Mostrando entradas con la etiqueta Sebastián Cominiello. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sebastián Cominiello. Mostrar todas las entradas

jueves, 15 de septiembre de 2011

“La clase obrera votó al regimen”


SE RESTABLECEN LOS LAZOS ENTRE LA BURGUESÍA Y EL PROLETARIADO
Tapa de "El Aromo, periódico cultural piquetero" nº 62. 

Por Sebastián Cominiello 
(Editor responsable de El Aromo Periódico Cultural Piquetero)
“…Hoy el kirchnerismo festeja. El 14 de agosto, Cristina dejó perplejo a más de uno. Duhalde y Alfonsín todavía están recogiendo las migajas. En efecto, lo acontecido en estas elecciones evidencia un cambio de ciclo en el país. La primera reflexión que surge es que la clase obrera apoyó al régimen. En particular, la población sobrante. En segundo lugar, que se restablecen los lazos entre la burguesía y el proletariado. Aquello que se rompió en 2001 hoy se vuelve a acoplar.Todo parece tranquilo en la Argentina. En efecto, esa es la imagen que predomina, si la mirada se circunscribe al mezquino ámbito nacional. Sin embargo, las relaciones de fuerza no pueden medirse con esa regla tan pequeña, porque las clases, su conciencia y la economía que las determina tienen una dinámica mundial. Esas variables no pueden aislarse en un país. Por lo menos, no por mucho tiempo. Son las relaciones primordiales, las más generales, las permiten entender mejor el desarrollo de las particulares. Entonces, ahí, en el gran tablero es que podemos calibrar la perdurabilidad tiene este maridaje entre explotadores y explotados en Argentina, que hoy perece ser, para los kirchneristas, eterno…”
Nota completa acá

sábado, 28 de mayo de 2011

“CUANDO EL GOBIERNO SE QUEDE SIN PLATA”: EL FANTASMA DEL 2001


¿Atentos a “una rebelión congelada”?
León Trotsky en una remera
Por Sebastián Cominiello
Hay que profundizar el modelo. Frase que no se cansa de repetir Cristina en cualquier presentación. No obstante, es cierta si por "modelo" entendemos el bonapartismo. (...) El Gobierno mantiene un aparato estatal asistencial gigantesco que con el tiempo va in crescendo: una cantidad formidable de planes, asignaciones, etc., cuyo monto es una vergüenza, pero que se otorgan a una población considerable como para evitar una rebelión (...) El Gobierno montó un aparato cultural como ninguno de sus antecesores en democracia había intentado. El objetivo es entrar en la conciencia de la población, convenciéndola de que el kirchnerismo es la mejor opción o, a lo sumo, la única que existe. Se miente, se oculta y se embellece la miseria. Se trata de grupos que se van dando una tarea en el campo moral e intelectual. El kirchnerismo entendió muy rápido que la cultura es la lucha. Todo esto nos muestra algo que subyace al fenómeno, que no es perceptible a primera vista, pero que es central: si tiene que pegar, pagar y aturdir en tamañas proporciones es porque las cosas no parecen situarse naturalmente allí donde el Gobierno quiere que estén. La conciencia de clase está aún viva y latente. Por lo tanto, el kirchnerismo tiene que combatirla pegando, pagando y aturdiendo.
(...) Cuando el Gobierno se quede sin plata y ponga en cuestión los planes, veremos movilizarse a toda esa fracción y volveremos a un escenario previo al 2001. Hay una rebelión "congelada", que no está disuelta y que está allí, al acecho.
(...) Hay que evitar la tentación de ceder al nacionalismo y al populismo.
(Extracto del editorial de "El Aromo, periódico cultural piquetero" Nº 60).