecto) suele entusiasmarse con cierto registro pedagógico. Y precisamente lo que aquí ha fallado es su registro de la sensibilidad docente en aquello que refiere a dedicación y relación con el trabajo. Quizás porque metió el dedo en aquellas fibras intimas que activan la cualidad defensiva de un espíritu de cuerpo  y los docentes solemos operar de ese modo cuando nos sentimos agredidos. Y así como hay quienes se ajustan al reglamento ( como los hay en rubros varios) con las consecuencias lamentables en tareas como la pedagógica, una enorme cantidad de docentes invierte mucho tiempo y energía fuera de la escuela para ser mejores en ella.
Y me hago cargo de pertenecer a este cuerpo para decir en voz alta, que no es menos cierto que varias veces solemos tirar la pelota para afuera cuando se trata de nuestros problemas. “Con estos pibes no se puede, y que querés con la familia que tiene, a mi no me prepararon para esto, yo no puedo con este sistema, etc.”
Richard Sennett [I] llama pronombre peligroso a un falso nosotros, que lejos de referir al sentido democrático y plural del hacer cooperativo y el trabajo en equipo que confieren identidad a un colectivo, se trata de un nosotros que se cierra sobre si mismo marcando frontera con aquello que queda por fuera, un nosotros defensivo que lo percibe como  amenaza o agresión. 
En el cotidiano escolar para muchos colegas a veces la TV representa esa amenaza, o las tecnologías digitales, con las net y los celulares a la cabeza. Resistimos su ingreso, amortiguamos sus efectos y no hacemos otra cosa que  mostrar nuestros defectos. Alejando aun más la cultura escolar de aquellas culturas infantiles y juveniles que chapotean en la revolución digital, de las culturas populares que se hacen más visibles cuando se amplía la matrícula.
Otras veces las familias ocupan esa sombra amenazante. Cuando no podemos con un pibe invocamos a cuatro vientos que aparezca su familia, aunque a los poco minutos estamos deseando que la familia de fulano deje de venir a la escuela y nos deje educar a su hijo tranquilos. Amenaza que se viste de rechazo pero también de la necesidad del otro.
Ante aquel “pronombre peligroso” que no es capricho y mucho menos conjura  sino herencia de una escuela en la que prevalece el trabajo individual y solitario por sobre el colegiado, ante aquel nosotros ultrajado y disciplinado por el tsunami neoliberal del individualismo como salvación, prefiero un nosotros que recupera la resistencia de la CTERA sosteniendo con sus manos la escuela pública vaciada por el Estado y estigmatizada por el mercado y que ha demostrado que ser docente y no luchar es contradicción pedagógica. También elijo un nosotros que reconozca al ausentismo como asunto grave a cambiar, que no es otra cosa que defender la escuela pública, un nosotros que jerarquiza el derecho del educador como trabajador y la escuela como derecho social, anteponiendo siempre los derechos de los mas pequeños.
Elijo un nosotros que critica las palabras fuera de lugar, que necesita rectificaciones, y que puede ser autocritico. Un nosotros que reconoce el sentido del tránsito político más amplio , y no queda entrampado con una infracción. Un nosotros de mirada crítica sin caer en la trampa del árbol que impide ver el bosque.
Me anima la mecha encendida de un nosotros que incluye al gobierno y a la CTERA, con todas sus diferencias, desprolijidades e intereses en conflicto, y la urgente necesidad de llegar a un acuerdo. Casi con la misma intensidad que me desanima la premonición de aquello que tanto escuche desde chico, que si entre hermanos se pelean…


[I] SENNETT, Richard (2000): La corrosión del carácter. Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo. Barcelona, Anagrama.


[i] Gabriel Brener es Lic. Educación (UBA) y  Especialista en Gestión y Conducción del Sistema Educativo (FLACSO). Capacitador y asesor de docentes y directivos de escuelas. Ex director de escuela secundaria. Co-autor de “Violencia escolar bajo sospecha” 2009  Ed. Miño y Dávila Bs As.      

3 comentarios:

  1. Gabriel Brener

    "También elijo un nosotros que reconozca al ausentismo como asunto grave a cambiar"...
    Bien, vamos a clase con gripe y contagiamos a todos, no vamos a rendir los exámenes de las capacitaciones que nos brinda el ministerio de Educación (aunque nosotros tengamos que pagar el pasaje y la estadía: en mi caso $170 + $170 + $200 para cada una), las mujeres no se toman las licencias por embarazo, si se enferma un hijo (menor de edad) no lo cuidamos (o lo llevamos a la escuela enfermo)....

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  2. no van a a acordar ,en la dirgencia de CTERA hay cuadros que llegarían ,pero otros no quieren saber nada ni con 5 lucas,son los de cuanto peor mejor..Desde los PAros docentes se trata de crear climas ,fogoneados por los medios a quien nunca les importó un docente,máxime si el que los apaleaba era Mauricio..Vivo a metros de una escuela pública ,no exagero,los papás están calientes,con los docentes ,TAMBIÉN..

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  3. los docentes porteños donde estan?? el alcalde de la ciudad don Maurizzio Macri dijo ayer que la escuela publica es un desastre y por eso los padres envian a sus hijos a los privados , no vi res puetas de estos docentes que a esta altura son virtuales, y funcionales al PROyecto PRO, una verguenza.

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